_
_
_
_
_

Agencia de empleo Influencers S.A. ¿A cuántas personas da trabajo una cuenta de Instagram?

La prescripción en redes sociales se cotiza al alza. Por ello detrás de cada gran influencer hay todo un equipo que da forma a una estrategia que suele diversificarse en empresas que monetizan los likes.

La 'influencer' María Pombo confesaba en 'El Hormiguero' que su equipo está formado por 16 personas.
La 'influencer' María Pombo confesaba en 'El Hormiguero' que su equipo está formado por 16 personas.dr
Patricia Rodríguez

Es una mañana cualquiera en una oficina en la madrileña calle de Monte Esquinza. Jorge Redondo acaba de revisar en qué punto está el desarrollo de la próxima campaña de San Valentín y cómo evoluciona el stock de cartonaje. A continuación supervisa y reparte tareas entre un equipo de 13 personas. Él no es el comprador de una firma ni el ejecutivo de una tienda multimarca, sino la mano derecha de la influencer Paula Ordovás (algo más de 540.000 seguidores en Instagram). Su posición, responsable de gestionar los negocios de una personalidad en redes sociales, es cada vez más común.

Pero… ¿cuántas personas son necesarias para subir una foto a redes?

La caja de los truenos la abría María Pombo (1.600.000 seguidores en Instagram) a su paso por el programa El Hormiguero el pasado martes, al desvelar cuántas personas trabajan para ella: “A lo mejor somos una media de 16. Somos muchos”, le dijo a Pablo Motos en prime time. “Aunque la gente no se lo crea, esto es una profesión real”. Pero la gente, al menos la gente que habita Twitter, no se creyó a la madrileña e hizo de la declaración el asunto más comentado de la noche. ¿Para qué pueden necesitar equipos tan grandes las influencers que se dedican a compartir sus looks? La clave la daba también Pombo en el programa al recordar la primera vez que le ofrecieron dinero por ponerse una camiseta: “Ahí es cuando te das cuenta de que necesitas un equipo que haga una estructura en torno a tu imagen”. Al decidir monetizar esa creciente influencia en redes sociales entran en escena otros perfiles: desde agentes a estilistas, fotógrafos, gestores y hasta abogados.

“Hay mucho trabajo que no se ve detrás de una foto. Para empezar tienes que lograr crear una comunidad de seguidores a la que le interese ver esa foto”, apunta Paloma Miranda. Ella fundó hace cinco años Go Talents, una de las primeras agencias españolas dedicadas exclusivamente a trabajar con influencers. En su equipo ya son 12 personas encargadas de la gestión de 30 personajes como Rocío Osorno (1,2 millones de seguidores en Instagram), María Turiel (868.000 seguidores) o Itziar Aguilera (248.000 seguidores). “Nuestra labor consiste en coordinar todas sus colaboraciones publicitarias, además de asesorarles en su trayectoria, imagen, relaciones con las marcas… Es importante que ellos se centren en hacer contenido de calidad que les permita crear ese vínculo con su público. Para lo demás (papeleos, negociaciones, imprevistos, logística, contratos…) ya estamos nosotros”.

Un nuevo mapa laboral

El poder creciente de las redes sociales es innegable, especialmente entre ciertos segmentos de población (los más jóvenes) a los que no llega ni la televisión. “Si las marcas invierten en ellos es porque tienen un retorno”, defiende Miranda. Seguir las andanzas de estas chicas se ha convertido en entretenimiento para muchos. Las más avispadas (o mejor aconsejadas) saben que una personalidad potente y definida puede dar un buen empujón a la comunidad digital de una firma, posicionarla o generar suculentas ventas directas entre los que quieren emular su estilo de vida. Y eso se cotiza caro. Pero los influencers de hoy ya no solo se limitan a vivir de su cuenta en redes, a través de colaboraciones, sino que han convertido su marca personal en una empresa con numerosas divisiones. Y ahí es donde los equipos (y los ingresos) multiplican su tamaño.

Más allá de subir fotos a Instagram, María Pombo tiene dos marcas propias de ropa: Tipi Tent y Name the Brand. Cuando esta última lanzó su colección de otoño, el pasado mes de septiembre, recibió 700 pedidos en los primeros cinco días. Sus prendas oscilan entre los 59 y 69 euros. Echen cuentas. La madrileña, que acaba de cumplir 26 años, también utiliza su tirón para organizar un festival de reguetón que agota entradas.

“Además de la creación de contenidos, Paula tiene dos empresas: My Peeptoes Shop (la tienda online que lanzó hace tres años) y Better Naked, una plataforma de entrenamientos virtuales”, expone Redondo. Dos compañías que requieren sus propias sesiones de fotos, sus propios vídeos y su propia logística en la que participan otras 10 personas externas (además de las 13 del equipo). Diseñar una colección, contactar con proveedores, gestionar el stock o los envíos son tareas que necesitan muchas manos. “Ella está involucrada en cada paso, pero hay una planificación detrás y una estrategia. Y para mantenerlas hace falta el trabajo de muchos”, añade. Ordovás, que se ha posicionado como una de las cuentas de referencia de vida saludable y deporte, acaba de publicar también su propio libro. Son todas ramificaciones que se benefician de un engagement que ya querrían para sí muchos negocios.

A nivel internacional, convertir la marca personal en empresa muy rentable es también la tónica entre las influencers con más tirón, que compaginan sus negocios con campañas para marcas: Arielle Charnas y Something Navy, Chiara Ferragni y su línea de ropa y accesorios homónima o Elin Kling con Totême, que tiene una previsión de facturar nada menos que 21 millones de euros este año.

En lo que coinciden todas, de Ferragni a Ordovás, es que sus redes las gestionan ellas porque resulta fundamental no perder el tono. Sus equipos se encargan de todo lo demás, que no es poco. Quizá por ello los 25 empleados de Chiara Ferragni recibieron el año pasado un bonus de 3.400 euros. Quién sabe, igual no está nada mal trabajar para un influencer.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Rodríguez
Periodista de moda y belleza. En 2007 creó uno de los primeros blogs de moda en España y desde entonces ha desarrollado la mayor parte de su carrera en medios digitales. Forma parte del equipo de S Moda desde 2017.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_