Los personajes femeninos más memorables de 2015
La proliferación de mujeres creando en la pequeña pantalla ha traído aires nuevos a la ficción en forma de personajes femeninos novedosos.
El panorama de la ficción televisiva va perdiendo algunos de sus tótems a la vez que da la bienvenida a nuevas propuestas. Este año hemos visto cómo terminaban definitivamente Parks and Recreation y Mad Men, dos ausencias difíciles de superar, pero también hemos asistido a estrenos muy prometedores, a estrellas clásicas reinventándose, a series consolidando sus primeras temporadas y, sobre todo, a nuevos personajes que ya están robando los corazones más seriéfilos.
El aumento de mujeres detrás de las cámaras (escribiendo, dirigiendo, produciendo) empieza a proporcionar año tras año no solo más presencia de personajes femeninos, sino realidades poco tocadas antes y mujeres con muchas más dimensiones, que escapan al rancio concepto de mujer/novia/madre del protagonista masculino. Ahora tenemos a superheroínas traumatizadas, transexuales, productoras de realities, magnates de la industria del hip hop, víctimas de sectas o setentañeras rehaciendo sus vidas. Aquí van algunas de las protagonistas (y, por qué no decirlo, secundarias robaplanos) más interesantes de 2015.
Comencemos con las despedidas: hemos tenido que decir adiós en 2015 a dos de los personajes femeninos más icónicos de la década. Peggy Olson cerró sus 7 temporadas en Mad Men como una mujer exitosa y hecha a sí misma, mientras que Leslie Knope de Parks and Recreation saltó hasta 2017 para sugerir que ella, y no otra, podría ser la presidenta de Estados Unidos.
También hemos asistido al desarrollo de viejas conocidas que volverán en 2016, como Hanna Hovarth de Girls. El personaje de Lena Dunham crece, como no podría ser de otra manera, y se acerca a la treintena casi con más dudas que al comienzo de la serie, pero mucho más serena e inteligente. También seguimos las pesquisas del modelo a seguir que es Stella Gibson de The Fall (una Gillian Anderson perfecta, entregadísima), donde es su personaje quien canta las cuarenta a la sociedad y subraya las injusticias y desigualdades, con una manera de narrar los abusos, el maltrato y el machismo que quita la respiración. Cersei Lannister y Khaleesi de Juego de Tronos han terminado su quinta temporada de manera abrupta, violenta, abriendo nuevas tramas y dejándonos casi sin uñas ante la espera. Y, una de las mujeres más hipnóticas de la ficción actual, la Nora Durst de The Leftovers, ha sido la encargada de pronunciar la última frase de la temporada, en la que ha adquirido un protagonismo que se agradece mucho.
Rachel Goldberg y Quinn King (UnReal)
Uno de los estrenos sorpresa de la temporada americana ha sido UnReal. Y ha sorprendido por varios motivos: la cadena que lo emite, Lifetime, suele ser conocida más por sus telefilmes de dudosa calidad basados en hechos reales que por hacer productos relevantes; la serie ha conseguido no solo convencer a crítica, sino también audiencias notables; y, finalmente, la trama de la serie, que trata de la propia televisión, la muestra con una crudeza pocas veces vista antes. En UnReal nos adentramos en la producción de un reality tipo The Bachelor, donde un apuesto y millonario galán busca esposa, y descubrimos que el amor allí es lo de menos. La trama gira en torno a Rachel, una productora de televisión que, a pesar de tener una cultura vasta y considerarse feminista, vive enganchada a manipular la vida de los demás. Nos ha cautivado por sus constantes dilemas morales y por ser una protagonista poco ejemplar, dejada, inteligente, a veces antipática, con muchos problemas y, además, superviviente. Pero no nos podemos dejar a su oponente, su jefa Quinn, que representa lo que es Rachel elevado a la enésimo potencia (y que Rachel odia, pero no puede evitar). El duelo entre las dos da muchos momentos grandes, oscilando entre la crueldad y la sororidad extrema. Sin duda, una ficción imprescindible.
Kimmy Schmidt (Unbreakable Kimmy Schmidt)
El regreso a la televisión de Tina Fey tras 30 Rock no pudo ser más acertado. Esta vez decidió no protagonizar su serie y ceder el puesto a Ellie Kemper, que se encarga de dar vida a la Kimmy del título. Kimmy ha estado la mitad de su vida encerrada en un búnker creyendo que ella y sus compañeras son las únicas supervivientes de un holocausto nuclear. Cuando son liberadas, cada una va por su lado y Kimmy decide reencontrarse con la vida moderna en Nueva York, donde acaba viviendo con un simpar homosexual vago y hedonista y trabajando para una millonaria excéntrica y abandonada por su marido. Kimmy Schmidt es una mujer decidida, curiosa y algo inocente por sus circunstancias, y uno de los personajes más divertidos de los últimos años.
Grace Hanson y Frankie Bergstein (Grace and Frankie)
La vuelta de Marta Kauffman (una de las creadoras de Friends) reúne a dos grandes damas de la pantalla, Jane Fonda como Grace y Lily Tomlin como Frankie, dos septuagenarias a los que sus maridos abandonan porque llevan enamorados el uno del otro 20 años. Una premisa algo chusca se convierte sin embargo en un viaje entre lo antiguo y lo moderno, el choque con la libertad de dos señoras antagónicas con la vida resuelta que se ven perdidas cuando creían que solo les quedaba disfrutar. Jane Fonda representa los valores más tradicionales, la mujer perfecta, empresaria, madre y esposa, que no quiere aceptar su cambio de vida, mientras Tomlin es una superviviente del hippismo que ve como la apertura de mente de la que siempre ha hecho gala se va desmoronando cuando se aplica a su vida personal. Presentada como una comedia (que lo es); Grace and Frankie es un retrato agridulce de la tercera edad, un público poco representado.
Maura Pfefferman (Transparent)
Esta está siendo, sin duda, la década de los personajes transgénero. Maura es probablemente la que más ha calado en la actual cultura popular, atendiendo a la cantidad de premios recibidos por la serie y su protagonista Jeffrey Tambor y el visto bueno de los colectivos LGTB+ que luchan por la representación positiva de personajes no normativos. Por si queda alguien que no conozca la serie, Transparent cuenta el proceso de cambio de sexo de Maura, que ya jubilada decide dar el paso hacia la libertad. En este proceso se incluyen sus tres hijos y su ex mujer. Lo que enamora de Transparent es la escasa exageración de las situaciones, su intento de realismo y de naturalidad sin perder interés por falta de momentos dramáticos o de situaciones extremadamente conflictivas. De hecho, la transexualidad de Maura sirve como motor de casi todas las tramas, pues es ella la que despierta la necesidad de los que la rodean de ser más libres y, por definición, más felices.
Jessica Jones (Marvel’s Jessica Jones)
A las series de superhéroes les faltaba algo: superheroínas. Y la solución ha llegado con Jessica Jones, que además no es un personaje al uso. La estética de la serie se acerca más al cine negro de los años 40 que a Los Vengadores, y Jones es una mujer atormentada, asustada, bebedora, ingeniosa e imperfecta que sobrevive en Nueva York. Si el personaje ha enamorado a los feminismos, la serie en sí no se queda atrás a la hora de desarrollar su reparto, plagado de mujeres complejas, no necesariamente complacientes, que valoran su independencia sobre todas las cosas. Además de la protagonista tenemos a su mejor amiga, Trish, una locutora de radio obsesionada con la seguridad y a Jeri Hogarth, una abogada lesbiana en pleno proceso de divorcio. Cuidado, que no son sólo las mujeres los personajes con conflicto, pero sí que son las que llevan las riendas de la ficción.
Nomi Marks (Sense8)
Sense8 ha supuesto el debut televisivo de Andy y Lana Wachoski, los hermanos que crearon Matrix. La serie va en sintonía con su última película, El atlas de las nubes: basada en un tratamiento fantasioso y emocional del tiempo y espacio. Sense8 es complicada de resumir, pero ahí va el intento: 8 personas en diferentes puntos del mundo descubren que tienen una conexión entre ellos que les permite sentir, pensar y actuar como un solo ente. De entre las 4 mujeres que conforman el grupo, la bloguera transexual y lesbiana Nomi Marks es sin duda el más atractivo, por lo diferente e imaginativo: una activista y hacker de San Francisco que vive en un constante peligro, acechada por la ley en su intento de acabar con las injusticias del mundo. La propia concepción de la serie permite una variedad de personajes y representaciones que se agradecen: a Nomi la acompañan en esta conexión un ladrón alemán, un actor mexicano de telenovelas que tiene que ocultar su homosexualidad para seguir trabajando (interpretado por Miguel Ángel Silvestre), una rica heredera coreana ninguneada por su familia por ser mujer, un conductor de autobuses nigeriano obsesionado con Jean-Claude Van Damme, una DJ islandesa supersticiosa, una joven india envuelta en un matrimonio sin amor y un policía atormentado por un padre alcohólico y un caso sin resolver. Una de las propuestas más arriesgadas de este 2015.
Denise Hemphill (Scream Queens)
Tratándose de un reparto coral principalmente femenino, cualquiera de sus protagonistas podría encabezar este párrafo. Scream Queens es una comedia de terror que juega con todos los clichés del género, y siendo una comedia, nos decantamos por el personaje más divertido, la guarda de seguridad con buen corazón y poco tino para las investigaciones policiales. Interpretada por Niecy Nash, su papel es uno de esos secundarios que uno desea que aparezca continuamente en pantalla. Sin embargo, no podemos dejar de comentar la frenética actuación de Emma Roberts como Chanel Oberlin, capaz de recitar unos textos larguísimos a una velocidad imposible; ni a su séquito de “chaneles”, la misteriosa Chanel #3, la caprichosa Chanel #5 (interpretada por Abigail Breslin) y Chanel #6, a la que Lea Michelle convierte en una diva trastornada y mentirosa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.