El nuevo álbum de Marilyn Manson hace resurgir el vídeo de Evan Rachel Wood relatando su violación y abusos

Poco antes de que estallara el #MeToo, Rachel Evan Wood allanó el terreno para visibilizar la cultura de la violación explicando en Rolling Stone cómo había sido agredida en dos ocasiones. “Sí. He sido violada. Por un ser querido mientras estábamos juntos. Y en otra ocasión por el propietario de un bar. La primera vez no tenía claro si aquello que hacía la pareja se consideraba violación, hasta que fue demasiado tarde. Además, ¿quién me creería?. La segunda vez pensé que había sido mi culpa y que tendría que haber luchado más, pero estaba asustada”.

La intérprete, conocida por el gran público por interpretar a Dolores en la serie Westworld, lleva desde entonces ejerciendo como una de las activistas más férreas para formalizar las leyes sobre abusos sexuales y agresiones. En 2018, relató los suyos frente al Congreso de Estados Unidos. La actriz se presentó junto a otras mujeres que han sufrido abusos sexuales para pedir un cambio en la legislación estadounidense de modo que se contemple una ley federal estatal que ampare a las mujeres en todo el país (Ley de Declaración de Derechos de Supervivientes de Agresiones Sexuales). Sin apuntar a un nombre concreto, Wood pronunció unas escalofriantes palabras narrando cómo su expareja la maltrató física y psicológicamente, la torturó y la violó. «Me ataba las manos y los pies para ser torturada mental y físicamente hasta que mi abusador sentía que había quedado probado mi amor por él», detalló la actriz frente al Capitolio de Washington. Y continuó explicando cómo esos macabros rituales acabaron afectándole psicológicamente. «Mientras estaba atada y era golpeada realmente creí que podía morir. No solo porque él me decía ‘podría matarte ahora mismo’, sino porque en ese momento sentí que había abandonado mi cuerpo y tenía demasiado miedo de huir».

La actriz también declaró que había sido violada por un hombre diferente tiempo después. «Debido a este abuso, cuando otro atacante me tiró al suelo en un almacén cerrado de un bar, mi cuerpo instintivamente supo qué hacer: desaparecer, adormecerse, dejarse ir», dijo Wood. «Haber sido víctima de abusos y violaciones con anterioridad hizo que fuera más fácil que me volvieran a violar, no al revés».

Todos esos abusos le han dejado secuelas psicológicas. «Siete años después de las violaciones, en plural (remarcaba), me diagnosticaron un trastorno postraumático que llevaba arrastrando durante mucho tiempo. Pensaba que me estaba volviendo loca; me autolesionaba y tuve dos intentos de suicidio hasta que ingresé en un psiquiátrico», confesó. También habló de la culpa que sienten las víctimas y como ella misma llegó a pensar «que lo merecía».

Unos meses más tarde, el 23 de abril de 2019, Wood testificó ante el comité de Seguridad Pública del Senado de California en nombre de la Ley Phoenix. Durante su testimonio, ella volvió a compartir las desgarradoras historias de haber sido abusada y torturada, tanto física como psicológicamente, por un hombre mayor cuando tenía 18 años. Wood nunca nombra a su abusador, según relata porque ha amenazado con matarla o hacer que la maten. El vídeo se ha vuelto a viralizar estos días con motivo del lanzamiento del nuevo álbum de Marilyn Manson, We are chaos. Los internautas señalan al cantante como presunto perpetrador de los abusos, ya que Evan Rachel Wood mantuvo una relación con Marilyn Manson en ese tramo de edad (se hizo pública cuando ella tenía 19 años) y atribuyen las citadas agresiones al cantante.

Ella misma defendió en un vídeo por qué no ha señalado a sus agresores: «No he nombrado a mis abusadores no porque no planee decir estos nombres eventualmente, sino porque comenzar ese proceso es emocionalmente agotador y financieramente agotador, realmente es una cosa agotadora para hacer y pasar. Y quiero hacerlo cuando esté lista». La intérprete describió  a sus agresores como «hombres blancos muy poderosos, muy ricos y muy narcisistas». También explicó que el proceso psicológico no es fácil: «Es algo aterrador tener que atravesarlo principalmente porque corres el riesgo de que no te crean y tu carrera se vea afectada», dijo. «También corres el riesgo de que te agoten las finanzas porque cuesta mucho dinero presentar una demanda e ir  juicio con alguien, especialmente si todo lo que tienes es tu palabra contra la de ellos y especialmente si se trata de personas muy poderosas. Una vez más estás a merced de tus abusadores y has pateado un nido de avispas y tienes un objetivo marcado en tu espalda».