Olivia Wilde habla del «infierno misógino» que ha sido la promoción de su última película: «Es tentador rendirse»

Hace tiempo que Olivia Wilde, desde que decidió reorientar su carrera a la dirección y contar historias desde un punto de vista femenino inédito en el cine masivo, no tiene ningún problema en hablar de forma honesta sobre las dificultades que se encuentran las mujeres a la hora de abrirse camino en puestos de poder y visibilidad en Hollywood. Pero ahora que acaba de terminar la promoción de su última película, Don’t worry darling, que ha estado rodeada de polémicas ficticias basadas en su supuesta enemistad con la actriz protagonista, Florence Pugh, sus palabras sobre el tema tienen más importancia que nunca.

Anoche, en una entrega de premios organizada por la edición norteamericana de la revista Elle y celebrada en el Getty Center de Los Ángeles, se dirigió a todas las mujeres presentes haciendo una alusión velada a los momentos que acaba de vivir: “Acontecimientos como el de esta noche nos ofrecen la oportunidad de juntarnos, mirarnos a los ojos y decirnos: ‘Sigue adelante’. Porque, seamos sinceros, no es fácil seguir adelante. De hecho, a veces es muy tentadora la idea de darnos una tregua y abandonar esta hoguera de misoginia rampante que es esta industria y decirnos ‘Buenas noches, buena suerte, preferiría comer cristales el resto de mi vida que seguir dedicándome a esto […]  Pero estos momentos son más profundos de lo que parece. Porque quizá son nuestro más sincero reconocimiento de que libramos una batalla constante en la que somos aliadas. Apoyándonos las unas a las otras para no desfallecer y dejar de avanzar en la lucha contra una oposición gigantesca que ha intentado dominarnos durante siglos. Si una de nosotras da un paso atrás, todas damos un paso atrás”. Wilde, además, aportó un toque de humor diciendo que la última gira prácticamente la envía a un centro de rehabilitación con un coma médicamente inducido.