Marcas de invitaciones de boda que toda novia debe conocer

Aunque conozcas a la pareja y sepas con meses de antelación que asistirás a su boda, no sabrás qué clase de evento han preparado los novios hasta que un día, al abril tu buzón, recibes las invitaciones. Atrás quedaron los sobres claros con enormes tarjetones en los que los padres de los contrayentes invitaban a la ceremonia y posterior convite en papel de gran gramaje y letra inglesa impresa en negro. Ahora, los enlaces se conciben como la expresión de la personalidad de los novios y, alrededor de esa idea, nuevas profesiones orbitan para conseguir que la primera comunicación de una boda sea, en sí misma, el mensaje que anuncia cómo será la fiesta con la que esa pareja celebrará su unión.

Sira Antequera, wedding artist de Sí Quiero explica a S Moda que calígrafos, ilustradores o publicistas se han vuelto imprescindibles a la hora de elegir cómo invitar a los asistentes a un enlace: “La papelería de una boda se ha convertido en una herramienta de comunicación muy potente que no se limita a las invitaciones pero que empieza con éstas. Son el primer paso con el que se comparte la identidad visual del enlace. Cada vez se incorporan más profesionales de disciplinas como el branding, el diseño o la comunicación al trabajo de la organización de una boda y, cómo hay tantas áreas en las que se aplica la papelería, desde las invitaciones hasta los meseros, los kit de bienvenida, la organización de las mesas, señalética, etc., todos los valores y planteamientos que los novios quieren transmitir están concentradas en las invitaciones y el posterior desarrollo del resto de elementos de papelería”, explica esta experta en organización integral de bodas que, además, también se encarga de la parte artística en algunos trabajos.

Hasta hace unos años, esa comunicación global que se inicia al diseñar el anuncio feliz de un matrimonio se resolvía en la imprenta a la que los contrayentes encargaban la impresión en papel de la fecha, lugar y hora de su enlace. Pronto nos acostumbramos a que las invitaciones incluyesen planos, información útil y color. Y, en la actualidad, estos documentos son el punto de partida de conceptos más amplios que parten de un detalle, una idea, un deseo o cualquier otro hecho que sea significativo para los novios y que se explora hasta dar con los sobres y tarjetas perfectos que después, se coordinarán el resto de la papelería. “La idea del jardín botánico tropical en el que se celebró una boda, fue la inspiración para las acuarelas que pintó Sira Antequera.  Una copa de forja de la que brotaban con profusión hortensias, rosas y ramas verdes fue el Seating Plan. Los dibujos coparon protagonismo en la decoración y con ellos se diseñaron meseros, minutas, toda la papelería y árbol de los deseos. Y la señalética coordinada» nos cuenta.

Diferentes wedding planner españolas trabajan con Save the Date Projects una firma especializada en dar tal carácter personal a sus invitaciones que la tela del vestido de la novia, su comida favorita o la vegetación típica del sitio en el que tendrá lugar el evento se convierten en el hilo argumental para crear las invitaciones perfectas. «Nuestros novios normalmente vienen buscando unas invitaciones diferentes pero elegantes, con un estilo que les represente a ellos y a la celebración. El cariño y tiempo que le han dedicado a elegirlas se nota. Como en todo en la vida, hecho con cariño sabe mejor».

“La boda se entiende como un evento y todo se personaliza ad hoc. Por ejemplo, si se decide que la estética sea en verde, pueden hacerse sobres cuyo forro interior sea en la misma tela verde que se utilizará después para la decoración”, el ejemplo lo cuenta Paola de Herrera, de Atípica una de las primeras empresas que se han dedicado a la organización de bodas en nuestro país y que también entienden la necesidad de plantear las invitaciones como un elemento más dentro del concepto que argumenta toda la fiesta.

Esta conceptualización llega a ser tan relevante que su impronta puede incluso anticipar algún ingrediente del menú en las invitaciones. Nos lo cuenta Indara Rodríguez de El Sofá Amarillo al relatarnos la historia de amor de una pareja madrileña que, entre otros motivos, decidió casarse en Galicia para celebrar el mejor recuerdo de la novia: “A ella le encanta ir a Cedeira y comer pulpo, así que trabajamos con Save the date projects para llenarlo todo de pulpitos, cochas de vieira y percebes. El resultado es una maravilla a pesar de que, a priori, unas invitaciones inspiradas en un pulpo puede sonar extraño”, cuenta.

En proyectos tan personalizados como el anterior, los novios no solo comparten con sus invitados momentos, gastronomía, música o cariño. Además, les hacen partícipes de algo tan delicado como un papel propio, que celebre su amor y haya sido creado para ellos. Pliegos especiales, caligrafía primorosa y trabajo artesano logran que la exquisitez vuele de un buzón a otro para anunciar una boda. Desde el espacio dedicado en exclusiva al papel, Atentamente Papelería Atelier , María Rubio “recomendaría calígrafas como Begoña Viñuela de Caligrafía Bilbao o Happy Letters. Arte Papel, con modelos clásicos con un toque, también han sabido hacer de las invitaciones matrimoniales parte esencial de su trabajo.

Aunque algunos novios comienzan a sustituir el envío de invitaciones por el envío de correos electrónicos con enlace a la página web de su boda, ilustraciones tan especiales como las de Cristina Maser o Silvia Gali, son requeridas cada vez con más frecuencia por parejas que quieren anunciar su boda con el lenguaje universal con el que se cuentan todas las historias, también las de amor: la tinta, las letras y el papel.