Leche de coco y tonos cashmere: las manicuras pulcras que combinan con todo se imponen
Las uñas minimalistas apuestan por un tono limpio, lechoso y translúcido que destrona a los efectos glaseados, cromados y barrocos de temporadas anteriores. El auge de tonos jersey y los stickers colocados de forma estratégica se suman a la tendencia de las manicuras discretas.
El minimalismo noventero vuelve con fuerza y llega hasta la punta de los dedos con un estilo limpio y pulcro que abraza el lujo silencioso de forma más asequible. Las uñas del otoño se alejan de los diseños barrocos, ultra brillantes y sobrecargados vistos en temporadas anteriores. La última en aterrizar es la manicura coconut milk (leche de coco), una tonalidad lechosa, aguada y translúcida, que no es completamente blanca ni ultrabrillante, huye de virajes rosados y reinventa por enésima vez la popular manicura francesa. Creada en 1975 por Jeff Pink, director de Orly Internacional, la french manicure se caracteriza por el salto de color entre el esmalte natural de la uña y la punta blanca tupida. Fue un éxito en los noventa y nunca se ha marchado del todo. Un invento a demanda de los estudios de Hollywood que buscaban un esmalte que combinase con todo tipo de vestuario y evitase los fallos de continuidad y la pérdida de tiempo que implicaba cambiar el color de las uñas de las actrices entre tomas. Las mismas cualidades comparte la nueva coconut milk: un tono cremoso que combina con todo y destila elegancia con un plus de sobriedad.
“Los neutros vuelven por toda la corriente old money y glow up, que se caracteriza en ser lo más natural y elegante posible en todos los aspectos: la ropa, los accesorios, el cabello y, por supuesto, las uñas. Suben las coconut milks translúcidas y blanquecinas. Aunque si les pones una tercera capa el efecto es más tupido y suele gustar más a las clientas tradicionales. La manicura francesa clásica con la punta muy blanca ya no se lleva tanto. El glazed donut con base francesa, que simula la capa nacarada de azúcar que cubre esta bollería también continua en boga”, explica Lara López, CEO de Le Salon Nails para Essie. Y este otoño reinan los efectos lechosos. La versión coconut milk es más suave que una manicura blanca, pero agrega más color al desnudo puro. Más bien, este tono cremoso se encuentra entre el blanco y el nude con un punto transparente. Una tendencia de transición perfecta del verano al otoño, porque es brillante pero neutral. “Los nude siempre son un acierto porque permiten ver las manos pulidas y arregladas, y sobre todo porque armonizan con cualquier estilo de ropa y ocasión. El coconut milk se adapta a todas las pieles, aunque realza mucho las oscuras o las que aún conservan el bronceado. Además, son muy prácticos cuando no se puede hacer periódicamente la manicura, porque disimulan el crecimiento de la uña”, asegura Lisseth Certuche, técnica manicurista de GoodNails By Raffel Pagés.
Otra de las ventajas de la coconut milk es que queda bien con cualquier forma y longitud de uña. “Este otoño seguimos viendo uña larga, aunque no tanto como años atrás y ovalada en su mayoría”, dice Lara López. Aunque el largo y forma siempre dependen del gusto personal, todos los expertos consultados coinciden en que las más solicitadas son las ovaladas o cuadradas, porque quedan bien en todos los tipos de diseños. Aunque la forma de los dedos puede dar señales a la hora de encontrar la mejor forma. “Para dedos cortos se recomiendan las uñas almendradas porque estilizan y alargan visualmente la mano. Cuanto más gruesos son los dedos, más almendrada tiene que ser la uña. Para dedos largos y finos, la mejor opción son las uñas cuadradas o semicuadradas, pero no muy largas ya que es una mano muy estilizada”, aconseja Laura Pia directora de Thuya Profesional.
Y lo más importante ¿cómo podemos replicar esta manicura lechosa y translúcida? Para Lisseth Certuche “es muy fácil hacerla en casa, aunque siempre depende de la habilidad de cada persona, porque es importante esmaltar correctamente para conseguir el acabado profesional. Los pasos siempre son los mismos, preparación de la uña, base protectora, aplicación del esmalte en dos capas y finalización con una capa protectora del esmalte”. Laura Tarrés, experta en manicura advierte “el secreto de una manicura bien hecha reside en la preparación de la uña. Hay que dejarla limpia de cutículas y pulida para que el esmalte quede lo más cerca del nacimiento de la uña y se adhiera de forma correcta para alargar el resultado”.
Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher nos da los pasos de una perfecta manicura de larga duración para realizar en casa:
–Un buen desmaquillado. El primer paso es eliminar el esmalte anterior sin que quede una sola hebra de color. Mejor si se utilizan fórmulas libres de acetona que no resequen.
–24 horas de descanso. Son necesarias para dejar descansar la uña y conseguir una manicura duradera una vez apliquemos el color.
–Una hora antes de pintarlas… extiende un aceite hidratante sobre las uñas y deja que se absorba por completo. Si tiene propiedades nutritivas, mucho mejor.
–Necesitas un primer. La base no solo evita que amarilleen, sino que fortalece las uñas y alisa la superficie para que el esmalte se deslice sin problemas. Pero deja que se seque por completo antes de esmaltarlas. Después aplica una o dos capas de color según el efecto translúcido deseado.
–Top coat, el mejor seguro de duración. Si además de extenderlo después de pintarlas añades otra capa dos días después, el color se mantendrá impecable.
En el salón las posibilidades son infinitas. “En acrílico, gel o esmaltado permanente queda perfecto. Y se puede hacer desde el más translucido al más opaco. Es un tono que, aunque se pide, crea controversia porque al ser algo transparente o lo adoras o lo odias. Suele ser muy demandado en manicuras acrílicas”, dice Lara López de Essie. Hay que tener en cuenta que este efecto semitransparente “no cubre las imperfecciones de las uñas, por tanto, solo queda bien si están sanas y cuidadas. Si las uñas presentan grietas o manchas es mejor buscar un acabado más opaco”, concluye Laura Tarrés.
Detalles joya
Si este verano reinaban las uñas decoradas con corazones o cerezas, en otoño, los stickers joya o con dibujos discretos animan el tono de manicuras discretas. “Sencillo no significa aburrido. Añadir pequeños detalles como puntos brillantes o líneas abstractas da como resultado un diseño creativo, minimalista y muy bonito. Para elevar la tendencia a un nivel superior, opta por un esmalte de acabado mate que genere más contraste”, asegura Marta Martínez, responsable del departamento Social Media de Druni. Lisseth Certuche, de GoodNails coincide “el esmaltado coconut milk funciona como base lisa, y encima podemos hacer algún decorado minimalista, como por ejemplo un puntito brillante o una línea curva en otro color de contraste más intenso”.
Colores tan cálidos como el cashmere
Las ganas de llevar un suéter calentito y acogedor se traslada a las uñas con colores cálidos y reconfortantes con cierto matiz polvado. “Suben los verdes botella y sus derivaciones oscuras, los granates en todas sus vertientes, los grises con matices fríos y los malvas aterciopelados”, asegura Lisseth Certuche. Son tonos que recuerdan a las piedras preciosas pero un matiz más apagado. “Se pueden llevar por toda la uña o cubriendo solo una parte, pero sin llegar a ser una francesa de colores. También funciona utilizar un color distinto en cada uña. Un truco: para hacer dibujos utiliza un esmalte con pincel a medio camino entre el plano y el redondeado”, apostilla Laura Tarrés. Para lograr el efecto perlado o empolvado “podemos aplicar pigmentos sobre la uña y utilizar un top coat específico para lograr su adhesión”, añade Irene Palacios, manicurista de Slow Life House.
Los mejores productos para lograr las manos del otoño
1- Tratamiento Cuticule Care, de Sephora Collection
Gel nutritivo para cutículas (8,99 €) que las suaviza y nutre para permitir su correcto retirado.
2- Esmalte de uñas Allure, de Essie
El tono Allure de Essie (14,45 €) es perfecto para lograr el coconut milk de temporada. Su pincel se adapta a los contornos de la uña para un acabado uniforme sin marca de agua.
3- Base de tratamiento protectora para uñas, Dior Vernis
Base fortalecedora y endurecedora (31 €) que prepara la uña antes del esmaltado y maximiza la duración del color.
5- Magic Spell Stickers, de Essence
Estas pegatinas brillantes (1,58 €) dan un plus de brillo a cualquier manicura discreta.
6- Le Vernis 103, de Chanel
El tono Légende (32 €) aporta un efecto cálido y reconfortante en una sola pasada. Una fórmula concentrada en pigmentos de color y enriquecida con ecoceramidas de camelia.
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