La pelliza de tus padres es lo máximo esta temporada

Rescátalo del armario de tu madre, busca uno vintage o anímate a invertir en un clásico que regresa cada tres o cuatro temporadas versionado. Este invierno pocos diseñadores se han resistido a incluirlo en sus colecciones. Normal, porque dentro de un chaquetón de piel vuelta caben multitud de personalidades.

Desde el hippie de los 70 recorvertido en boho chic, al que Burberry ha disfrazado de Bloomsbury porque queda más intelectual que asociarlo al estilo protesta de Joan Baez y Bob Dylan, cuando se fusionaron al abrigo del amor, el activismo y la música, hasta el inquietante espía de la Guerra Fría. Un modelo similar al que viste Guillaume Canet en El caso Farewell es la propuesta fiel a la pelliza de los 80 de Topshop, una de las piezas más auténticas y apetecibles de entre todas las que circulan por las webs junto con la de Asos.

Bob Dylan y Guillaume Canet en ‘El caso Farewell’ con sus abrigos de piel vuelta.

Más tendencia todavía es la cazadora oversize y mullida de Acne. Imposible no viajar a los noventa al entrar en ella. Una época en la que el volumen XXL de blazers y abrigos, heredado de finales de los 80, era indiscutible. Quizá porque en los 80 murió Fassbinder, en cuya iconografía se ha basado Miuccia Prada para este otoño-invierno, una apuesta en la que sus chaquetones adoptan cuerpo y se tiñen de tonos vibrantes.

Y no podía faltar un habitante del futuro enfundado en una parka-abrigo brillante y descarada con rizado y confortable pelo en el cuello para situar en las antípodas de lo preestablecido una prenda tan manida y recurrente en los últimos 50 años. Para eso las hermanas Mulleavy se valen solas y convierten su personal borreguito en la estrella de la colección de Rodarte.

Los abrigos de piel vuelta de Acne, Asos y Coach.

A la hora de combinarlo mejor ir ligera de ropa porque el calor que genera desaconseja jerseys y tejidos gruesos. Bucólicos vestidos de gasa o seda confieren un aire bohemio, aunque resultan mucho más interesantes las mezclas extremas en las que los destellos de vestidos de fiesta acaban por encajar en la calle.

Un consejo, es preferible la segunda mano a un sucedáneo low cost. En este caso la versión gastada gana con el tiempo.

Prada tiñe sus abrigos de vibrantes colores. Rodarte va más allá creando una versión recién llegada del futuro.

InDigital

 

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