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No fue mi culpa, fue de mi estilista

Las estilistas son cada vez más importantes en el circo de Hollywood. Hacemos un repaso de quiénes son y a quién visten.

estilistas hollywood cover
Getty

 Las películas, los actores, pero cada vez más, los vestidos. Año tras año, ese corto paseo que dan las actrices por la alfombra roja del teatro Kodak de Hollywood es objeto de análisis y depellejamiento a gran escala. Sin importar quién se lleva la estatuilla, se ganan y pierden roles, se forjan reputaciones y nacen estrellas.

Con ese nivel de escrutinio, se impone la dictadura de lo correcto. Poco se deja a las corazonadas y a la imaginación. Esa imagen de las actrices en un atelier probándose prendas con una copa de champán en la mano es pura fantasía. En realidad tiene más que ver con un proceso altamente sistematizado y profesionalizado que abarca el vestuario de las jornadas de promoción y el de toda la temporada de premios. Se vende en un paquete: tal actriz, tal estación, pues será tal imagen.

Las estilistas, porque la mayoría es femenina, son unas poderosas intermediarias. Forjan relaciones con diseñadores que crecerán en popularidad (lo que sucedió con Elie Saab y Halle Berry), filtran prendas que crearán tendencia  y convierte a las actrices en algo que da mucha grima enunciar: productos. La imagen que construyan para las intérpretes, podrá resultar en lucrativos contratos publicitarios o nuevos papeles.  

A mediados de marzo Hollywood reporter desvelará la lista de la estilistas más poderosas de la industria. Hasta entonces, estas son las más firmes candidatas.

Rachel Zoe. El año pasado fue elegida la estilista más poderosa de Hollywood. Aunque es algo terrorífica, su influencia es innegable.  Se hizo famosa convirtiendo a it girls como Nicole Richie y Mischa Barton en clones disco-hippies. Pero las ha sobrevivido y superado. El suyo ya es un negocio a todo trapo. Diseña su propia línea de ropa, protagoniza un programa de televisión y es invitada a las entregas de premios junto a sus clientas. Ahora está tremendamente ocupada, darling, pero hace hueco para trabajar con Anne Hathaway o Cameron Díaz.

Kate Young. Con el pelo platino, siempre de negro y con un deje rocanrol, es de las más cool del grupo. Natalie Portman recogió su Oscar embarazada con una de las elecciones de Young.  Este año vuelve a encargarse del vestuario de la actriz, que entregará premio y también del una de las nominadas: Michelle Williams. Young ya creó un inolvidable estilismo de oscar para Williams: ese maravilloso vestido amarillo de Vera Wang combinado con carmín rojo y un collar antiguo. Y si fue suya la decisión de que la actriz llevase un  H&M en los Baftas, hay que darle puntos por desprejuiciada.

Kemal Harris y Karla Welch. Su especialidad son las  actrices más jóvenes e indies. Algunas de las marcianadas de Chloe Sevigny llevan la marca de estas estilistas y  Zooey Deschanel recurre a ellas cuando se quiere quitar los vestiditos retro-naif.   Vistieron a Hailee Steinfeld en los Oscar y en la fiesta posterior sustituyeron sus tacones rosas de Ferragamo por unas converse rojas. Poco después Steinfeld , de 14 años, consiguió contrato con Miu Miu.

Petra Flannery es la estilista de las chicas de moda. Gracias a ella, Emma Stone ha pasado de ser una chica simpática a toda una dama que luce Lanvin con la naturalidad de quien va así a hacer la compra. Flannery también fue la encargada de la transformación de Mila Kunis. Su aparición en los Oscar, de Elie Saab Haute Couture.le valió una campaña de Dior.

Tanya Gill. Esta británica ha trabajado con Gaultier y Margiela y colaborado con icónicas revistas de tendencias como The Face. Puede presumir de haber pulido el look de Kate Winslet.

Jessica Paster es la más veterana. Entre sus clientas están Emily Blunt, Andrea Riseborough (protagonista de W.E y nombre a tener en cuenta) y las hermanas Dakota y Elle Fanning, protagonistas de sendas campañas de Marc Jacobs.

Elizabeth Stewart se apuntó el tanto del siglo en los Oscar del año pasado, cuando enfundó a Cate Blanchett en un exquisito vestido de Givenchy Alta Costura.  Este año se encarga de Jessica Chastain, nominada como mejor actriz secundaria.  Stewart borda la elegancia simple y contemporánea.  Tiene especial ojo para los colores, sobre todo se percibe en los modelos que elige para Freida Pinto.

Cristina Ehrlich. Esta ex bailarina se encarga junto a su socia Estee Stanley  del vestuario de Penélope Cruz y la estilosa Diane Kruger. Sí es muy decepcionante que hasta la Kruger se vista con ayuda.

Jennifer Rade. Su trabajo con Angelina Jolie tiene mérito porque no deja rastro de su trabajo. Ese estilo clásico de quien se sabe espectacular parece obra de la propia actriz, no de una estilista.

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