¿Es correcto besar a tu hijo en los labios?
Victoria Beckham ha publicado una foto besando a su hija en Instagram que ha generado mucha polémica. Consultamos a dos psicólogos infantiles si hay algo de malo en esta práctica.
Victoria Beckham ha felicitado el cumpleaños de su hija Harper a través de sus redes sociales con una foto en la que madre e hija se daban un beso. La estampa no tendría más trascendencia de no ser porque ese beso era en los labios y hordas de guardianes de la moralidad hallaron en la imagen la excusa perfecta para atacar a la ex spice girl.
Primero llegaron los insultos: “exhibición repugnante”, “vergüenza”, “asco”; luego llegaron las supuestas pruebas que avalaban la idea de que besar a un hijo en los labios “está mal”, es “inapropiado” o “incómodo para los demás”.
Incluso algún comentarista aseguró que no era un hábito recomendable “según los expertos” y que los niños que se educaban normalizando el beso en los labios con sus familiares podía “ser más promiscuos de mayores” o “confundirse sexualmente”. Al final, también llegaron las defensas: “Quien vea algo sexual en esa imagen está enfermo”, dijeron unos. “El problema es de quién juzga”, insisten otros.
Ni correcto ni incorrecto: opinable
Lo único que parece claro en este asunto es que se trata de una cuestión personal que pertenece, estrictamente, al ámbito privado de las familias. Podrá gustar o no gustar “pero a día de hoy ninguna asociación seria de psicólogos ni psicoterapeutas se ha pronunciado en la línea de que vaya a haber más promiscuidad o confusión sexual porque un niño sea besado en los labios con normalidad por sus padres”, asegura Abel Domínguez LLort, psicólogo infantil y juvenil . En la misma línea se expresa la experta Silvia Álava “no conozco ningún estudio científico que diga que esto es malo. Es una decisión personal y cada uno con los hijos puede hacer lo que le parezca que está bien. Lo que sí está demostrado es que la ausencia de cariño físico tiene un efecto negativo en los menores”, señala Álava.
A partir de estas evidencias, cada familia puede elegir el modelo de manifestación del amor que más encaje con su modelo educativo: “La expresión del afecto es una cuestión que pertenece al ámbito privado, a los valores en que cada familia quiera educar a sus hijos y del significado que esa familia dé a los besos. Habrá familias que preferirán dejar el beso en los labios para la pareja, para papá y mamá, en el caso de padres heterosexuales, o para papá y papá o mamá y mamá en el caso de parejas homosexuales. Un beso, en sí mismo, no tienen ningún significado, somos nosotros, la sociedad, quienes que se lo damos. Otra cosa es que si en el ámbito domiciliario le damos a un beso en los labios un significado de simple cariño, afectuoso y los hijos lo ven pueda darse el caso de que, en alguna ocasión, ese niño pueda darle un beso en la boca a otro niño en el parque o en el colegio. No es habitual, porque los niños son inteligentes y, si no lo ven en el colegio lo más seguro es que no lo hagan aunque lo vean en casa. Pero si se diera el caso y los padres de ese otro niño están en contra de esta expresión de afecto fuera del ámbito de la pareja podría darse un conflicto. Pero el beso, en sí mismo, es inocente, no tiene significado y de hecho en otras culturas el significado es distinto y hay besos en la nariz, tres besos o ningún contacto físico, bajo ningún concepto” explica Domínguez Llort que no se decanta ni por el “a favor” ni el “en contra” en este asunto.
Silvia Álava tampoco entra en consideraciones morales pero ella sí opina que “si bien hay que insistir en lo absolutamente necesaria que es la demostración de afecto con un niño nosotros decimos que los besos en la boca no son obligatorios. Es más, recomendamos que se enseñe al niño a distinguir para evitar posibles conflictos como este”.
Las redes sociales
Con independencia de las opiniones de cada familia al respecto, los expertos coinciden en que la foto no es digna de debate y mucho menos de insultos o acusaciones. Y tanto para Domínguez como para Álava, la sobredimensión del caso viene dada por la impunidad con la que se expresan las preferencias de cada uno en las redes sociales. “En la red confundimos lo que pertenece al ámbito privado de lo que sí es un debate público. Y más hablando de famosos. No sé si Victoria Beckham se arrepentirá de haber subido esa foto o si habrá buscado ella misma la polémica. Pero es cierto que la gente habla demasiado protegida por el anonimato de las redes y los pseudónimos. En cualquier caso, mi opinión como psicólogo infantil es que no existe ningún peligro para esa menor y que su madre es dueña de mostrarle su amor como mejor considere”, asegura Domínguez. “En realidad aquí no estamos hablando de los niños ni de cómo hay que educarlos o no. Estamos hablando de cómo nos enfrentamos los adultos a lo que no nos gusta. El problema es que no comentamos u opinamos. Juzgamos, no mostramos respeto por los demás, imponemos con insultos nuestras preferencias y eso sí que hay que evitárselo a los menores, porque eso sí que lo aprenderán si no educamos en la asertividad y el respeto”, señala Álava.
Una foto publicada por Victoria Beckham (@victoriabeckham) el
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.