Esta bruma refrescante hará que respires mejor con la mascarilla (incluso con calor)
Como su nombre bien indica, Agua de Campo nos traslada a un paseo entre plantas de romero, eucalipto, clavo y cítricos. Su agradable aroma no solo combate la sensación de pesadez cuando respiramos bajo la mascarilla, sino que nos ayuda a hacerlo de forma más pura aportándonos esa sensación de bienestar y serenidad que solo se encuentra en el mundo vegetal.
La mascarilla tiene los días contados. Todo apunta a que el próximo 26 de junio dejará de ser obligatoria en espacios al aire libre, pero aún nos seguirá acompañando en lugares cerrados de forma indefinida. Aunque hayamos incorporado el tapabocas a nuestra vida en tiempo récord y aguantemos cada vez más horas, esa sensación de agobio que nos entra al ponérnosla, potenciada por el calor o la falta de ventilación, sigue latente como el primer día.
Respirar a más de 30º con ella sin agobiarse parece una proeza pero no es del todo imposible. Además de las ya conocidas recomendaciones de la OMS de ajustarla sobre la nariz, la boca y el mentón, evitar mascarillas con válvulas de exhalación o de tela que no permitan la transpirabilidad o un buen ajuste al rostro, existen pequeños gestos que nos harán más fácil su uso al mitigar esa sensación de agobio cuando nos la ponemos. Si añadimos, además, un aroma agradable y nostálgico que nos transporte a una relajada masía entre pinos durante un día soleado, la propuesta no solo entrará por nuestra nariz, sino por todos los sentidos.
Esta es la sensación que a primeras te inunda cuando entras en contacto con Agua de Campo, la bruma refrescante que promete ser imprescindible en nuestro neceser los próximos días de verano. “El nombre de Agua de Campo le salió a María [Franco] de forma espontánea… Al oler la muestra dijo “¡huele a campo!”, exclama Amparo Palma, cofundadora de Puramente 23, la marca de cosmética 100% botánica que nace con el objetivo de traspasar la barrera de nuestra piel con sus productos artesanales y cuidarnos a través de los sentidos.
El secreto de su bruma reside en el poderoso cóctel de aceites esenciales que contiene, algunos de ellos cultivados en la Península Ibérica. El es caso del romero y eucalipto, que refrescar y ayuda a respirar mejor; la naranja, que vitaliza y produce endorfinas – además, como todos los cítricos, limpia y alcaliniza el PH– o la canela y el clavo, que con su especiado magnetismo, como indica Amparo, nos defienden de los agentes externos. “En los campos de España tenemos algunos de los aceites esenciales y vegetales más deseados en el mundo entero. Hemos elegido los más beneficiosos para la piel y para la mente, por eso con el Agua de Campo se consigue ese frescor puro que vivifica”, señala Amparo.
Entre sus múltiples empleos, ejerce de eficaz limpiador de la mascarilla si aplicamos una suave pulverización dentro o fuera de la misma, mientras nos ayuda a respirar de forma más fresca y pura. “Contiene aceite esenciales con todo el poder tópico y de aromaterapia. Su principal beneficio es que consigues respirar mejor dentro de la mascarilla y sentirla mas limpia por dentro. Además disminuye la aparición de granitos y reacciones alérgicas producidas tanto por el roce como por el dióxido de carbono que expulsamos al respirar”, explica Amparo.
Este no es su único uso en la era postcovid. También sirve para higienizar las manos sin dañarlas al contener solo ingredientes naturales, y al mismo tiempo combate los malos olores destruyendo la bacteria que los provoca. Incluso, puede ayudarnos a dormir a pierna suelta. “Yo suelo rociar un poquito de Agua de Campo antes de dormir por las sábanas o la almohada… Cuando ya te metes en la cama todo huele a campo ¡ y respiras fenomenal! A veces también pulverizo un poco dentro del armario o en los cajones”, señala su otra fundadora, María Franco. El modo de uso sigue el rumbo de su filosofía: fácil, agradable y al grano. Solo necesitas dosificar un golpe de bruma a unos 15 com de distancia sobre la zona que elijas.
Puramente 23, un proyecto de belleza integral
El número 23 que acompaña al nombre de la marca de cosmética no es casual. Hace alusión a la cantidad de aceites puros (seis vegetales y 17 esenciales) que se formulan en Los Confites, la granja ecológica fundada por María Franco en 2017 en Jarandilla de la Vera, Extremadura. La ex relaciones públicas y directora general de Fundación Lo Que de Verdad Importa decidió dar un giro completo a su vida tras encontrar en la alimentación orgánica el modo de paliar una enfermedad. En esta región cacereña hizo realidad junto a su familia el sueño de convertirse en aprendices de granjeros y servir de productos de temporada a toda España. “Fue llegar a Jarandilla de la Vera y enamorarnos de la zona. Tiene un microclima especial donde se da vegetación del norte y del sur, y eso favorece muchísimo a los cultivos. Además, estamos encima de manantiales de agua con multitud de propiedades, con lo que pensamos que sería un sitio idílico para montar algo que tuviese relación con la agricultura y la alimentación ecológicas”, explica María.
Con el fin de crear un proyecto integral de salud, belleza y bienestar donde disfrutar de los productos de la huerta y de la paz del campo esta primavera fundó Puramente 23 junto a Amparo Palma, entusiasta de las plantas medicinales y los remedios de nuestras abuelas con 40 años de experiencia en la formulación efectiva y natural. Ambas unieron su pasión por la naturaleza y y la vida sana en la búsqueda de los beneficios que los vegetales podían aportar a nuestra piel y nuestros sentidos. “La belleza está íntimamente ligada a un estado saludable. Comer sano, vivir en paz y tener una mente positiva son las tres potencias de la belleza, y todo se puede conseguir a través de los beneficios que nos aporta el mundo vegetal. En Los Confites tenemos todo lo necesario: huerta, bosques, manantiales… Estamos rodeados de cientos de plantas medicinales autóctonas y un montón de gente maravillosa que transmiten positivismo. Solo lo pusimos en un frasquito para llevarlo a tu casa y que lo tengas a mano”. Amparo es la encargada de explorar nuevas fórmulas que aporten soluciones a las necesidades más comunes de nuestra piel, elaboradas de forma artesanal y testadas sobre 50 casos reales antes de su producción en el laboratorio.
Cada aceite esencial, explica Amparo, se extrae con métodos tradicionales adaptados a su morfología. «No es igual una flor que una hoja o una corteza. La elaboración de estas fórmulas es siempre sin calor, se mezclan, se agitan y ya están listas, por lo tanto disminuye el consumo eléctrico en el proceso”. El uso de papel reciclado en el envío es otra de las medidas con la que pretenden aportar su granito de arena en la reducción del impacto medioambiental.
Sena Cifuentes, acuarelista botánica que sustenta la medalla de plata en la Royal Horticultural Society de Londres, es autora de lienzo romántico y –cómo no– vegetal que envuelve cada uno de sus frascos y tercera integrante de Puramente 23. “La belleza es arte, la naturaleza es belleza y Sena lo plasma de una forma única, porque entiende y ama el universo botánico con todos sus habitantes. Entiende a las plantas, a los insectos y a las personas, y es capaz de trasladar la belleza del mundo natural con su toque algo surrealista que nos encanta”, señala Amparo.
El sérum total
Agua de campo no es el único producto multidisciplinar de la marca. Su Sérum Botánico se anuncia como un “todo en uno” formulado con aceites vegetales y esenciales – pepitas de uva, bergamota, limón o lavanda, entre otros– que nutren la piel y el cabello. Además de su función renegadora para el rostro, idónea para pieles mates y apagadas al activar la armonía celular y unificando el color, ayuda a reforzar y enriquecer la misión de otros cosméticos como el tónico, la crema facial o la leche corporal. Y es una poderosa ayuda a la hora de desenredar cabellos largos y medios.
Si lo aplicas con un suave masaje en la base del cráneo, las plantas de los pies y las manos, ejerce un efecto más emocional y calmante. “Tiene infinitas aplicaciones para regenerar, dar vida y aportar bienestar general”, explica Amparo. ¿Este tipo de productos versátiles anticipan el final del superávit de productos en nuestra rutina diaria? “Hay cosmética para todos los gustos, personas que buscan la eficacia y la simplicidad, y otras que son felices con una extensa gama de productos. Aunque parece que vamos en una dirección más objetiva, creo que tanto el uso como la compra de cosméticos están dentro de esos pequeños placeres que todo el mundo desea disfrutar”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.