La boda real más hippy-chic

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo ya son marido y mujer. Ayer sábado se dieron el sí quiero a las 11:45h de la mañana en el Salón del Trono del palacio monegasco. Una ceremonia civil celebrada en la más estricta privacidad con un espíritu atípico y original que caracteriza a los novios.

El momento más esperado fue la aparición de la novia: Tatiana Santo Domingo lució un sencillo modelo blanco de una de sus marcas favoritas, Missoni, muy fiel a su estilo. El vestido de novia, con manga por el codo, escote de pico y detalles en zig zag, lo combinó con unas sandalias planas de color plata. El vestido era de dos piezas, una parte superior de punto más grueso, y la falda, de punto más fino.

Como peinado, Tatiana lució un pelo suelto de ondas con una corona de flores, un estilo desenfadado y muy hippie. La novia apenas llevó joyas: sólo una fina pulsera en la muñeca izquierda y un anillo con una gran pieza en la mano derecho. El maquillaje fue de tonos muy naturales.

Los novios descendiendo de la impresionante escalinata del palacio de Mónaco.

Andrea Casiraghi lucía impecable un elegante traje azul. Cogidos de la mano y acompañados por su inseparable mascota, un Boston Terrier llamado Daphne, los novios descendieron de la impresionante escalinada del palacio con una amplia sonrisa, ante la mirada de su más de 350 invitados.

Las imágenes de cómo fueron vestidos los invitados son todo un misterio. Sólo algunos amigos de la pareja han subido fotos a las redes sociales. Lo que está claro, es que los colores llamativos y los estampados fueron los grandes protagonistas de la velada real.

Las amigas de la novia lucieron vestidos alegres con estampados florales de Valentino. ¿Serían las damas de honor?

La cerveza no faltó en la boda. En la imagen, Julio Mario, DJ y hermano de la novia, posa junto a varias invitadas.