Billie Eilish, Pornhub y la perversión del ‘de niña a mujer’
Durante décadas, se ha perpetuado y legitimado la sexualización y juicio físico de las adolescentes famosas en su paso a la vida adulta.
Año 2004. Las hermanas Olsen cumplen 18 años. Poco antes de llegar a esa fecha, a un empresario del porno de Honolulu llamado Chase Brown se le ocurre crear una web con un reloj cuya cuenta atrás marca el día de su mayoría de edad. La web especifica que al llegar el contador a cero, Mary Kate y Ashley ya serán ‘Playboy legals’. O lo que es lo mismo, podrán posar desnudas ante los ojos de todo el planeta. El canal E! de televisión y otras revistas online se hacen eco del invento del hawaiano y amplifican su audiencia. Cancha suficiente para alentar un alud de comentarios sexuales y perversiones imaginarias sobre unas adolescentes de 17 años en la red. «Parecía que salivaban por llegar al 13 de junio. Escribían como si el único impedimento hacia la pasión desenfrenada con unas millonarias actrices adolescentes fuese una molesta ley antiviolación que pronto sería irrelevante». Así lo recuerda la ensayista Alana Massey, que recoge este fenómeno en un capítulo sobre las gemelas en All the Lives I Want: Essays about my best friends who happens to be famous strangers. «La horda de hombres mayores anónimos esperando una sesión de fotos en Playboy que ninguna de las Olsen había pedido, y mucho menos sexo con desconocidos, fue muy siniestra. Había algo más oscuro que simple atracción sexual en todo esto. Todo el espectáculo llevaba consigo la sensación de que todos habían estado esperando a que estas niñas se hicieran adultas desde que debutaron como bebés en Padres Forzosos en 1987″.
18 de diciembre de 2019. Billie Eilish, la artista del año según los premios Billboard, cumple 18 años y según publicó inicialmente el vertical Indy100 de The Independent, aparentemente se convirtió en la persona más buscada en el portal de vídeos porno Pornhub. La plataforma emitió un tuit desde su cuenta oficial asegurando «que no lo había sido«, pero en su portal ya hay tagueados más de 1.000 vídeos con las palabras Billie Eilish y con mujeres que emulan el físico de la cantante. «Esperar a que una niña llegue a la edad necesaria para buscar fotos o vídeos con los que masturbarte no te hace menos creepy. Dejad de sexualizar a las adolescentes y a las niñas, jodidos enfermos», rezaba uno de los tuits más virales sobre el fenómeno que pesa sobre la artista, que ya ha expresado en más de una ocasión que viste ropa holgada para evitar ser cosificada.
«Había una cuenta atrás en una radio local hasta mi 18 cumpleaños –eufemísticamente, era la fecha en la que ya se podrían acostar conmigo porque sería legal–. Los críticos hablaban de mis «pechos incipientes» en sus reseñas. Entendí, muy rápido, aunque tuviese 13 años, que si quería expresarme por mí misma estaría poco segura y los hombres se verían con el derecho a discutir y cosificar mi cuerpo, pese a no estar cómoda con ello». Natalie Portman estalló en la Marcha de las Mujeres de Washington cuando aseguró en el discurso que llegó a modificar su comportamiento, rechazar papeles que incluyesen besos y enfatizó su lado «intelectual y serio» para no ser sexualizada. En su parlamento, compartió sus experiencias traumáticas en la industria, especialmente en sus inicios, cuando rodó con 12 años Leon, el profesional y experimentó «terrorismo sexual» a los 13, poco después de su estreno. En su viral discurso, aseguró que las consecuencias de esa sexualización le llevaron a construir una reputación basada en una moral «mojigata, conservadora, nerd y seria» para poder sentir que su «cuerpo estaba a salvo» y que el gremio, en consecuencia, la escucharía.
La sexualización permitida de iconos infantiles a los que hemos visto crecer no es un fenómeno nuevo. Los medios también han legitimado el escrutinio sexual/físico hacia chicas que están en pleno desarrollo hormonal, una valoración supuestamente amparada por una fecha en el DNI. Sirva como ejemplo aquel La hija de Figo ya es cancha reglamentaria de Record, titular de un diario deportivo mexicano, a propósito de un selfie que el exfutbolista del Madrid y del FC Barcelona compartió en las redes para felicitarla por su mayoría de edad. El director del rotativo pidió disculpas y cambió el enunciado, pero no lo hicieron otras tantas webs que optaron por ser más sutiles, aunque con un subtexto similar: Daniela Figo levanta pasiones con 18 años recién cumplidos o La espléndida mayoría de edad de Daniela Figo se pudieron leer en las webs de la prensa española. Como si con esa fecha simbólica se abriese la puerta a evaluar sus atributos físicos: la chica ya está en edad de merecer.
El marketing de las ‘Lolitas’ de la famosos
Julio Iglesias dedicó su De niña a mujer a su hija Chabeli, que tenía unos 12 años cuando lo ideó. Aquello era en 1981, ¿qué lamento escribiría ahora por la madurez de su estirpe si se lo dedicase a sus hijas más pequeñas, las gemelas, convertidas en «influencers y modelos«? Las aspiraciones profesionales de estas dos hermanas no van desencaminadas. No hay nada que le guste más a la industria de la moda que la hija de una celeb en pleno desarrollo. Alexander Wang fichó a Kaia Gerber (calcomanía viva de Cindy Crawford) con apenas 14 años para que posase comiéndose un donut de forma sugerente. El mismo año, Miu Miu la zambulló en una piscina a cámara lenta mostrando, erotizando, sus piernas para su campaña de gafas de sol.
Con el caso de la hija de Cindy Crawford se evidenció esa ansia de relevo generacional imposible que la prensa y el gremio escenifican a la que empieza a visualizarse la explosión hormonal de las hijas de los iconos de otra era. Hijas, en femenino, porque con ellos también pasa, pero de forma puramente anecdótica y con una media de edad bastante más adulta. El desembarco de Scott Eastwood (el musculado hijo de Clint Eastwood), el de Dylan Brosnan (hijo de Pierce Brosnan) o el de Jack Kilmer (hijo de Val Kilmer) probando suerte como modelos en la industria ha sido un simple telegrama, mediáticamente hablando, comparado con la infinita cobertura que ocupan las primogénitas de celebrities –excluyendo a la prole masculina de los Beckham, caso aparte por su influencia constante en las redes sociales–.
Uno de los ejemplos más evidentes de esta obsesión temprana rozando lo enfermizo ha sido la fijación con Lily Rose-Depp. Antes de llegar a los 18, la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis fue portada de Vanity Fair Francia, de Madame Figaro, de la revista Love y de V. Chanel primero le echó el ojo para su colección de gafas y después la convirtió en la nueva imagen de l’Eau de la mítica Chanel nº 5.
A Lagerfeld le gustaban jóvenes. Uno de sus últimos caprichos fue Selah Marley, hija de Lauryn Hill y nieta de Bob Marley (17 años). También sintió devoción por Willow Smith a sus 16 años. Vogue creyó que Apple Martin, hija de Gwyneth Paltrow y Chris Martin, era un icono de estilo a sus 13 años. Harper Beckham solo tiene ocho años, pero cuando tenía tres ya se calculó lo que podrían embolsarse sus padres si decidiesen convertirla en una «modelo de estilo» (40 millones).
La misma Massey resume en su libro qué es lo que mueve a toda esta extraña y perversa fascinación por escudriñar a las hijas crecidas de los famosos. Esta vez, en un ensayo dedicado a Anne Nicole Smith. Según explica, tras la muerte de la playmate, su ex pareja lleva cada año al derby de Kentucky a la hija de ambos, Dannielynn Birkhead, «donde la pequeña genera un espectáculo mediático por el llamativo parecido a su madre». La niña, que posó con seis años para Guess tal y como hizo su madre, ahora tiene 13. Según Massey, «cuando Danielynn apareció en la campaña de Guess Kids sorteó los caminos lascivos que Anna tuvo que pasar hasta que se la consideró lo suficientemente válida como para poder posar con la ropa puesta. La niña parece feliz, pero todos aquellos que crecimos viendo el sufrimiento de Anna Nicole no podemos evitar preguntarnos cuándo le llegará su hora».
*(Este reportaje se publicó inicialmente en 2017 y se editó en diciembre de 2019 para añadir la información sobre Billie Eilish y el desmentido de Pornhub asegurando que no era la persona más buscada de su portal)
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