Finn Wolfhard: «Sigo siendo un chaval normal de 15 años, pero que trabaja de cara al público»

De todos los protagonistas de Stranger Things (Netflix), el tímido Mike Wheeler es en apariencia el menos indicado para liderar el grupo. Sin embargo, el personaje interpretado por el canadiense Finn Wolfhard –nacido en Vancouver hace 15 años– guarda muchos secretos bajo su aspecto taimado. Es algo que tiene en común con el propio actor, un artista multifacético que aspira a convertirse en director de cine y adora la música (ha protagonizado un par de vídeos para el grupo canadiense de punk PUP y toca la guitarra y canta en su propia banda, Calpurnia). Este otoño, Wolfhard tiene una apretada agenda de estrenos: además de adentrarse en el Mundo del Revés de Stranger Things, forma parte de la pandilla que se enfrenta al malvado payaso Pennywise en It, la nueva adaptación de la novela de Stephen King dirigida por Andrés Muschietti. Una carrera de miedo.

Tras protagonizar esta película y esta serie, ¿hay algo que le asuste?

Déjame pensar… Tengo claro que no me gustan las turbulencias en el avión. Eso y la ansiedad son mis mayores miedos. Los payasos tampoco están en mi lista de cosas favoritas, pero más que darme miedo no me gustan.

¿Y las chicas? El beso que le da su personaje a Once fue muy comentado.

No tengo miedo de las chicas. Me gustó mucho esa escena no por el beso, sino porque tal y como está escrita te crees que Mike quiere a Once como una hermana y luego te das cuenta de que también quiere ligar.

Millie Bobby Brown parece no querer darse cuenta de lo mucho que Stranger Things le ha cambiado la vida…

Pues a mí me la ha cambiado un montón porque cuando comencé como actor todo eran largos castings para lograr hacer un papel en algo indie que nadie conocía, y ahora me paran por la calle. No me acostumbro, es superloco. Pero espero que esto me dé oportunidades para trabajar como director, hacer música y muchas más cosas.

¿Cuál ha sido el momento más extraño de su carrera hasta ahora?

La victoria como mejor reparto en los premios del Sindicato de Actores fue surrealista. Estar en el escenario recibiendo el aplauso de todos esos grandes profesionales…

Sería una buena ocasión para sacar su lado fan y hacerse un selfie.

Conocí a Harrison Ford muy brevemente: él no tenía ni idea de quién era yo, pero le di la mano y moló mucho. También estuve con Ryan Gosling y con Ryan Reynolds. Pero cuando admiro tanto a alguien me da corte pedirle que se haga un selfie conmigo.

¿Cuáles son sus películas preferidas?

En cine soy un clásico. Me gustan el primer Indiana Jones, E. T., Los Goonies, el Spider-Man de Sam Raimi y el primer Parque Jurásico. ¿Quién no quiere ser Jeff Goldblum persiguiendo dinosaurios? Me parece surrealista que ahora yo esté haciendo lo mismo pero con monstruos.

Y en la vida real, ¿cómo de monstruosa es su habitación?

Es una auténtica leonera. Sigo siendo un chaval corriente de quince años, pero que ahora trabaja de cara al público.

¿Qué ha descubierto en sus compañeros tras un año de amistad?

Me he dado cuenta de lo buenos que son. Al principio sentía que trabajaba con amigos, pero ahora soy consciente de que también son muy buenos actores.

¿Guarda algún recuerdo del set?

Una foto y un cuadro del equipo que nos dieron al final del rodaje. Y nos tatuamos todos un trozo de pizza, pero uno de estos temporales, que se quitan en dos semanas. No me he llevado nada.

¿Y qué se lleva a los rodajes para sentirse como en casa?

Mi guitarra y la PS4 para jugar con mis amigos al Grand Theft Auto y Call of Duty. También me gustan Uncharted o Until Dawn. Pero en Call of Duty soy el mejor