La muerte de la supermodelo Tatjana Patitz a los 56 años conmociona al mundo de la moda
Según un comunicado de un representante de la familia, la modelo ha muerto a causa de un cáncer de mama metástico.
Tatjana Patitz, una de las conocidas como supermodelos de los ochenta y noventa, ha fallecido a los 56 años a causa de un cáncer de mama metastásico, según un comunicado de un representante de la familia. La noticia de su muerte ha conmocionado al mundo de la moda, donde siempre fue considerada una de las mejores top-models de la historia.
Tatjana Patitz era hija de un periodista alemán especializado en viajes que conoció su madre, una bailarina estonia, en un evento en España, donde él asistía para escribir un artículo y ella actuaba con su compañía de baile. La modelo estaba unida a nuestro país, además de por este hecho fortuito, porque pasó muchos veranos de su juventud con su familia en Mallorca, donde aprendió a montar a caballo, una de sus grandes pasiones.
En unas declaraciones a Vogue, Anna Wintour, la editora jefe de contenido de Condé Nast, la ha definido como «el símbolo del chic europeo, como si Romy Schneider se mezclase con Monica Vitti. Ella era la menos visible de todas las supermodelos, pero la más misteriosa y madura, la que parecía más inalcanzable».
Tatjana Patitz fue junto a Linda Evangelista, Naomi Campbell, Christy Turlington y Cindy Crawford una de las cinco supermodelos que aparecen en el mítico vídeo de George Michael del tema Freedom. Christy Turlington, que recientemente fue portada de S Moda, la ha despedido con un emotivo mensaje en su cuenta de Instagram: «Una vez que te dejaba entrar solo veías glamur, sofisticación y calidez. Me podía pasar el día entero solo observando cómo fumaba cigarillos y cómo se desenvolvía en todas las lenguas que hablaba a la perfección».
Cindy Crawford también ha dedicado unas palabras a su compañera: «Muy triste por la muerte de la preciosa Tatjana Patitz. Éramos unas niñas cuando empezamos juntas en la industria de la moda. Hemos estado en tantas sesiones de fotos, en tantos desfiles juntas en el backstage. Ella era sensible, amable, pero también inquisitiva. Quién podría olvidar esa mirada penetrante. Su amor por la naturaleza y los animales era contagioso. Quiero mandar mis sentidas condolencias a su familia, en especial a su hijo al que tanto adorada».
La carrera de la modelo estuvo muy ligada a la del fotógrafo Peter Lindbergh, uno de sus padrinos en la moda. El fotógrafo alemán siempre destacó de ella su belleza natural, esa en el que la foto nunca necesita retoque. En 1988, la inmortalizó en su famosa imagen White Shirts: Six Supermodels, Malibu.
Lindbergh no fue el único gran fotógrafo rendido a la enigmática belleza de Tatjana Patitz. Annie Leibovitz, Helmut Newton y Bruce Weber también trabajaron en numerosas ocasiones con la modelo, creando una serie de fotografías sin las que no se entendería la explosión de las supermodelos y la moda de los ochenta y los noventa.
Vegetariana y gran amante de la naturaleza, Tatjana Patitz participó en varias campañas contra el uso del pelo y piel de animales en la moda. «Mejor desnuda que con un abrigo de piel» es el eslogan de una de las campañas que hizo con otras compañeras como Naomi Campbell. Alejada de los circuitos de la moda más importantes, París, Milán y Nueva York, Patitz siempre tuvo claro que viviría en California. En 1989, Patitz se trasladó a un rancho en Malibú donde vivía entre caballos, perros y gatos. «Necesito naturaleza alrededor de mí», dijo cuando tomó la decisión.
Con la frase «yo nunca vendí mi alma», Patitz resumió su carrera en una entrevista de 2020. Una carrera honesta donde ella marcó sus propias reglas y se convirtió en un símbolo de la belleza natural.
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