Calentadores vaqueros: el inesperado regreso de la tendencia Y2K en clave denim

La obsesión por resucitar todo aquello que estaba de moda a comienzos del siglo XXI está invadiendo las tendencias actuales. Prueba de ello son el regreso de los mini shorts, los pantalones cargo, las mini faldas o el tiro bajo. Todo ello dando nombre al conocido como estilo Y2K, aupado por la generación Z, que aboga por recuperar lo que se llevó 20 años atrás y que está triunfando en las redes sociales.

Entre todas las tendencias del comienzo del nuevo milenio ha resurgido una que parecía haber caído en el olvido pero que celebrities y expertas en moda se han encargado de ponerla de nuevo en el punto de mira. Se trata de una nueva versión en tejido vaquero de los clásicos calentadores, ese complemento usado tradicionalmente por los bailarines con el objetivo de, como su propio nombre indica, calentar la parte inferior de las piernas durante las clases de danza. En los años 80, ganaron popularidad de la mano de referentes como Jane Fonda, que vestía esta prenda en su famoso vídeo Jane Fonda’s Workout (1982), convirtiéndose en una de las mayores precursoras de los calentadores para hacer ejercicio de la década, o de películas como Flashdance (1983), en la que su protagonista, Alex Owens —interpretada por Jennifer Beals—, llevaba este complemento durante sus ensayos y clases de baile. Sin embargo, a finales de la década, su uso decayó.

Fue a principios de los 2000 cuando volvieron a alcanzar la cima de la popularidad, esta vez, copando los estilismos de la época más allá de los gimnasios y las clases de baile. Series como Un paso adelante (2002) contribuyeron a su regreso. En la que se convirtió en la academia de baile más famosa de principios del nuevo siglo —que este año, como los calentadores, regresa en forma de secuela— sus integrantes llevaban esta prenda en infinidad de colores y con todo tipo de estilismos, y la gente hacía lo propio a pie de calle, combinándola con mini faldas, leggings  y shorts.

Mientras los calentadores tradicionales estaban confeccionados con tejidos como la lana o el punto para aportar calor a la parte baja de las piernas, esta temporada han adoptado una nueva estética y regresan en clave denim. Así lo ha confirmado Rosalía con uno de los últimos estilismos que ha compartido en su cuenta de Instagram, luciendo un outfit similar al que podría llevar cualquier adolescente en los años 2000, con una camiseta oversize y unos zapatos con plataforma XL, que ha combinado con el icónico complemento que también se ha podido ver en el street style de las semanas de la moda. Detrás del look de la cantante está Sami Miró, una diseñadora afincada en Los Ángeles que se ha especializado en la técnica del upcycling, reutilizando tejidos y prendas antiguas para crear sus diseños. Como apunta la descripción de su página web, los calentadores están fabricados a partir de pantalones vintage cortados, añadiendo un banda elástica en el interior para asegurar su sujeción. Tanto la pieza que lleva Rosalía como su versión en color negro ya han colgado el cartel de sold out.

Como era de esperar, la tendencia también se ha hecho viral en TikTok, una red social que se ha convertido en el lugar perfecto para la nostalgia, recreando una y otra vez el estilo Y2K. En los vídeos, los usuarios muestran cómo se hacen sus propios calentadores, recortando pantalones vaqueros y sujetándolos sobre botas altas, imitando la técnica de las botas con calentadores vaqueros incorporados que ha llevado la modelo Elsa Hosk en uno de sus looks compartidos en Instagram. Un diseño que pertenece a la firma islandesa Kalda y que también ha lucido a Julia Fox. La actriz se ha convertido en una auténtica experta en transformar y recortar prendas y, aunque esta pieza en concreto no es obra suya, ha compartido tutoriales en las redes sociales mostrando cómo se fabrica algunos de sus diseños, desmontado y rediseñando, por ejemplo, unos pantalones vaqueros para convertirlos en unos de tiro bajo y un microtop. 

Ya sea en su versión ajustada con goma elástica o la que cubre las botas de caña alta, el resurgir de los calentadores demuestra una vez más la obsesión de la moda por las tendencias que conquistaron la primera década del nuevo siglo, siguiendo esa ley no escrita que dicta que, en la moda, dos décadas es el tiempo que tiene que pasar para que una tendencia que creíamos olvidada vuelva a ponerse en la palestra.