Megan Montaner: «Hay que poner un monumento a las abuelas»
Tras cimentar su carrera televisiva, la actriz trata ahora de replicar su éxito en la gran pantalla con ‘La vida padre’.
No ha necesitado hacerse omnipresente en la alfombra roja, viralizar sus redes sociales o liderar un pelotazo del streaming. La receta hacia el éxito de Megan Montaner (Huesca, 35 años) presume de cocción lenta —“de tenerlo horas en la chimenea”— y con ingredientes tan de cercanía como la perseverancia. Desde que alcanzara el punto de ebullición con El secreto de Puente Viejo, la oscense ha ido subiendo escalones hasta situarse como una de las caras más reconocidas del país. Ahora, con La vida padre (el 16 de septiembre en cines), la actriz interrumpe su agenda televisiva para sacar brillo a su registro cómico en la gran pantalla. Montaner da vida a una doctora que ejerce como nexo de unión durante el reencuentro entre un chef (Enric Auquer) y su padre (Karra Elejalde), desaparecido hace 30 años.
Que los actores de éxito se dan la vida padre: ¿mito o realidad?
¡Un mito absoluto! (ríe) Bueno, supongo que para algunos sí, pero mi vida ahora mismo es solo trabajo… y bienvenido sea. Pero tengo ganas de pegarme la vida padre al menos una semana.
Utilizamos la expresión ‘la vida padre’ como sinónimo de vida plena, pero ¿por qué no decimos ‘la vida madre’?
Imagino que porque el patriarcado histórico lo estableció así y hemos heredado ese legado. Deberíamos poder decir también ‘la vida madre’ y que tenga el mismo significado, buscando la igualdad en la pareja. Yo me reparto las responsabilidades con la mía a partes iguales.
Usted ha podido conciliar la crianza de un niño sin que su proyección profesional se resintiera. ¿Cuál ha sido la clave?
La conciliación ha sido muy difícil, es un encaje de bolillos. Intentas estar el mayor tiempo posible, pero no siempre el trabajo te lo permite. Y santas abuelas, porque tanto mi madre como mi suegra me han ayudado muchísimo. Hay que ponerles un monumento.
Se habla del edadismo histórico en el cine, pero da la impresión de que está ahora en su mejor momento.
Absolutamente, porque ahora hay más papeles femeninos, con edades más adultas… pero también tengo compañeras con mucho talento y no trabajan. ¿Por qué? No lo sé, me encantaría escuchar a los capos que deciden eso.
No acude a muchas fiestas ni alfombras rojas…
Huyo de eso. Prefiero tener una vida discreta y prodigarme lo imprescindible. Crear el look, probarme el vestuario, maquillaje… no tengo tiempo para pensar en ello. Una vez me dijeron que mi vida es lo suficientemente aburrida como para que no hablen de ella.
Llama la atención su pereza, empezó como maquilladora.
En casa del herrero, cuchillo de palo. A mí me gusta mucho más que venga mi madre a casa y ponerla guapa que arreglarme yo.
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