Guía de hoteles de alta costura para soñar despierto
Porque nadie nos ha recortado nuestros sueños, repasamos los hoteles decorados por los nombres más importantes de la moda.
A pesar de que el lujo sigue creciendo en estos momentos de crisis, los diseñadores de moda comienzan a diversificar y ponen su talento a cargo de otros ámbitos, como el menaje del hogar o la papelería. Sin embargo, también avanzan hacia proyectos más grandes, donde las colaboraciones con otras áreas de diseño y tecnología abren nuevas posibilidades, como las customizaciones de coches o el caso que nos ocupa aquí: los hoteles. Ya sean colaboraciones puntuales, ampliación de modelos de negocio o relaciones a largo plazo entre casas de moda y cadenas hoteleras, la cantidad de ejemplos es enorme. Aquí damos unas cuantas pistas para unas vacaciones de lujo.
Muchos de los diseñadores clásicos tienen sus rinconcitos hechos a medida repartidos por el mundo, a veces por encargo y otra por voluntad propia. Uno de los más hermosos es Le Bellechasse, de París, donde el espíritu de Lacroix se puede respirar en todos sus espacios, verdaderas obras de arte equipadas con diseños del francés. Una cucada en el centro de la capital francesa, en pleno Saint Germain y a dos pasos del Museo D’Orsay, sus tarifas comienzan en los 161 € por persona y tienen ofertas especiales que incluyen paseos en bici, jornadas en el Museo D’Orsay o packs de luna de miel.
Junto a París, Milán es la otra pata continental de la moda europea, y ejemplos de hoteles no faltan. En el barrio más fino de la ciudad, el Corso Como Garibaldi, se encuentra en Hotel Moschino. Situado en la antigua estación de tren que unía Milán con Monza (la segunda ruta más antigua de Italia), construida en 1840, mantiene el envoltorio decimonónico para acentuar el contraste con su interior, todo un ejercicio de surrealismo basado en los cuentos de hadas bajo la filosofía de Moschino de excentricidad y lujo.
Pero no todo se centra en las capitales de la moda. Edimburgo fue la ciudad elegida por el grupo hotelero Rexidor para su colaboración con la marca italiana Missoni. El acuerdo comenzó en 2009 con la sede escocesa y en 2010 continuó en Kuwait, alejándose del simple contrato de licensing. La propia Rosita Missoni es la directora creativa de ambos hoteles y está implicada en el día a día del interior de los establecimientos. La sede escocesa es el único hotel de 5 estrellas de la Milla Real, la calle más exclusiva de Edimburgo. Dentro de los planes de Missoni y Rexidor están nuevos proyectos en Brasil, Omán, Turquía y Mauricio. En Berlín, Karl Lagerfeld dejó su huella y su buen gusto en el Schlosshotel im Grunewald, donde cada una de sus 53 habitaciones es única y cuya inspiración en el barroco francés contentará a los más extravagantes. Y la experiencia del diseñador con los hoteles no acaba aquí, ya que el lujoso Cheval Blanc, situado en la exclusiva estación de esquí Courchevel de los Alpes franceses y propiedad del grupo LVMH, decora sus habitaciones con fotografías y objetos de arte seleccionados por Lagerfeld.
Armani da un paso más allá de la colaboración y directamente ha iniciado su propia red de hoteles, los Palazzo Versace. En el año 2000 abrió sus puertas su primera sede, en la Gold Coast australiana, bajo la intención de trasladar la opulencia de la vieja Europa al nuevo mundo. La exuberancia del diseñador italiano se mantiene a través de la arquitectura, el ambiente, el mobiliario y la decoración, con el mármol y el oro como materiales principales. Su segundo destino, por el momento, continúa por nuevos territorios y se ha instalado en Dubai, meca del derroche y el exceso. Todavía en construcción, el hotel estará basado en Khor Dubai, la parte histórica de la ciudad de los Emiratos Árabes. Dubai es uno de los destinos preferidos para este tipo de proyectos: a la espera de finalizar las obras del Palazzo, el turista de lujo puede disfrutar de otra mirada de Italia en la Armani Residence, situada en Burj Khalifa, la torre más alta del mundo.
El Caribe es otro de los lugares predilectos para ricos y famosos a la hora de irse de vacaciones y desconectar del mundo. Si además quieren pasar unos días rodeados de diseño exclusivo, existen algunas opciones. El dominicano Oscar de la Renta hace un guiño a sus raíces en el complejo de Tortuga Bay (Punta Cana), donde recibió el encargo de diseñar el interior de trece villas. Situadas a pie de playa, en un enclave privado, las estancias combinan sencillez, elegancia y elementos caribeños y cálidos. En Jamaica, Ralph Lauren se puso a disposición del resort Round Hill para rediseñar las habitaciones de uno de los lugares con más historia de la zona, ya que estrellas doradas de Hollywood como Errol Flynn o Paul Newman veraneaban por allí, así como John Fitgerald y Jackie Kennedy.
Imágenes del hotel Camper de Barcelona.
Y, centrándonos en nuestras fronteras, el caso más llamativo de colaboración entre diseñadores, arquitectos y hoteles es el Puerta de América en Madrid. El origen del proyecto surge de la empresa hotelera Silken, que se propuso crear un hotel único en el mundo que aunara diferentes maneras de entender el arte, el diseño y la arquitectura. Así, en el mismo espacio se dan la mano auténticas estrellas mundiales y nacionales. Jean Nouvel es el autor de la fachada y el concepto del edificio, construido en torno al poema Libertad de Paul Éluard. Además, otros arquitectos-estrella como Zara Hadid, Norman Foster u Oscar Niemeyer han participado en la creación de diversos espacios. Pero, en lo que nos atañe aquí, hay que poner el foco en la quinta planta, donde Victorio y Lucchino han tenido vía libre para dar rienda suelta a su arte. El lobby recrea un patio cordobés, incluyendo piezas de la colección particular de la pareja, como las dos esfinges de mármol blanco que presiden el espacio. Para las habitaciones, los andaluces mantuvieron el concepto personal creando ambientes en los que ellos se sentirían cómodos, juntando lo cómodo y lo único. Cada cuarto tiene una obra diferente del pintor Sergio Cruz y muebles negros diseñados por los propios Victorio y Lucchino.
También firmas de serie media han apostado por plasmar su marca en hoteles. Wilbert Das, el director creativo de Diesel, tiene su pequeño rincón paradisíaco en la pequeña población pesquera de Trancoso, en Bahía (Brasil). Uxua, el nombre del lugar, combina lo chic con arte tradicional de la zona y artesanía realizada por trabajadores de Trancoso. En España el ejemplo es Camper, que desde su Casa Camper de Barcelona en pleno Raval se expandió hasta el cuco barrio de Mitte, en Berlín.
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