El carisma de Elle Fanning: la actriz más joven del jurado en la historia de Cannes

No ha sido nominada a ningún Oscar o Globo de Oro y tampoco es uno de esos rostros célebres en todo el mundo gracias a algún taquillazo incontestable, pero quizás tenga el currículum más envidiado de Hollywood. Sin hacer demasiado ruido mediático pero con la solidez y el prestigio de las grandes de su tiempo, Elle Fanning se ha convertido en una de las actrices más reclamadas de la meca del cine. Con solo 21 años, cumplidos el pasado mes de abril, la intérprete estadounidense puede presumir de haber trabajado con algunos de los más alabados directores de la industria contemporánea, erigiéndose como una precoz musa del cine de autor. Un título ratificado con su –tan sorprendente como merecido– nombramiento para formar parte del jurado de la Sección Oficial del festival de Cannes, que arrancó este 14 de mayo, y que la convierte en la miembro más joven en los 72 años de historia del certamen. Quién necesita colocar una vulgar estatuilla en la estantería de su salón pudiendo reinar en la Costa Azul dando palmas… de oro.

“Cuando llamaron para preguntarme si quería formar parte del jurado me quedé en completo shock. No me podía creer, y sigo sin creerlo, que esté sentada aquí con estos increíbles artistas”, confesó Fanning en la rueda de prensa de la jornada inaugural del certamen. Su opinión será escuchada por cineastas de la talla de Yorgos Lanthimos (La favorita), Pawel Pawlikowski (Cold War), Alice Rohrwacher (Lazzaro feliz) o el presidente del jurado en esta edición, el oscarizado Alejandro González Iñárritu. Precisamente fue con el cineasta mexicano con quien interpretó uno de sus primeros papeles en el cine en Babel, que también pasó por Cannes. El idilio de la intérprete con el certamen comenzó en 2016 y no se ha perdido ninguna edición desde entonces. Una circunstancia que confirma, además de un excelente gusto para escoger papeles en proyectos interesantes, que su selección para el jurado está más que justificada pese a los recelos surgidos debido a su corta edad. “Sí, soy joven, pero empecé a actuar cuando era muy pequeña. Me siento honrada y orgullosa de representar una voz joven en este certamen y de poder ser una espectadora que ve las películas con otros ojos”.

Precocidad no es sinónimo de inexperiencia, y Fanning puede acreditar una rica filmografía en la que aparecen nombres como David Fincher, Francis Ford y Sofia Coppola, Woody Allen o Nicolas Winding Refn. Es una intérprete prolífica, que desde comienzos de la década trabaja a un ritmo de cuatro películas por año y que no se ha dejado seducir por el atractivo salarial de las grandes franquicias superheróicas o galácticas. Su única concesión ha sido la de proyectos con aroma de autor como Super 8 de J.J. Abrams o la saga Maléfica, que estrena este verano su segunda parte junto a Angelina Jolie. En su elección de papeles recientes hay patrones que se repiten, como su predilección por interpretar a personajes que exploran su sexualidad adolescente en películas como The neon demon, La seducción o Mujeres del siglo XX. “Su trabajo durante los últimos años ha dotado al cine de algunos de los retratos más honestos sobre la experiencia de madurar e incluso Fanning se ha atrevido con proyectos cada vez más valientes según ha entrado en la veintena”, escribe Zack Sharf en Indiewire.

Quizá esta motivación profesional proceda de su admiración por la que es su mayor icono cinematográfico. Desde que su padre llevara a casa una copia en DVD de La tentación vive arriba, cuando ella todavía solo tenía siete años, Fanning ha crecido obsesionada con la figura de Marilyn Monroe. Ha estudiado al detalle las entrevistas del mito erótico, la ha homenajeado en diferentes looks e incluso llegó a acudir a una subasta para conseguir una base de maquillaje y una crema facial que fueron propiedad de la actriz. “Siempre podías ver las emociones que sentía en sus ojos. Ella no sabía lo grande que era”, dijo en una entrevista con Vogue. Como Monroe, Fanning también se ha atrevido este año a dar el paso como cantante en el musical Teen Spirit (Alcanzando tu sueño), en el que interpreta temas de Robyn o Katy Perry. En los próximos meses la veremos dando vida a la hija de Javier Bardem –cuyo parecido físico tendrán que vendérnoslo muy bien para comprarlo– en el filme Molly e interpretando a Catalina II de Rusia en The Great (La Grande), una miniserie de Hulu que se convertirá en su primer rol protagonista televisivo.

La obsesión por Elle Fanning también es compartida por el mundo de la moda. Pocas actrices a su edad han logrado construir un estilo tan personal y alabado, caracterizado por la predilección por los colores pastel, el atrevimiento o los diseños de firmas como Prada, Valentino, Dior y Miu Miu. Con motivo de la colección otoño-invierno 2018 de esta última firma, la actriz debutó como modelo en el desfile que tuvo lugar en la semana de la moda de París y también es imagen de su nueva fragancia, Twist. A tenor de la cada vez más acentuada transformación de la alfombra roja de Cannes en una pasarela de moda con repercusión internacional, seguro que la presencia diaria de la joven sobre la misma nos deja varios estilismos para el recuerdo.

Una de las fotos más esperadas de la edición es la quizá la inmortalice junto a su hermana Dakota, la primera de la familia Fanning en hacerse un hueco en la industria gracias a papeles como el de La guerra de los mundos. Ambas mantienen una relación muy cercana y el pasado abril celebraron juntas en Las Vegas el cumpleaños de Elle. Aunque la proyección de su trabajo no ha conseguido la misma repercusión, Dakota goza de una estable carrera en la meca del cine con series como El alienista o su próximo papel en Érase una vez en… Hollywood. En la esperadísima película de Quentin Tarantino Fanning da vida a una de las ‘chicas’ de la infame familia de Charles Manson y tendrá el honor de desfilar por la Croisette con un elenco repleto de estrellas liderado por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt. Con la suerte, además, de que sea otra gran estrella, su hermana pequeña, la encargada de juzgarla. Con nombres de este calibre, será difícil que alguien achaque al nepotismo un posible triunfo.