De Lady Di a Kirsten Stewart: cómo el zafiro de Garrard ha logrado seguir siendo un superventas 40 años después

La nueva imagen de Kristen Stewart como Diana de Gales en Spencer, el biopic dirigido por el director chileno Pablo Larraín que verá la luz el próximo otoño, no solo confirma la asombrosa transformación de la actriz de Crepúsculo en la malograda princesa, sino que vuelve a poner el foco en el anillo de compromiso más famoso de la historia.

Stewart luce en la película una réplica de la sortija de Garrard & Co, con orla de diamantes y zafiro central de Ceilán de 12 quilates, que Carlos de Inglaterra le regaló a Lady Di como símbolo de su compromiso y que ahora pertenece al joyero de Kate Middleton. El mismo que ha dado lugar a lo largo de estos años a incontables imitaciones (en numerosas joyerías es frecuente encontrar anillos de compromiso bautizados con el nombre de Diana que reproducen el original), tendencia que incluso se disparó después de que el príncipe Guillermo se lo regalara a la duquesa de Cambridge, experta en poner de moda todo lo que luce. También la reciente emisión de la cuarta temporada de The Crown volvió a poner de moda la joya. Según publicó la joyería londinense Taylor & Hart, expertos en piezas a medida, las solicitudes de anillos similares al de la Princesa de Gales se dispararon un 300% tras la emisión de la serie.

La propia casa joyera Garrard & Co, con casi 300 años de historia a sus espaldas, y proveedora de joyas para la familia real británica después de que la reina Victoria nombrara a Garrard como el primer joyero oficial de la Corona en 1843, sigue fabricando un modelo muy similar disponible en varias versiones (también con otro tipo de piedras). La más económica casi alcanza los 8.000 euros y la más fiel al auténtico anillo de Diana ronda los 16.400.

Tal y como se pudo ver precisamente en The Crown, fue la reina Isabel II quien le ofreció a la joven Diana una particular «caja de bombones» repleta de una selección de anillos presentada por William Summers, el Joyero Real de entonces y director de Garrard, la joyería londinense que prestó servicio a la familia real británica hasta 2007. La joven Diana se decantó por el anillo de zafiro y diamantes –cuyo valor correspondería a día de hoy con unos 137.000 euros– contribuyendo con su elección a crear la leyenda que envuelve a la pieza. Annie Sulzberger, jefa de documentación de The Crown, explicó que existen varias teorías de por qué Diana eligió ese anillo: se dice que lo hizo porque hacía juego con el color de sus ojos, que en realidad fue cosa de la reina, que le recordó al anillo de compromiso de su madre o que le llamó la atención, como dijo supuestamente la propia Diana, «porque era el más grande».

En los años sucesivos el anillo se convirtió en fiel compañero de la princesa, que incluso lo siguió llevando después de separarse del príncipe Carlos en 1992. Ahora es igual de ubicuo en las apariciones de la duquesa de Cambridge, que lo recibió como regalo por su compromiso con el príncipe Guillermo (en realidad fue Harry quien lo tenía guardado como recuerdo de su madre, pero se lo cedió a su hermano para la pedida de mano). ¿Volverán a dispararse las ventas de este tipo de sortijas tras la emisión de Spencer?