_
_
_
_

‘Feeders’ o el placer sexual de hacer engordar a tu pareja

La sexóloga Judith Viudes los define como «personas que encuentran el placer sexual en dar de comer y engordar a otra persona. Y la otra parte con un rol sumiso, lo consiente y le produce placer que así sea”. Analizamos la importancia de distinguir cuándo se trata de una conducta dañina.

Los 'feeders' encuentran placer sexual en dar de comer y hacer engordar a su pareja.
Los 'feeders' encuentran placer sexual en dar de comer y hacer engordar a su pareja.Robert Daly (Getty Images)

Por todos es sabido que al comienzo de una relación es normal engordar unos kilos. Más salidas a cenar, pedir algo de comida rápida para ver una película en el sofá o unos bombones por esa fecha especial pueden explicar que, durante el primer año de relación las parejas ganen varios kilos. Lo dice la sabiduría popular, pero también lo comprobó un estudio realizado por la empresa de investigación OnePoll para la compañía estadounidense de control de peso Jenny Craig. Hay parejas que pronto cortan esta rutina para no dejarse llevar. Para otras, en cambio, los kilos de más no son un problema, sino todo lo contrario. De hecho, disfrutan cogiendo peso, o haciendo que su pareja engorde, a veces, hasta límites que rebasan lo saludable.

Se trata de los llamados feeders, personas, por lo general hombres, que encuentran placer no solo en alimentar, sino en hacer engordar a sus parejas. “Un feeder es una persona que encuentra el placer sexual en dar de comer y engordar a otra persona. Y la otra parte con un rol sumiso, lo consiente y le produce placer que así sea (feedee)”, define la sexóloga Judith Viudes.

La sexóloga aclara que se trataría de una peculiaridad erótica “ya que estamos hablando de una conducta por la que se obtiene un placer sexual”. Aunque también podría entenderse como un fetiche. “Este sería el observar cómo una persona come en exceso y sube de peso y engorda. Por supuesto, también el excitarse con ese tipo de cuerpo con siluetas grandes”. Y es que los cánones de belleza, por mucho que nos empeñemos, no son los mismos para todo el mundo.  No hace falta más que echar un vistazo a los cuadros de una galería de arte para ver que los kilos de más y de menos son un factor variable.

“Vivimos en una sociedad que nos intenta imponer todo, desde cómo tenemos que dirigir nuestra vida, según nuestra edad, hasta qué nos tiene que gustar y cómo. Y entre toda esta imposición, están los cuerpos normativos y estereotipos concretos de cánones de belleza en los que tenemos que encajar, y esos mismos son los que nos tienen que gustar también. Y no. La belleza es muy cultural y subjetiva”, insiste la experta.

Respecto a por qué suelen ser hombres los que alimentan y las mujeres las alimentadas, puede que haya cierto rol cultural, aunque lo cierto es que este no siempre se cumple. “En consulta he tenido el caso contrario, era una mujer heterosexual quién encontraba el placer alimentando y engordando a sus parejas masculinas.  Ella disfrutaba muchísimo al ver cómo les daba de comer, les engordaba poco a poco y, especialmente, le encantaba observar cómo aumentaba la grasa abdominal de su compañero”.

La importancia del consentimiento

Como ocurre con gran parte de los fetiches, antes estas peculiaridades se vivían de puertas para dentro. Ahora la red nos permite encontrar iguales. Con los feeders no ocurre menos. Así, existen webs especializadas, como Fantasy Feeder, en la que se comparten todo tipo de fantasías relacionadas con la obesidad. También existen foros en los que los feeders comparten consejos sobre cómo hacer engordar a sus parejas. Incluso estas relaciones han sido documentadas por canales de televisión. Esta visibilidad ha permitido que haya más personas compartiendo esta forma de entender las relaciones.

La cuestión de fondo es que, como en cualquier relación de dominación y sumisión, lo importante es que ambas partes sepan de qué va el juego. Algo que no siempre es de esta manera. La conocida web body positive Weloversize recogía algunos casos de chicas que se vieron envueltas en una relación feeder sin saberlo y sin haberlo consentido.

“Durante los primeros meses lo de salir a comer y a cenar fue un no parar (…) El problema es que empecé a subir de peso de forma alarmante (unos 15 kg en los dos primeros meses de conocernos) y además de los comentarios de la gente, yo también empecé a sentirme incómoda con mi propio cuerpo” escribía Shara.“Cuando le enfrentaba y le pedía comprensión, se hacía la víctima diciendo que para él esa era una forma de demostrarme su amor, y que yo era una desconsiderada por no apreciarlo”.

En esta misma web, Maros también escribió una experiencia parecida. “Cuando le he dejado caer que quiero empezar a cuidarme, manifiesta que me va a apoyar en lo que yo necesite, pero luego aparece en casa con bolsas de patatas fritas, pizza y mis helados favoritos. Me los restriega por la cara hasta que caigo y acabo pecando”.

¿Un fetiche saludable?

El primer punto a aclarar por Judith Viudes es que “las prácticas sexuales, en su diversidad, siempre tienen que partir de una base donde exista el consenso y la seguridad para nuestra salud física y psicológica”. Partiendo de ahí, una relación nunca será saludable si una de las partes no está consintiendo libremente en llevar a cabo cualquier práctica. Sea realizar BDSM o comer sin límites. No obstante en el caso de que así sea, ¿es posible que engordar por placer pueda ser saludable? Todo depende de qué peso partamos y cómo efectuemos esa ganancia de peso. Es decir, los casos de feeders que buscan engordar a su pareja hasta hacer que pierdan la movilidad y hacerlas dependientes serán extremos totalmente diferentes a aquellos que simplemente tienen el fetiche de disfrutar ver a tu pareja comiendo y luciendo curvas.

“En consulta, es esencial centrarse en un trabajo cognitivo y conductual conjunto que les ayude a redirigir la conducta dañina y encaminarla a aprender nuevos patrones conductuales saludables”, añade Viudes respecto a cómo ha trabajado estos casos. ¿Y cuáles podrían ser estos nuevos patrones? En estos casos sería interesante tener en cuenta la visión de un nutricionista sobre cómo y hasta qué punto podemos coger unos kilos de forma saludable.

“Se puede ganar peso de varias maneras: cuando te alimentas de mucha comida basura, se coge peso rápido, y sobre todo se coge grasa y no es una forma aceptable de engordar. Si el aumento de peso es debido a una correcta alimentación, siendo equilibrada con un correcto aporte de nutrientes, debemos combinarla siempre con ejercicio físico”, aclara María Moreno Onieva, nutricionista de Vithas Málaga.

De este modo, hay que entender que se puede disfrutar de dar de comer a la pareja y de romper con los cánones de belleza, pero siempre teniendo en cuenta que su salud es lo primero. Optar por engordar rápidamente y con comida basura no debería ser una opción. Si esa persona consiente en ganar unos kilos, “es bueno incluir alimentos de alto valor calórico en nuestra dieta, pero saludables como, por ejemplo: los dátiles, los frutos secos, meter carbohidrato integral en las comidas, hacer todas las comidas importantes del día y no saltarse ninguna, eso sí evitando la bollería industrial y alimentos con mucha azúcar”, aclara la nutricionista.  Todo ello siempre teniendo en cuenta que llegar a límites cercanos a la obesidad o al sobrepeso puede suponer problemas para nuestra salud a largo plazo, por una relación que quizás no lo sea tanto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_