Las claves para mantener el estilo en la nieve: los 70, colores empolvados y mucho ‘peluche’

Hay una escena insuperable a nivel estético en la filmografía de Audrey Hepburn. Unos suaves acordes de Henry Mancini presentan en lo alto de Megève, una de las estaciones más famosas de los Alpes Franceses, a Regina Lampert, la protagonista del film Charada (1963). En su primer encuentro con Cary Grant en la cinta, la actriz norteamericana volvió a aliarse con su diseñador de cabecera, Hubert de Givenchy, para idear lo que sería el perfecto atuendo de après ski: un jersey de visón superpuesto sobre un balaclava y un gorrito juego, junto a unas maxigafas de carey. Un look sublime que marcaría un antes y un después en la moda alpina.

Esa manera elegante y a la vez compleja de conjugar estilo y comodidad haciendo frente las bajas temperaturas en la cumbre, ha sido el objetivo durante décadas de un sinfín de diseñadores y firmas de moda. Con el influjo de la streetwear en nuestras vidas, se impuso la llegada de materiales técnicos como el Gore-Tex sobre elementos en apariencia superfluos de la prenda como el fit o la caída, protegiéndonos cono nota de las inclemencias del tiempo pero a menudo dejando la estética a un segundo plano.

Con la creación de colecciones propias de skiwear en manos de Fendi, Chanel o Guess –entre otros muchos nombres– el cuerpo de la mujer vuelve a acaparar el protagonismo, con nuevas siluetas tan favorecedoras como cómodas inspiradas en los diseños slim que se popularizaron en los años 70. Unido a una gama de colores más amables, naturales y empolvados (aunque los toques de neón siguen siendo tendencia en accesorios como guantes y gafas de máscara), se suman tejidos acolchados de última generación y la fuerte presencia de estampados retro en trajes de esquí y chaquetas outdoor.

Fuera de la pista se impone el tejido de punto en todo tipo de prendas relajadas como monos y jerseys con ribetes en pico, además del tejido peluche, que redefine la bota de après ski para que exprimamos a buen recaudo cada minuto de nuestra escapada.

Traje Leike con piel sintética, de Goldbergh

Esquís Kustom, en Zara Home

Bota de après-ski, de Lefties

Mono Black Artsy Banana, de Farm Rio

Gorro aviador de peluche, de Bershka

Pantalón térmico, de Uniqlo

Jersey de esquí, de Elisabetta Franchi

Gafas técnicas, de Philipp Plein

Plumífero corto, de Moncler

Botas de nieve, de Burberry

Mitones acolchados, de D. Franklin

Chaqueta retro de pelo, de Perfect Moment

Casco Osmo Pro Sigma Photo, de Salomon

Botas de après-ski Aylin, de Vagabond

Chaqueta de esquí con logo FF, de Fendi

Bufanda de lana, Mus &Bombon

Traje slim de esquiar, de Guess

Máscara Flight Path, de Oakley

Chaqueta Olympic, de Tsunami

Boina de peluche, de Mango

Mono de punto Agnetha, de Bogne

Bolso acolchado, de Yerse

Zapatilla Kaha con GORE-TEX, de Hoka

Plumífero beige, de Mod Wave Movement

Suéter de algodón orgánico, de SKFK

Bolso Hug Small, de Ferragamo

Abrigo largo de plumas Wunder Puff, de Lululemon

Gafas de après-ski, de Mo Multiópticas

Gorra con logo, de Tory Burch

Pantalón técnico, de Herno Laminar