La última obsesión de la moda es tan simple como un pañuelo negro
Chloé propone y el ‘low cost’ dispone. El fular finito es el accesorio indispensable de la próxima temporada.
Negro, finito y discreto. Lejos de excéntricas extravagancias, de insólitas licencias creativas y de tendencias impracticables, este otoño el accesorio estrella es lo más simple del mundo. El pañuelo estrecho, largo y oscuro viene dispuesto a convertirse en complemento indispensable de cualquier look. Siguiendo la estética setentera que tanto está triunfando este verano, firmas como Chloé –máximo exponente del espíritu bohemio que nos invade–, Bottega Veneta, Marc by Marc Jacobs o Pringle of Scotland apuestan fuerte por el fular angosto de cara a la próxima temporada.
Los indicadores de este adiós a la bufanda XXL a lo Lenny Kravitz llevan acechándonos varias temporadas. Isabel Marant rebajó centímetros a sus fulares en 2013, Prada anunciaba la tendencia en su colección del invierno pasado y Hedi Slimane recuperaba el pañuelo a lo David Bowie en su show para Saint Laurent esta primavera. Exceptuando a Alexa Chung (fan acérrima de la prenda), Rihanna y alguna que otra ávida consumidora de tendencias –léase editora de moda, estilista o bloguera–, pocas se animaron a sustituir collares y cadenitas por un simple pañuelo liso.
Chloé, principal responsable de la tendencia.
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A la izquierda, imagen de la última campaña de Trafaluc. A la derecha, pañuelo de Zara (5,95 euros).
Zara
¿Por qué entonces triunfará esta vez? Parece que la forma de anudar el fular que ha ideado Chloé ha caído en gracia a los diseñadores de Inditex, principales responsables de que las tendencias trasciendan la pasarela y lleguen a la calle. En la web de Zara cuesta encontrar un estilismo que prescinda del susodicho y otras firmas de la casa como Lefties lo convierten en protagonista indiscutible de sus recién estrenadas campañas. No es que Clare Waight-Keller –directora creativa de Chloé– haya descubierto la pólvora. Copiarle el invento es tan sencillo como rodear el cuello con el pañuelito y anudarlo en la parte delantera. El efecto, sin embargo, es bastante más aparente que llevarlo suelto o con un simple nudo lateral. Se parece a una corbata que se afloja para no apretar, es relajado y sigue a la perfección la estela setentera que tanto éxito le ha reportado a la firma esta temporada y promete volver a triunfar la próxima. Para apuntarse a la tendencia basta elegir un pañuelo estrecho y largo (no tiene por qué ser negro si quieres ser más original) y darle un poco a la papiroflexia para colocarlo alrededor del cuello. Si no tienes ninguno de este tipo, marcas como Zara, Topshop (que incluso tiene una sección titulada skinny scarves) o Asos ya los venden por menos de 10 euros.
Alexa Chung ha lucido en multitud de ocasiones su versión de Prada. Rihanna también se apunta a la tendencia con pañuelo morado.
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Marc by Marc Jacobs, Pringle of Scotland y Bottega Veneta.
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Otra alternativa para adaptar la tendencia es lo que en inglés se ha bautizado como the turtleneck dickie (podremos entender el concepto si lo traducimos como 'jersey de cuello alto falso'). Se trata de una variante por la que apuestan firmas como Altuzarra, Emilio Pucci, Misha Nonoo, Tome o Julien Macdonald y que consiste en cubrir la garganta con una tira ancha –como si llevásemos un suéter de cuello vuelto– que en realidad acaba a la altura del escote y deja éste al descubierto (ver imagen inferior para resolver el misterio).
Sea como sea parece que cubrirse el cuello se hace más imprescindible este invierno que cualquier otro. No olvidemos la propuesta de Gucci en forma de lazada ni los propios jerséis de cuello alto que, como el año pasado, también marcarán la pauta. Como escribía la periodista Jess Cartner Moley en The Guardian hace unos meses, esta fiebre puede explicarse si tenemos en cuenta que los 70 han sustituido a la década de los 90 como referencia de la moda y el cine y que “cubrirse hasta la barbilla es dejar bien claro por qué esperas que la gente te valore”. Toda una declaración de intenciones. Al final va a resultar que el sencillo pañuelo negro es menos simple de lo que parece.
Altuzarra, Emilio Pucci, Misha Nonoo y Tome apuestan por los cuellos altos de pega.
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No hay estilismo en lo nuevo de Zara que no tenga pañuelo finito (y negro) incorporado.
Zara
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