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Cory Monteith: el historial de adicciones que ha acabado en tragedia

El protagonista de ‘Glee’, con un largo historial de adicción a las drogas, es la nueva incorporación a una trágica lista de intérpretes que se consumen antes de tiempo.

glee
Cordon Press

Una versión de Can’t Fight This Feeling grabada en vídeo convenció a los productores de ‘Glee’ de que el actor canadiense Cory Monteith, que por entonces contaba con 28 años, encarnaba esa candidez de instituto que buscaban para el personaje de Finn. Su participación en la serie le convirtió en una cara conocida a nivel internacional, además de conseguir que un actor sin experiencia previa en el mundo de la canción llegase a participar en más de 200 números uno. El proceso también aceleró una historia de adicciones que había comenzado a los trece años, y que le acompañaría hasta el final de su vida.

El pasado sábado, el cuerpo sin vida de Monteith fue hallado en el hotel Fairmont Pacific Rim, donde se hospedaba desde el 6 de junio. Allí pasó la noche del viernes acompañado por varias personas, pero fuentes policiales afirman que se encontraba solo en el momento de su fallecimiento. Las circunstancias recuerdan a las de otro intérprete que fue encontrado muerto mucho antes de tiempo: Heath Ledger, allá por enero de 2008. En ese caso, la causa fue una sobredosis accidental de medicamentos recetados. A falta de conocer los resultados de la autopsia, Doug LePard, jefe de policía de Vancouver, ha destacado que no se encontraron signos de violencia.

Monteith había entrado en rehabilitación el pasado mes de marzo, aunque su primera vez, tal como confesó en varias ocasiones, fue con 19 años. “Robé una cantidad de dinero considerable a un miembro de la familia”, reconoció el actor en unas declaraciones a E! Entertainment. “Sabía que me iban a pillar, pero estaba tan desesperado que no me importó”. Su novia en la ficción y en la vida real, Lea Michele, fue su gran apoyo durante esta última etapa en rehabilitación y ambos fueron fotografiados juntos el pasado mes de junio. Sería la última vez que Monteith apareciese en los medios.

Cada vez que una celebridad joven y con un historial de adicciones muere en Hollywood, los medios no pueden evitar acordarse de River Phoenix, víctima de una sobredosis en la víspera de Halloween de 1993. El actor, que se encontraba en una pausa de rodaje de ‘Dark Blood’ –película que no se acabaría de completar hasta el año pasado–, empezó a convulsionar a las afueras de The Viper Room, un local de Los Ángeles regentado entonces por Johnny Depp. Precisamente él tocaba en el escenario con su grupo cuando les llegó la noticia de que Phoenix estaba sufriendo un ataque fuera. El protagonista de ‘Piratas del Caribe’ recordaría años más tarde cómo vio a su amigo en brazos de su hermano Joaquin, que acababa de llamar a una ambulancia y no podía determinar si River estaba respirando o no. El Viper Club se convirtió en un centro de peregrinación para los fans, que no se podían creer que un actor tan prometedor se hubiera ido con tan sólo 23 años. Depp cerró el club todos los 31 de octubre hasta que vendió su participación en 2004.

No todos los casos de estrellas enganchadas desde edades muy tempranas acaban en tragedia. Drew Barrymore adelantó a Cory Monteith en su precocidad: empezó a fumar a los nueve, bebía regularmente alcohol a los once y probó la cocaína a los trece. Un año después, intento de suicidio mediante, ingresaría en rehabilitación. Otro caso popular es el de Lindsay Lohan: tras pasarse media vida entrando y saliendo de clínicas, aún sigue moviéndose en la cuerda floja. En los últimos meses, los medios amarillistas de todo el mundo declararon fiesta nacional el día que pidió al juez retrasar su entrada en rehabilitación hasta después de Coachella, aunque quizá el caso más sonado sea el rodaje de su última película, ‘The Canyons’. Tras ser descartada por varios festivales en base a “criterios de calidad”, esta película de Paul Schrader (que finalmente se estrenará este agosto en salas norteamericanas y VOD) ya empieza a ser despertar más morbo por los rumores sobre el comportamiento de Lohan en el set que por su alto contenido erótico.

En cambio, los compañeros de plató de Cory Monteith se han mostrado mucho más benevolentes con quien, en palabras de la actriz Dot-Marie Jones (Shannon Beiste en la serie), era un gran amigo y un hombre increíble. Los productores de ‘Glee’, en un comunicado conjunto con 20th Century Fox, lo describen como un actor excepcional, “y una persona aún más excepcional”. Pero la noticia de su fallecimiento también ha calado hondo en otras celebrities ajenas a la órbita de la serie. Puede que el panegírico más extraño de todos lo firmase Rihanna (vía tuit): “Cory Monteith, que tu espíritu esté en paz, que vueles con los ángeles… ¡Tengo el corazón roto, mis oraciones van para sus seres queridos!”. Por su parte, el nutrido grupo de fans de ‘Glee’ no ha tenido que desplazarse hasta el lugar de los hechos para depositar ramos de flores (como en el caso de River Phoenix), sino que han convertido las redes sociales en un tributo masivo al capitán del equipo de fútbol con el corazón de oro.

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