La ‘it girl’ más famosa de África no quiere ser negra
La decisión de la modelo keniata Vera Sidika de someterse a un tratamiento de blanqueamiento de piel abre el debate racial en el continente africano.
Lo anunció hace dos semanas en horario de máxima audiencia y los estupefactos televidentes enmudecieron. Vera Sidika, la modelo keniata que hasta hace nada encarnaba el ideal nacional de belleza, contó en televisión el proceso de blanqueamiento de piel al que se había sometido unos días antes en Londres. Lo explicó de forma jactanciosa y en el estilo marrullero que la ha hecho famosa en Kenia y en los países vecinos. La "Kim Kardashian" del continente africano, como ella misma se define, no escatimó en detalles en la entrevista concedida al presentador Larry Madowo, de la televisión pública NTV. Reveló que tras abonar los 125.000 euros que cuesta el tratamiento, consiguió rebajar tres tonos de piel. Esa misma noche las redes sociales estallaron y al día siguiente la prensa del país le afeó el gesto. El mensaje que encerraba su decisión es, según muchas voces, manifiestamente racista.
En pocas horas el hashtag #BleachedBeauty (belleza decolorada) consiguió más de 7.500 menciones en Twitter y Vera Sidika pasó de heroína a villana en cuestión de minutos. Ella, por su parte, se mostró encantada de la vida. "Estoy muy feliz con mi nueva imagen, necesitaba un cambio en mi vida", aseguró como quien acaba de salir de la peluquería. Wallace Kantal, periodista del diario Daily Nation, denunció en un artículo que Sidika "representa el nuevo rostro del capitalismo" porque encarna la personalidad de alguien que "no tiene límites". Kantal lamentó "la evidente crisis moral y de valores que vivimos", y rechazó la atención que recibe la modelo en los medios de comunicación. La celebrity más popular de Kenia, otrora abanderada de la belleza rotunda y sin complejos, hizo caso omiso a los comentarios de Kantal y de cuantos la han acusado de traicionar su raza.
Vera Sidika en dos instantáneas que demuestran su cambio.
Pero, ¿en qué consiste el tratamiento al que se ha sometido Sidika? En los últimos años el blanqueamiento de piel se ha convertido en una técnica de creciente popularidad en ciertos países. Las cremas indicadas para tal fin, tradicionalmente empleadas para erradicar manchas de nacimiento o marcas derivadas del vitíligo –pérdida gradual de la melanina–, también se aplican en casos como el de la it girl. Entre los principios activos y los ingredientes que componen estas pócimas podemos encontrar arbutina, hidroquinona, ácido kójico, ácido azelaico y, en ciertos casos, también mercurio. Las concentraciones de algunos cosméticos que escapan del control de las autoridades –los que se adquieren en el mercado negro– pueden provocar graves daños e incluso cáncer, según denuncian los expertos.
El blanqueamiento de piel es una técnica muy extendida en Estados Unidos, muchos países de Asia –con Japón, India, Filipinas y China a la cabeza– y África, principalmente en Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Togo. Se trata de un negocio valorado en miles de millones de euros a nivel global, que la Organización Mundial de la Salud intenta regular como puede. En un informe publicado el año pasado, la OMS denunció la "elevada" presencia de mercurio en algunos productos para aclarar la piel. En Kenia blanquearse la piel sigue siendo un tema tabú, y muchas veces los tratamientos se llevan a cabo en clínicas clandestinas o en la trastienda de centros de belleza.
La confesión pública de Sidika es una excepción, y un vistazo a vuela pluma por el show business serviría para constatar el cambio de tonalidad de no pocas celebridades afrodescendientes que jamás han reconocido haberse sometido a este procedimiento. La estrella pop nigeriana Dencia, a quien muchos la consideran como la "Lady Gaga" de África, lleva años sirviéndose de su poder mediático para vender las ventajas de la piel blanca en una decisión que se presume más ideológica que estética. Hace unos meses lanzó una línea de productos blanqueadores llamada Whitenicious.
Hay quien sostiene que de nada sirve entrar en disquisiciones raciales, pues al fin y al cabo son muchas las personas de raza blanca que desean estar morenas y no resulta descabellado pensar que alguien de raza negra pueda desear lo contrario. Pero en este caso hablamos de una decisión irreversible que altera la pigmentación de la piel para siempre, así que compararlo con un bronceado resultaría algo pueril. Solo Vera Sidika conoce los verdaderos motivos de su decisión, y por la pinta no parece dispuesta a que nadie la psicoanalice. Ella prefiere hacerse selfies.
Vera Sidika antes y después del tratamiento.
Facebook / Instagram (@vee_beiby)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.