PDPAOLA presenta una colección de alta joyería en plena expansión internacional
La artista multidisciplinar rusa Valeria Vasi crea una cápsula de alta joyería para la marca española, en pleno proceso de reposicionamiento premium
A la arquitecta Paola Sasplugas le gusta más escuchar que hablar. Como buena observadora que es, también se la nota más cómoda en un segundo plano. Pero ser la cabeza pensante y creativa de una marca de joyería como PDPAOLA -con 2.000 puntos de venta en todo el mundo y una facturación anual que ronda los 50 millones de euros- implica ciertas concesiones. Y una de ellas es la exposición pública. “Llevo unos meses dándole vueltas a este tema. Pero después de casi una década he tenido que admitir que la marca es un reflejo de mí y que tengo que mostrarme más”, explica la fundadora en la flagship de Barcelona. Esta confesión la realiza en petit comité durante la presentación de la primera cápsula de alta joyería de la marca. Pero en este trance no está sola. La acompaña la artista multidisciplinar Valeria Vasi, una rusa criada entre Moscú y Barcelona que antes de empezar su proyecto personal trabajó muchos años como directora creativa para marcas como Bottega Veneta. “Paola y yo nos conocimos en su podcast, conectamos enseguida, quedamos para tomar un café y una cosa llevó a la otra”, resume Valeria. En menos de un año, esta admiración mutua se ha materializado en PDPAOLA by Valeria Vasi: dos anillos de oro y diamantes inspirados en la figura del espiral. Y es que según ellas no hay mejor símbolo para sintetizar el ciclo de la vida y sus continuas transformaciones.
Cuando Valeria Vasi decidió cambiar su rumbo profesional sintió la necesidad de trabajar con las manos. De ahí surgió la idea de crear objetos que le gustaría tener en su casa. Y aquello que empezó como una vía de escape -el privilegio de crear sin presión- ahora son los cimientos de una carrera profesional en la que siempre trabaja con artesanos ya sean herreros, ceramistas o maestros del vidrio. “Cuando se planteó la colaboración con Paola, me gustó la idea de explorar la alta joyería, probar nuevos materiales y salir de mi zona de confort”, explica Valeria. “Evidentemente, como ocurre con los objetos que hago, también pensé en las joyas que me gusta llevar. Suelo usar muchos anillos, así que mis dos hijas mellizas, Gaia y Lea, han sido mi inspiración. Cada anillo representa su personalidad. En el anillo Gaia, la espiral es más sutil, más introvertida. En cambio, el anillo Lea es más explosivo, como es ella. Son piezas atemporales, que podrán pasar de generación en generación, porque son un legado de amor”, asegura enfrente de las evocadoras imágenes de la campaña de lanzamiento. Por descontado, el packaging -una elegante esfera gris- también ha sido diseñado con esmero. “Tiene algo de escultórico y de orgánico. Queríamos que fuera un objeto interesante en sí mismo, de los que se quedan en casa”, continua Valeria, ahora mismo enfrascada en una vajilla para Puig que se estrenará durante la Copa América de Vela de Barcelona. “Estamos a punto de entregarla, pero ha sido una locura, son más de 600 piezas”, exclama.
PDPAOLA by Valeria Vasi, aunque breve, no es una colaboración más. De hecho, podría considerarse un punto de inflexión en la trayectoria de la marca española. “Ya lo he comentado antes, llevamos unos meses en una especie de catarsis interna. Nuestros inicios fueron muy inocentes, nos guiábamos por la intuición. Y seguiremos haciéndolo, pero necesitábamos un cambio de estrategia. El primer paso ha sido admitir que la marca es un reflejo mío. También sabemos que tenemos un producto con alma, que gusta y que funciona, pero queremos comunicarlo mejor y hacer hincapié en la tradición y el trabajo artesanal que hay detrás”, asegura Paola. Aunque parezca imposible, cada pieza de PDPAOLA surge de un dibujo hecho a mano, que después de un proceso en el que sí se utiliza alta tecnología, vuelve a tratarse manualmente para el pulido y el acabado. Una a una. “Nuestro diseño es intuitivo, pero también muy intencional porque buscamos piezas atemporales. También es muy orgánico y fluido, con un toque contemporáneo, pero fresco. Por eso conecté tanto con Valeria, compartimos un código similar”, concluye.
Los próximos meses se presentan más bien movidos. Sobre la mesa hay un ambicioso plan de expansión internacional de PDPAOLA. “Vamos a entrar en el mercado estadounidense, nos hace mucha ilusión. En noviembre inauguraremos una tienda en Nueva York y luego vendrán otras ciudades”, explica Paola. ¿Miami? ¿Los Ángeles? Sonrisa y silencio. Esta expansión -que ya cuenta con tiendas propias en capitales como Londres, Milán, Madrid, Lima y Ryad, entre muchas otras- va en paralelo a un reposicionamiento de la marca, cocido a fuego lento pero imparable. “Queremos situarnos en el sector premium, no en el del lujo. Es una evolución natural porque hemos madurado, hemos encontrado nuestra identidad en la refined jewellery. Queremos ser una marca de joyería que trascienda. De hecho, este cambio ya se ha empezado a notar en las últimas colecciones y es el camino que seguiremos a partir de ahora”, asegura Paola, mientras señala sus pendientes con Icons. “Quiero sentirme cómoda con esta joya ahora, pero también dentro de diez años. Y quiero sentirme cómoda tanto si la llevo yo como si la lleva mi madre. Queremos darle un valor único a nuestro producto”, confiesa. Por esa razón, este sentido de la permanencia y el legado se seguirá materializando en futuras colaboraciones. Y una, vez más, sonrisa y silencio. “Solo puedo adelantar que la próxima está relacionada con la alta costura”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.