Henar Álvarez: «En la comedia hay que saber controlar el ego»

Solo una metódica organización separa a Henar Álvarez (Madrid, 37 años) de experimentar una sensación similar a la de esos rockeros que, inmersos en la vorágine de una gira, apenas distinguen en qué ciudad tocarán esa noche. “Soy muy estricta, llevo mi agenda al dedillo”, ratifica la cómica y guionista que, en apenas tres años y con internet como lanzadera, se ha convertido en una de las figuras más solicitadas —y virales— de la industria. En su nuevo proyecto, la segunda temporada del concurso de Prime Video LOL: si te ríes, pierdes, engrosa el elenco de concursantes dispuestos a desatar las carcajadas de sus adversarios mientras tratan de reprimir las propias.

En el grupo de humoristas de LOL hay más mujeres que hombres. ¿Qué ha cambiado en la industria?

Que han confiado en nosotras. Siempre ha habido cómicas, pero ahora nos dejan hacer una comedia más de autora. Podemos escribir los chistes y hablar de la vida desde nuestro punto de vista. Con esa confianza hemos conquistado al público.

Y entre tanto estelar, ¿hay espacio para brillar?

En la comedia es importante controlar el ego, saber dónde estás y la posición que ocupas. Si, por ejemplo, estoy junto a Yolanda Ramos, lo más inteligente que puedo hacer es disfrutar con ella en lugar de intentar destacar.

Compartió un acto con el presidente Pedro Sánchez con motivo del Día de la Mujer. ¿La conocía?

No sé si es oyente de Buenismo bien (su podcast en la Cadena SER), pero nos tiene localizados porque al estudio han venido muchos políticos. Le invité al programa y me contestó: “Sí, si ya me lo habéis dicho varias veces”. Creo que prefería darle un tiempo…

También logró que Pablo Iglesias ‘perreara’ con usted. Tras conocer al presidente, ¿quién diría que tiene más dotes para la tarima?

Yo diría que Soraya Sáenz de Santamaría, que ya la hemos visto pinchando y dándolo todo.

Cuando acaba su intensa jornada laboral, ¿cómo hace una cómica para desconectar?

Los que nos dedicamos a esto no desconectamos nunca porque la comedia surge de nuestras vivencias. Tenemos que tener los ojos bien abiertos para sacar historias.

¿No resulta algo estresante tener que estar con el chip encendido siempre?

Tenía más estrés cuando estaba en una oficina dedicándome a algo que no me llenaba, levantándome muy temprano y aguantando a un jefe insoportable. Soy una privilegiada absoluta por poder vivir de lo que me gusta.