Más allá de Rosalía: las españolas que conquistaron al lujo en las semanas de la moda
Miriam Sánchez se corona como la modelo nacional con más desfiles a sus espaldas esta edición. En el street style Blanca Miró o María Bernad captan la atención de los fótografos y se sientan en primera fila de los shows más codiciados.
Aunque Rosalía copara buena parte de los titulares nacionales de la semana de la moda tras plantarse en el desfile de Burberry (cabe aclarar que su presencia, al menos incorpórea, se hizo extensible a las bandas sonoras de los desfiles de Moschino y Altuzarra), la cantante no es la única española que ha acaparado los flashes en las capitales de la moda. Si bien la presencia del star system nacional nunca es demasiado prolífica, a los nombres habituales como Marta Ortega y Naty Abascal, en Valentino, o Nieves Álvarez en Giambattista Valli, hay que sumar la aparición de la joven actriz María Pedraza (Élite) junto a Jon Kortajarena en el front row de Balmain o la de Quim Gutiérrez en Loewe. Y paren de contar.
Es, sin embargo, sobre la pasarela o a pie de calle donde las apariciones nacionales se hacen más plausibles y relevantes. Maniquíes e influencers son las verdaderas representantes patrias en el escenario de la moda internacional. La modelo Miriam Sánchez, por ejemplo, se ha convertido en uno de los rostros más reclamados de este mes de fashion weeks desfilando para firmas de la talla de Prada, Versace, Givenchy o Alexander McQueen. En total su palmarés suma 26 apariciones esta edición en las cuatro capitales de la moda (Nueva York, Londres, París y Milán). Todo un récord para una recién llegada que, gracias a sus facciones andróginas, enamoró a Louis Vuitton hace un año y no ha parado de sumar conquistas desde entonces. La valenciana África Peñalver ha sido otra de las más productivas caminando para Dior, Bottega Veneta o Balmain, por citar algunas de las doce marcas para las que se ha subido a la pasarela. Además de veteranas como Blanca Padilla (10 shows), Lucía López (7) o Marina Pérez (3), llama la atención cómo las firmas nicho van cayendo rendidas a los pies de las modelos españolas temporada tras temporada.
La mallorquina Andrea Gutiérrez Arcas, muy prolífica en la fashion week madrileña las últimas ediciones, desfiló para Guy Laroche, Rick Owens o Richard Quinn, el británico que saltó a los titulares por sentar a la mismísima Isabel II en la primera fila el año pasado. Su melena blanca de aspecto futurista es, sin duda, un buen reclamo para captar la atención de firmas que buscan rostros distintos a los canónicos que se adapten a unas propuestas que también se diferencian de la moda en su acepción más clásica. Otras compañeras de profesión como la gerundense Nora Vara (desfiló, entre otros, para Thom Browne, Y/Project o Zimmermann), Neus Bermejo (Armani, Christian Siriano) o Ana Arto (Akris, Kith) también se han dejado caer por las semanas de la moda internacionales situando a las modelos españolas en el mapa global. No pueden faltar en la lista dos nuevos rostros o new faces, como se denomina a las recién llegadas en el argot de la industria. La canaria Lucía Mateo debutó por todo lo alto en Burberry y después se dejó ver en Blumarine, Brognando y Giorgio Armani. Más comedida, pero igual de prometedora, Paula Anguera se estrenó para Christopher Kane y abrió el desfile de Supriya Lele, una firma pequeña y desconocida para el gran público que presentó su colección en la semana de la moda de Londres.
Fuera de la pista, a la entrada y la salida de los desfiles, siempre atestados de fotógrafos de street style, las españolas también atraen mucha atención. A pesar del nutrido panorama de influencers nacionales que pululan por Instagram, son cuatro los nombres que despuntan por encima del resto cuando se trata de ser invitadas por las grandes enseñas de lujo. Gala González, gallega de nacimiento aunque ahora sea lo que algunos llamarían ciudadana del mundo, ha asistido a los desfiles más relevantes incluyendo en la lista a Chanel, Valentino, Dior, Loewe o Marc Jacobs y se ha dejado ver en todas las semanas de la moda a excepción de Londres, a la que sí suele acudir en otras ediciones. Junto a ella la catalana Blanca Miró y la valenciana afincada en Madrid María Bernad son las reinas del cotarro. Ambas han sido invitadas a los shows de Dior, Paco Rabbane o Loewe, comparten primera fila con editoras e instagramers de todo el mundo y, más allá de los likes, dirigen sus propias firmas de moda: Vasquiat y Les Fleurs, respectivamente. A pesar de que su número de seguidores está a años luz de los de influencers más conocidas por el gran público como Dulceida (que tiene 2,6 millones de followers frente a los algo más de 300.000 que aglutinan Miró o Bernad), han logrado captar la atención de las grandes firmas gracias a un estilo más personal, un perfil alejado de los vídeos virales de cariz personal y unas referencias estéticas que trascienden las últimas tendencias. La última en la lista es Sita Abellán (presente en Off-White, Margiela o Dior, entre otros) y habitual de la escena fashionista más alternativa, sobre todo, desde que en 2015 apareciera en el videoclip de Rihanna.
La mencionada Aida Doménech (Dulceida en el mundo virtual) pertenece a un grupo de influencers patrias que, aunque también se han dejado ver en las semanas de la moda, lo han hecho en desfiles puntuales. Además de aparecer en Dior, fue invitada al de Salvatore Ferragamo y Balmain. Junto a ella, nombres menos populares como Teresa Andrés Gonzalvo, Marta Lozano, Nina Urgel o Alex Rivière son otras de las jóvenes españolas que, gracias a compartir sus estilismos diarios en las redes sociales, se han hecho con un asiento en Michael Kors, Loewe, Burberry o Dior.
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