La nueva fiebre de la moda es tan sencilla como una zapatilla blanca

Blancas, de piel, planas y retro. Impacta descubrir los looks de todas las modelos de la pre colección otoño invierno de Isabel Marant con unas zapatillas, que son la antítesis de sus archifamosas deportivas con cuña ocultas copypasteadas hasta la saciedad. Pero ahora estamos en otra pantalla, superado también el momento Air Max, tal y como ha quedado claro en las últimas semanas de la moda de Nueva York, Milán, París o Londres, donde las simplicísimas zapatillas blancas se multiplicaban en los estilismos de street style y refulgían desde las primeras filas de los desfiles, cuando los popes de la moda estiraban y cruzaban lánguidamente la pierna para que se apreciara su descuidado aprecio por lucir en primicia lo que unos meses después se acabará convirtiendo en una peste. Ni el venerado Hedi Slimane se ha resistido a lanzar su propia versión para Saint Laurent, con el sello de la casa impreso en dorado mate sobre la lengüeta.

Señales ya se habían lanzado. Desde la idolatrada Phoebe Philo, una de las primeras en resucitar la fiebre cool, cuando apareció a saludar al final de unos de sus desfiles el año pasado como quien no quiere la cosa con las zapatillas que Adidas ha reeditado en 2014, una vez generada la tendencia y su correspondiente sequía. Marc Jacobs se las calzó en su último show para Vuitton, un claro auto homenaje, pues si algo no ha cambiado en tantos años de carrera ha sido su adicción a un par gastado de Stan Smiths. Alturrraza también parece haberse enganchado al club de fans del clásico modelo de Adidas, cualquiera diría que no se las quita ni para dormir, dado que no hay imagen en la que no las luzca.
 

Marc Jacobs, con zapatillas blancas, acompañado de Sofía Coppola.

Los fabricantes como Nike también ha colocado su modelo Force 1 entre los tops, sobre todo del mundo de la música y los estilistas más alternativos. Los chicos de Yung Lean & sad boys, aclamados por los críticos como la nueva esperanza blanca del rap europeo, las usan colectivamente como seña de identidad y la cantante Rita Ora se siente mucho más identificada con ellas que con los Louboutin. Para afianzar su status, Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy, acaba de firmar hace un par de meses una colaboración con Rihanna como embajadora.

Sandro, la marca francesa para burguesas trendy, ha puesto su propio modelo a los pies de Edie Campbell en la campaña de primavera-verano con la intención de popularizarlas entre sus clientas antes de la sobresaturación. Aunque lo que enamora a su todavía selecto club de usuarios es combinarlas con piezas de grandes diseñadores para relajar el estilismo, como muestra la británica Miki Zanini en su reportaje sobre ropa de diario del Vogue british en el que casa unas converse clásicas, en blanco por supuesto, con un maxi vestido de Schiaparelli y una bomber masculina de Prada.

En Zara, también han querido mostrar una avanzadilla para ojeadores, blanca y de piel. Un guiño para demostrar que se dirigen a todos los públicos, incluidos los que se consideran fuera de su alcance.

Campaña de la firma francesa Sandro.

Sandro

Converse.

Zapatillas Superga.

Superga

Zapatillas blancas de Zara.

Zara

Adidas Stan Smith.