Los cuadros arrasan este otoño: cómo llevarlos con acierto

Si con más de 300 millones de seguidores en redes sociales Taylor Swift sería capaz de cambiar hasta el curso de unas elecciones presidenciales, imaginemos el poder que la artista estadounidense llega a ejercer sobre las tendencias a pie de calle. La autora de 1989 ha sido la culpable de que el estilo preppy regresara a nuestras vidas, que la brillantina se imponga en los conciertos o que la estética cowboy dejara de parecer un disfraz más allá de un rodeo.

A ese don para convertir cualquier estilismo en un hype secundado de forma masiva, se suma ahora un particular empeño por hacer de los cuadros escoceses su seña de identidad este otoño. La última aparición en un partido de su novio, el jugador Travis Kence, en Kansas City, ataviada con una falda y top escote corazón de la reina indiscutible del tartán –Vivienne Westwood– culmina una serie casi inagotable de looks con este tejido como foco de atención.

A modo de princesa punk, Swift se enfundó un corsé con falda de Dior en el clásico kilt escocés para la última gala de los MTV Video Music Awards, mientras ha sido fotografiada en repetidas ocasiones por Nueva York con minifalda y abrigo a juego en tela Príncipe de Gales o pata de gallo.

Al igual que la cantante, el street style que se origina en ciudades como Milán o París han sucumbido a la idea de vestirse a cuadros de pies a cabeza. Bajo un estilo renovado que suma siluetas reveladoras como el traje chaqueta con volante, el ‘efecto manta’ en faldas y vestidos asimétricos (defendido por la socialité Olivia Palermo) o la blazer perfecta para este invierno, te mostramos las fórmulas de la calle para aproximarse con éxito a la tendencia.

1. El Traje-pantalón imprescindible

En cuero o ante, color vino, con falda incorporada... Y, ahora, también a cuadros. El traje de dos piezas es el rey indiscutible de la calle con cierta predilección por la pernera XXL o acampanada. El core perfecto de un estilismo diurno junto a camisetas y maletines, o bien como opción más estilosa para la noche si lo envolvemos en abrigos de pelo y complementos de leopardo.

2. Chaqueta y minifalda, el tándem ganador

El influjo de la película Clueless –'Fuera de Onda’, en castellano– que trajo ese uniforme preppy de falda y mini dosmilera a la palestra, sigue latente una temporada más con los cuadros como tejido insigne. Bien en colores otoñales y con aires chanelescos con la pata de gallo, o más enérgicos en cuadros tipo ventana, es ese look vitamina que nos pide el cuerpo siempre en invierno.

3. Efecto ‘manta’

La socialité Olivia Palermo es la musa de una tendencia que firmas como Dior defienden este invierno: lucir los cuadros como si nos abrazara una manta. Ya sea en forma de vestidos con superposiciones, faldas aunadas por cinturones o chaquetas a juego, la idea es crear un interesante juego de asimetrías a su paso.

4. La ‘blazer’ del momento

De amplias proporciones, hombros marcados y a menudo acompañada por un cinturón que da protagonismo a la cintura o las caderas, la chaqueta más buscada este invierno tiene como segunda piel al tartán o tejido Príncipe de Gales.

5. Con escote corazón

La delicada línea que este escote genera en los hombros, pronunciada por un sugerente hueco entre el pecho y la prenda, hace casi siempre del mismo una apuesta femenina en cualquier situación. El famoso diseño que Taylor Swift llevó al partido de su chico en Kansas City lleva la firma de Vivienne Westwood (en la imagen), maestra desde sus años de reina del punk en dar una contemporánea vuelta al tartán.

6. La falda ‘Bitelchús’

Beetlejuice Beetlejuice, la secuela del film que protagoniza Winona Ryder, recupera la estética sombría de esta comedia de terror en 2024. El uniforme que lleva su personaje, Lydia Deetz (y que la actriz neoyorquina vuelve a lucir en algunos minutos de la segunda parte), rescata de los pasillos del colegio esa clásica falda de cuadros escoceses bajo la rodilla y con hebillas en la delantera. La novedad para este 2024 consiste en combinarla, según dicta el street style, con fórmulas tan variopintas como botas de cowboy, tops lenceros o incluso como parte de un look afrancesado con una camiseta marinera.

7. Aires góticos

Con la resaca aún latente por los festejos de Halloween, los cuadros escoceses se convierten en un tejido amable para incorporar la estética gótica que triunfa en la calle. Bien en forma de total look como sugiere Rikako Yagi de la mano de Dior con corpiño, manta y y falda (similar al que lució Taylor Swift en los MTV Video Music Awards) o como una simple pincelada sobre vestidos volumétricos y faldas con encaje, no puede falta en nuestro armario esta temporada.

8. Accesorios a cuadros

Los complementos son la excusa perfecta para sumarse a una tendencia si no nos convence demasiado. Al alegre tartán de la última colección de bolsos de Vivienne Westwood se une la propuesta en pata de gallo de Prada o en cachemir de Etro. Mientras, el calzado más variopinto –de bailarinas a zuecos de madera, o incluso las botas Dr Martens– tampoco duda en secundar la fiebre por los cuadros. Un consejo: mejor dosificarlo y evitar diferentes prints en un mismo estilismo.