Guerra a las camisetas a tres euros en la 080 Barcelona Fashion
Ante la emergencia climática, la pasarela catalana apuesta por lo sostenible: la diseñadora Sonia Carrasco, que pasó por Céline y McQueen, presenta una colección de residuo cero y otras firmas como Nous Etudions o Nicholas K apuestan por el veganismo en sus prendas.
«No veo normal que una camiseta valga tres euros. No encuentro normal que ese sea el precio real». Sonia Carrasco, la española que pasó por los talleres de Alexander McQueen y trabajó mano a mano con Phoebe Philo en Céline («de ahí aprendí a ser lo perfeccionista que soy ahora»), carga su artillería contra la moda rápida pocos minutos antes del desfile de su marca homónima en la segunda jornada de la Pasarela 080 Barcelona Fashion. «Cuando compras una prenda, hay pensar en todo el proceso que hay detrás, no solo la fábrica en sí: está el diseño, el proceso creativo y la confección. Es una cadena y la gente no es consciente de todo el trabajo que hay detrás. Una camiseta a tres euros la verán normal, pero tienen que comprender que un precio más elevado es más honesto. Solo tienes que tocar la prenda y entenderlo», insiste.
Esta diseñadora de origen valenciano que salió de los cuarteles de Inditex tras formarse en la Saint Martins (diseñaba para Zara TRF) se ha convertido en una de las creadoras patrias más comprometidas con el medio ambiente. Una labor que pasó la primera criba del prestigioso premio LVMH y ha sido aplaudida en Vogue Italia o el WWD. Su ecuación de conciencia y diseño minimalista frente a la emergencia climática es de convicciones férreas. «Somos –Carrasco siempre utiliza la primera persona del plural al referirse a su proyecto, a lo Maison Martin Margiela– una marca que solo utiliza tejidos puramente órganicos y 100% reciclados. Tenemos lanas, algodones, tejidos que provienen de botellas recogidas en el océano, todo con certificado Oeko-Tex», defiende. Tal es su nivel de concienciación por dejar residuo cero en la producción de sus colecciones funcionales que ya tiene preparado en su taller cinco bolsas con sobrantes de tejidos para hacer un telar. Su conciencia no solo está asociada a los materiales de su diseño (los botones, por ejemplo, son de papel reciclado o de algodón orgánico) o al proceso de producción (trabaja bajo demanda del cliente), también está aplicada a la ética laboral: «Somos una marca que trabaja con transparencia radical. Necesitamos contar todo lo que está detrás de la prenda, porque la hace más especial. Con todos los productores que trabajamos, por ejemplo, necesito conocerlos personalmente, saber en qué condiciones trabajan. Si no cumplen nuestros requisitos, lo siento pero están fuera», cuenta decidida. En la colección que presentó ayer, una continuación de la que mostró en enero, pasó del lema Your fashion is killing my world (Tu moda está matando a mi mundo) a sudaderas con la definición de sostenibilidad (en inglés) sobre un Don’t be fooled (Que no te engañen) en mayúsculas para recordar a todas esas grandes cadenas que ahora presumen de ser sostenibles de sus medias verdades. «Las marcas usan la palabra sostenibilidad muy a la ligera. Cuando nos presentamos, dijimos que somos una marca comprometida con el medio ambiente, en lugar de decir sostenibles porque es una palabra que requiere mucha responsabilidad».
Carrasco, que aplaude la labor de Stella McCartney en su cruzada por un lujo sostenible, lidera la firma más combativa de la pasarela catalana, centrada en esta edición en destacar a otras firmas que también hacen un uso con conciencia ecológica en sus diseños. Así lo defienden dos de las firmas internacionales invitadas: en Nous Étudions –liderada por la argentina Romina Cardillo que ha pasado por la pasarela de Londres, el Pitti Uomo o se ha asociado con Nike para una colección cápsula – el 60% de los tejidos que se utilizan son descartes y no se emplean pieles de animales porque es una marca vegana desde sus orígenes o la pareja de hermanos estadounidense Nicholas K, que usa únicamente materiales primarios y también rechaza las pieles animales.
Que la apuesta clara de la pasarela es incentivar proyectos frente a la emergencia climática quedó claro con los proyectos ganadores del Investor Day: B-Come, una firma que desarrolla una etiqueta inteligente que informa de la trazabilidad de la ropa y en la categoría Raising Brands, ganó Sea2See, una marca de gafas de sol fabricadas con material reciclado a partir de residuos marinos que combina el compromiso con el medio ambiente con un diseño italiano y una producción hecha a mano.
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