La familia de Stella Tennant aclara el motivo de la muerte de la supermodelo a los 50 años
El pasado 22 de diciembre la modelo escocesa fallecía de forma repentina solo unos días después de su cumpleaños.
«Con gran tristeza anunciamos la repentina muerte de Stella Tennant el 22 de diciembre de 2020. Stella fue una mujer maravillosa y una inspiración para todos nosotros». Con estas palabras hacía público la familia de una de las supermodelos más icónicas de los 90 su inesperado fallecimiento. Ya entonces algunos medios apuntaron al suicido como causa más probable de su muerte, pero son ahora sus seres queridos quienes lo han confirmado al diario británico The Telegraph.
“Stella no se encontraba bien desde hacía tiempo. Sentimos profundamente que le resultara imposible seguir adelante, a pesar del amor de aquellos cercanos a ella. Mientras llora su pérdida, su familia renueva su sentida petición de que el respeto por su intimidad continúe”, han explicado al periódico. La supermodelo sufría graves problemas mentales y su allegados han querido hacer pública la causa de su muerte precisamente porque «sienten que es importante crear conciencia sobre la salud mental, ya que con demasiada frecuencia se malinterpreta».
También han querido aprovechar para agradecer “la lluvia de mensajes de pésame y apoyo” que se sucedieron tras hacerse pública la noticia de su prematura desaparición, llenándose las redes sociales de sus icónicas fotos y frases de condolencia entre las que destacaron las publicadas por figuras de la moda como su colega de profesión, Linda Evangelista, o el editor de Vogue Edward Enninful, entre otros muchos.
Tennant, icónica modelo desde los 90, fue una de las favoritas de Karl Lagerfeld, de Céline o de fotógrafos como Juergen Teller y provenía de familia aristócrata. Nacida en Escocia en 1970, era nieta del duque y la duquesa de Devonshire. Sus padres son el Honorable Tobias William Tennant, hijo del segundo Barón Glenconner, y lady Emma Cavendish. La maniquí fue descubierta en 1993, tras graduarse en Bellas Artes, por la no menos icónica Isabella Blow. Su corte de pelo pixie, su estética de aristócrata desenfadada, su figura y su altura la distinguían del resto de supermodelos de la época, convirtiéndose en el reverso con aires andróginos de modelos más voluptuosas como Claudia Schiffer o Karen Mulder. Fue Steven Meisel quien la fotografiaría para la edición británica de Vogue y una semana después ya tenía campaña con Versace. Dos años después llegaría un contrato con Chanel y su estatus de supermodelo se hizo realidad en una era en la que las maniquíes lo tenían todo.
Retirada junto a su marido, el fotógrafo David Lasnet, y sus cuatro hijos, en un castillo en Escocia desde principios de la década pasada, Tennant siguió trabajando los últimos años dejándose ver en campañas (para Zara, por ejemplo) o desfiles como el de Versace alta costura, el último en el que apareció. Su familia ha querido despedirla destacando para The Telegraph «que fue un espíritu bello al que sus amigos y familiares cercanos adoraban, una mujer sensible y talentosa cuya creatividad, inteligencia y humor conmovió a muchos».
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