Filmadrid se rebela contra la falta de mujeres en el cine

Cincuenta y seis años son muchos para que se repita una noticia. Si se trata de los que ha tardado en ganar una mujer el premio a mejor dirección en el festival de cine más prestigioso del mundo, el hecho es alarmante. El hecho de que Sofia Coppola se llevase la Palma por su trabajo en La seducción en Cannes, nos deja un sabor agridulce: la situación es difícil, pero al menos se ha puesto el punto de mira en ella.

El problema no existe solo fuera de la industria, también está dentro. El sexismo intrínseco que hay en el cine se dio a conocer gracias a Jessica Chastain, miembro de Jurado de la 70 edición del festival, presidido por Pedro Almodóvar. En la rueda de prensa tras la gala del palmarés, la actriz expresó su preocupación acerca de la representación de las mujeres que había observado a lo largo de su estancia en la Costa Azul: «Es preocupante cómo nos ve el mundo, para ser sincera. Hay varias excepciones, pero en general la representación de los personajes femeninos ha sido lo que más me ha sorprendido. Espero que cuando haya más mujeres encargadas de contar las historias también tendremos personajes femeninos que en los que podamos reconocernos», apuntó.

Esa traba está latente en la industria a día de hoy. Cuesta hacer reivindicaciones en las salas, y eso que las desigualdades están ahí fuera. Pero a los grandes estudios les interesan otros asuntos que atraigan a un público mayoritario. El cine corrobora en las salas lo que se ve en la sociedad. Hadley Freeman, en su libro The time of my life lo confirma: las historias de hace dos décadas eran más arriesgadas y mostraban a mujeres más valientes que las que se ven a día de hoy. Ahora la sociedad ha cambiado progresivamente en los últimos años y se ha vuelto más conservadora que en los ochenta. Freeman cita en el texto a Melissa Silverstein: «Lo que ocurre en las películas siempre refleja lo que pasa culturalmente en ese momento y lo que vemos en la gran pantalla es a la cultura estadounidense intentando poner a las mujeres en su sitio».

Por suerte, hay trabajadoras dedicadas a su profesión, encargadas de demostrar la fuerza de las mujeres «con un punto de vista propio», como apuntaba Chastain ante los medios de comunicación el último día en Cannes. Certain women es el nuevo trabajo de la directora Kelly Reichardt. En su sexto trabajo tras la cámara, la cineasta se inspira –como ya ha hecho con anterioridad- en un relato, esta vez de Maile Meloy, para exponer las historias de cuatro personajes que tratan de salir adelante. Cuatro personalidades cogidas a dedo en una misma región, cuatro identidades desconectadas pero que comparten una sola meta: ser valoradas. Cuatro crónicas protagonizadas por mujeres que valdrían como cortos independientes. Y que por desgracia, aparte de las mínimas conexiones que tienen, se encuentran bajo el mismo manto cubriente: el machismo.

La película de Reichardt no ha conseguido distribución en España. Sin embargo, ha sido la encargada de abrir la tercera edición del Filmadrid (hasta el 17 de junio). Casualmente, en el marco del propio festival se contará con un seminario impartido por Laura Mulvey, máxima representante de la teoría feminista en el cine. En su obra, la inglesa ha desarrollado la tesis de cómo la presencia de la mujer en la gran pantalla queda relegada al espectáculo visual, a una representación destinada a provocar la acción en el hombre.

La directora estadounidense rompe con esta aserción, y en su cinta no vemos rastro de esto. Por medio de la sutileza traza a unas mujeres fuertes pero confinadas en un contexto demasiado arduo para hacerse notar. No importa que sea en un despacho de abogados, en el seno familiar o con trabajos precarios. A través de este tríptico, Reichardt detalla las injusticias que persisten en el mundo actual. Una abogada a la que su insistente cliente subestima ante los compañeros hombres, una madre y esposa intentando desarrollar su vida familiar y una ganadera que encuentra en unas clases de derecho nocturnas la vía de salida para su soledad: mientras el curso será impartido por una joven licenciada que intenta ganarse la vida con un trabajo precario lejos de su domicilio.

Después de ver la historia comprobamos que no ocurre nada, son tres retazos de la cotidianeidad. A través de estos gestos habituales nos damos cuenta en pantalla de lo que sucede en la realidad: la sociedad menosprecia a las mujeres y ellas han de aguantar ese calvario sexista incrustado en el día a día. Ellas y su resistencia son el punto cálido y humano en ese paisaje rocoso, blanco e invernal. Laura Dern, Michelle Williams, Lily Gladstone y Kristen Stewart dan vida a estas cuatro mujeres a las que pese a su independencia el tosco entorno no les permite revelarse como merecen.

Con gente de a pie que quiere salir adelante, Certain Women nos hace recapacitar sobre la actualidad, una que por ahora padece el mismo hándicap que la industria cinematográfica: con pocas directoras detrás de las cámaras, habrá pocos retratos de mujeres delante. Cannes ha dejado patente las injusticias de género en el sector y Filmadrid parece haber querido tomar cartas en el asunto.