La ‘manipedi’ se reinventa
Las lacas hacen oídos sordos a la crisis. Así se deduce del informe anual de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). «La diversidad de la oferta permite elegir alternativas sin dejar de usar productos que enriquecen nuestro estilo de vida», explica su presidente, Esteban Robés. Los esmaltes son un lujo asequible. Comparados con otros cosméticos, no son caros y se pueden cambiar o retirar con facilidad. «Eso permite atreverse con formas o colores divertidos sin tener cargo de conciencia», sentencia Heraclio Santos, director de Formación de OPI.
Extralargas
– Solo para famosas. Es el último grito entre las celebridades: uñas de varios milímetros de largo. Y en esto también ha habido evolución: si hace un par de años lo más eran las uñas-stiletto, con un acabado afilado, la tendencia se relaja y ahora se apuesta por las puntas redondeadas. El motivo es práctico: poder teclear en el móvil.
– Mejor cortas y cuadradas. «Cada vez se realizan menos construcciones de uñas largas de gel o acrílicas», comenta Vanessa Maroco, directora de The Nail Concept Bilbao (thenailconcept.com). «Sí se tiende a hacer acabados muy naturales, fáciles de llevar por una mujer que no tiene la vida de una estrella. Aquí, las muy largas se perciben como horteras», señala Santos.
Pedicura invisible
– Menos es más. Mientras las casas cosméticas se esfuerzan por sacar los colores y texturas más inimaginables, Ralph Lauren o Chloé crean tendencia al subir a la pasarela de la colección primavera-verano 2013 a modelos con pedicuras transparentes.
– Al descubierto. «Es una de las más demandadas, pero requiere una uña completamente sana», explica Marta Allen, directora de Escape (Tel.: 914 32 17 85). «No queda bien en uñas imperfectas o amarillentas por el uso de productos con parabenes. Se aplica primero una base, si es necesario, se unifica el tono con un esmalte muy neutro o ligeramente rosado, y se termina con una capa de brillo».
La francesa se reinventa
– Ampliar la paleta. Es la versión actualizada de la manicura francesa de toda la vida, solo que en vez de aplicar una base en un color neutro y remarcar la punta con esmalte blanco, se opta por dos colores vivos y claramente diferenciados. Muy apreciada por quienes quieren seguir las tendencias, sin excesos y con elegancia.
– Variaciones sobre un clásico. «Este estilo funciona muy bien en España. Se puede hacer contrastando la punta, como ocurriría en una manicura francesa normal, o remarcando la media luna del nacimiento de la uña», apunta Santos. Puede realizarse con un acabado redondeado o, incluso, en punta de estilete.
Gtres
Cuidar, la base más importante
– Tratamiento de choque. Así definen en Bliss Spa el protocolo Foot Patrol, para pies muy deteriorados. «Es ideal para aquellos que en invierno no se han cuidado nada. Se empieza con una base de parafina y luego se aplica la mascarilla “callos remover”, con Duribland, que los ablanda para retirarlos con facilidad. Termina con un masaje hasta la rodilla», explica su directora Nuria Moya (75 €. w-barcelona.es/spa-bliss).
– Manos de seda. Expuestas todo el año al sol y otras inclemencias, se merecen un tratamiento que les devuelva la hidratación. «La manicura de azahar incluye una mascarilla de AHA (siglas de alfa-hidróxiácidos, potentes agentes antienvejecimiento y antiescamación) con aceites botánicos (38 €. En Escape).
– Iluminar la piel. Exfoliar e hidratar retorna la luminosidad a las manos (30 € en The Nail Concept). El Upper Hand de Bliss Spa incluye mascarilla de zinc, ácido salicílico y extractos de plantas que regulan la hiperpigmentación.
Pequeños y mayores
– Minirréplicas. Las niñas copian a sus madres y se apuntan a la manicura. La Express de Escape se hace con esmaltes no irritantes (15 €). En los Nail Bars de OPI ofrecen la manicura Princess (De 9 a 14 años. 10 €. opi-nailbar.es).
– Masculino singular. Estrechar una mano cuidada, con las uñas limadas y cutículas recortadas da una buena primera impresión. «En los pies se trabaja más la sequedad, porque no suelen hidratarse, y las uñas encarnadas, sobre todo si hacen mucho deporte», apunta Allen.
– Abandonar la manía. «El servicio Uñas Mordidas impide que la clienta se siga comiendo uñas y pieles y protege las que están creciendo. Para ello, se pone una capa de gel o porcelana. Cada semana se retoca e hidrata bien la piel, para evitar la tentación de mordisquear los pellejos. El tratamiento dura mes y medio y termina con dos sesiones de esmaltado normal sobre la propia uña», dice Milena Vargas, directora de Divina Vanidad (180 €. divinavanidad.es).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.