«Cállate, Matt Damon», la frase más repetida de Hollywood
El actor lleva varios años protagonizando polémicas sobre sus visiones del racismo, el feminismo o los abusos sexuales.
¿Es Matt Damon la Mariló Montero de Hollywood? A tenor de cómo echa humo el termómetro activista de Hollywood cuando el actor pontifica sobre cualquier tema, se podría decir que sí. Lo de posicionarse en la vida no le suele salir bien al ganador del Oscar por el guión de El indomable Will Hunting: cada vez que habla, las think pieces y la indignación global florece en su contra. Las últimas han sido varias actrices de Hollywood, que se han dispuesto aleccionar al actor en la importancia del #MeToo desde Twitter y medios de comunicación, ante el desconocimiento del intérprete, que se defiende como progresista, cuando habla del tema. «Creo que hay una diferencia en el espectro de este tipo de comportamientos», dijo Matt Damon en una entrevista en ABC News, «hay una diferencia entre, ya sabes, agarrar a alguien del culo y violar o abusar de niños, ¿verdad?».
En lugar de apostar por una reflexión social sobre qué dinámicas se han impuesto y cuáles deben modificarse frente al acoso sexual y el abuso de poder en el ámbito laboral entre hombres y mujeres, Damon lamenta que la única consecuencia de esta oleada de indignación global (que también criticó duramente mientras aplaudía el «empodaramiento femenino») sea la de hombres que ven dinamitada su carrera profesional. «El signo inequívoco hacia hombres y chavales jóvenes es que lo nieguen. Porque si tomas responsabilidad de tus actos y de lo que hiciste, sabes que tu vida se va arruinar«, lamentó.
Minnie Driver, que en su día fue pareja de Damon–el actor después voceó su ruptura, sin su consentimiento, en directo en el programa de Oprah–, mostró en Twitter su disconformidad con las declaraciones de su ex. Tras tuitear un «Dios Dios, ¿en serio?, la actriz escribió: «No. No se puede ser jerárquico con el abuso. Y no puedes decirle a las mujeres que solo porque un tío le enseñó su pene su sufrimiento no es tan grave como el de una mujer a la que violaron«. Driver después ofreció unas declaraciones a The Guardian en las que criticaba el déficit de comprensión masculina frente a estas dinámicas de género: «Me he dado cuenta de que la mayoría de hombres, buenos hombres, hombres a los que amo, tienen dificultades para comprender. Simplemente no pueden entender lo que es el abuso en el día a día».
God God, SERIOUSLY? https://t.co/NDZFrLDXil
— Minnie Driver TICKLESS WONDER (@driverminnie) December 15, 2017
No. You don’t get to be hierarchical with abuse. And you don’t get to tell women that because some guy only showed them their penis their pain isnt as great as a woman who was raped.
— Minnie Driver TICKLESS WONDER (@driverminnie) December 16, 2017
Alyssa Milano, una de las «silence breakers» de la revista Time este 2017, también se sumó a intentar aclarar el abecé de la cultura patriarcal al intérprete. La actriz publicó un hilo en Twitter al respecto donde incluía frases como «He sido víctima de cada componente del espectro del acoso sexual del que hablas. Todos duelen. Y todos están conectados a cómo un patriarcado intervino para normalizar, e incluso, dar por bienvenida, este tipo de misoginia«. También respondió la supuestamente perjudicial «cultura de la indignación» de la que alerta Damon. «No estamos indignadas porque alguien nos toqueteó el culo en una foto. Estamos escandalizadas porque nos hicieron sentir que esto era algo normal. Estamos indignadas porque nos han hecho luz de gas. Estamos indignadas porque nos han silenciado durante mucho tiempo». Para acabar haciendo un símil que simplificase la idea por si, así, lo entendía mejor de cara al futuro: «Hay diferentes etapas en un cáncer. Algunas son más tratables que otras. Sigue siendo un cáncer».
We are not outraged because someone grabbed our asses in a picture. We are outraged because we were made to feel this was normal. We are outraged because we have been gaslighted. We are outraged because we were silenced for so long.
— Alyssa Milano (@Alyssa_Milano) December 16, 2017
There are different stages of cancer. Some more treatable than others. But it’s still cancer.
— Alyssa Milano (@Alyssa_Milano) December 16, 2017
Ayer, en una entrevista al Business Insider, Damon volvió a la carga insinuando que ya está bien de hablar de los depredadores sexuales o por qué la prensa no hace hincapié en los hombres que no han cometido acoso. «Vivimos en este momento crucial, y es genial, pero creo que una cosa de lo que no se habla es de que hay muchísimos hombres con los que he trabajado que no hacemos este tipo de cosas y cuyas vidas no se verán afectadas», dijo. Los chistes sobre el/la posible publicista del actor y lo pésimamente que está llevando la promoción de su última película, Una vida a lo grande, no se hicieron esperar en las redes.
who is matt damon's publicist and when will a prince come and kiss her and wake her up from her sleeping spell? https://t.co/DJmYLTSwt1
— Taffy Brodesser-Akner (@taffyakner) December 19, 2017
Este no es un episodio aislado en la carrera del actor. La guerra a las meteduras de pata de Matt Damon, un intérprete que presume de su activismo con causas como la lucha contra el cambio climático o la escasez de agua en África, viene de lejos.
Si hace unas semanas también fue polémico su malestar como «padre de hijas» respecto a las primeras acusaciones sobre Weinstein, es bien sabida que su capacidad para liarla no solo atañe a cuando habla sobre acoso sexual o feminismo. Ya en 2015, algunos medios preveían lo que estaba por llegar: Matt Damon no es una mala persona, simplemente es un ignorante (Vox), Cállate, Matt Damon (The Daily Beast) o la variación del mansplaining que The Washington Post le dio a él solito cuando tituló Matt Damon todavía tiene mucho más Damonsplaining que hacer. Como cuando quiso restar importancia a la falta de diversidad racial en el cine y aleccionó sobre raza y privilegio a una productora afroamericana experta en racismo, Effie Brown (Dear White People, entre otros proyectos), ofreciéndole la solución apostando únicamente por actores de otras razas en el casting (lo que se ve) y no en otros puestos técnicos («cuando hablamos de diversidad, lo haces en el casting de la película, no en el casting del equipo»).
Si bien solo lo intentó arreglar tras la oleada de críticas («creo firmemente que debemos tener más directores negros haciendo películas», dijo), Damon volvió al epicentro de la polémica cuando recomendó a los actores del mundo que nunca salieran del armario. Lo hizo en una entrevista a The Guardian en plena promoción de Marte. «Seas gay o hetero, la gente no debería saber cuál es tu sexualidad porque ese es uno de los misterios con los que deberíamos ser capaces de jugar», dijo, casualmente, en una entrevista en la que él hablaba sobre su mujer y su lado familiar alejado de las cámaras.
En Por qué Matt Damon debería empezar a escuchar y dejar de hablar, publicado al hilo de la última polémica del actor en The Lily (el portal femenino de The Washington Post), Rachel Hatzipanagos pone perspectiva a los continuos derrapes del actor y aventura un cambio de paradigma en la hasta ahora permitida complacencia frente a aquellos incapaces de reflexionar. «Damon es un bro (machote) que va de progresista y que se niega en rotundo a escuchar las críticas de mujeres y gente de color, ya sea sobre sus amigos o sobre su trabajo. No quiere aprender porque ya lo sabe todo. Sus compañeros intentan enseñarle sobre acoso y diversidad, pero Damon insiste en pasar de ellos. Incluso con su sonrisa de Hollywood y sus credenciales progresistas, Damon no será inmune a las críticas, ahora que el #MeToo ha iniciado su camino. Debería empezar a escuchar a las mujeres que lo rodean, o al menos, podría callarse«.
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