Begoña Vargas: «No me imaginaban en este papel, pero insistí y parece que les convencí»
A punto de estrenar Malasaña 32, la actriz acumula papeletas para convertirse en la próxima reina del terror. Imagen de Uno de 50, hablamos con ella de la magia de la actuación, del poder de las redes y de sueños por cumplir.
Begoña Vargas trabajó en musicales, se estrenó en televisión con La otra mirada (TVE), alcanzó fama global gracias a Alta Mar (Netflix) y ahora prepara el estreno de su primera película como protagonista: Malasaña 32, la cinta de terror de Albert Pintó (17 de enero). Y aún no ha cumplido los 20 años. No confía en las redes sociales pero acumula cientos de seguidores. En ellas se hizo viral hace un par de meses al compartir el vídeo de un baile (y mucha química) junto a su novio, Óscar Casas: “No fue planeado, pero solemos bailar cuando salimos. El vídeo es de la boda de unos amigos. Al día siguiente no entendíamos nada”.
Aunque la relación de amor que la trae hasta aquí es la que protagoniza junto a Uno de 50, firma que la ha elegido como embajadora. “La conocí cuando hace unos años alguien me regaló un anillo. Era grande y de plata y me lo ponía todo el rato pero lo perdí, porque pierdo todo”. Todo menos las ganas o el optimismo. No es para menos.
En enero estrenas Malasaña 32. ¿Estás preparada para convertirte en la nueva reina del terror? Porque ya pasó con Manuela Velasco o con Leticia Dolera…
O con Sandra Escacena en Verónica. ¡Ojalá! La verdad es que se hacen muy buenas películas españolas de terror. El género me ha encantado siempre y es algo que quería probar. Y poder estrenarme en mi primer papel protagonista, de mi primera película, con una de terror… ha sido lo más.
¿Cómo llegó a ti el papel?
Fue a través de Bambú, que es la productora. Yo había trabajado con ellos en Alta Mar, pero buscaban a alguien más joven porque el personaje tiene 16 años. Me dijeron que no me imaginaban en el papel, pero pedí por favor intentarlo y parece que les convencí.
¿Y cómo preparaste algo tan psicológico?
Trabajé con una coach porque el terror tiene algo antinatural que no has podido registrar en tu vida. Mientras que otras tramas como la muerte de un padre o una ruptura pueden ser cosas normales, situaciones cotidianas que te pueden suceder, el terror tiene escenas heavies que se asemejan casi más a la tragedia griega. Estuvimos trabajando los diferentes niveles de miedo: cuando oyes algo y te asustas pero luego piensas que te lo has imaginado, cuando estás segura de que esto sí lo has escuchado, cuando ya lo ves, cuando te quedas en shock… hay muchas fases y es súper interesante investigar las reacciones.
La historia está basada en hechos reales…
Sí, está inspirada en un edificio que no se quería alquilar. Creo que hubo un incendio y murió gente. La verdad es que por suerte nosotros no grabamos en ninguna de esas localizaciones.
Tu primer papel en televisión fue Roberta (La otra mirada, TVE). ¿Qué pensaste cuando te lo confirmaron?
De primeras me emocioné muchísimo, me puse a gritar, a llorar… Fue una felicidad absoluta. Pero luego empiezas a leer, a ver cosas, a ver todo el trabajo que tienes por delante y dices: “Guau, vamos a ponernos a ello”. No me asusté, pero sí me dio respeto.
¿Qué similitudes encuentras entre las chicas de 1920 de La otra mirada y las de hoy en día?
En la manera de pensar han cambiado muchas cosas, pero luego hay otras que no tanto. Creo que la mujer está más valorada a día de hoy, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
Tu personaje sufre una violación dentro de la pareja. ¿Por qué cuesta tanto que se crea a las mujeres aún hoy?
Esa es mi pregunta. Creo que una mujer no tiene necesidad de mentir sobre esto. Si le ha pasado es que le ha pasado. Y lo que tenemos que hacer es dar apoyo.
¿Alguna vez has presenciado alguna situación de machismo en tu trabajo?
En rodajes, no. En la vida, claro que sí: hay historias que nos han pasado a todas, por eso cuando las contamos nos sentimos identificadas. Pero trabajando he tenido mucha suerte, que es como debería ser.
El panorama ha cambiado mucho desde el estallido del movimiento #MeToo…
Ahora en los rodajes está todo mucho más controlado. Hay mucha atención puesta en esto. A la mínima que alguien dice algo, se tiene mucho en cuenta.
Tú tienes solo 19 años. ¿Crees que las nuevas generaciones están más concienciadas con el feminismo?
En el círculo que me muevo, todos piensan como yo. Todos somos feministas. Pero luego vas a otras partes, hablas con gente de tu edad, y te das cuenta de que no es algo tan generalizado. Y aunque sí algo más entre las mujeres, sobre todo encuentro a muchos chicos que no.
¿Cómo ves la situación actual de la ficción española?
Creo que sigue existiendo un prejuicio de los españoles hacia estos productos. Igual antes el cine no estaba a la altura de lo que se hacía fuera, era complicado sin tener la producción o los presupuestos. Pero la ficción española ha mejorado a pasos agigantados. Ahora tenemos productos que son súper reconocidos.
Tienes más de 315.000 seguidores en Instagram. ¿Qué representan para ti las redes sociales?
Me gustan, claro, pero siempre con cabeza. La verdad es que no publico muchísimas cosas: alguna foto que haga, algo que quiera compartir de mi trabajo… pero no soy una actriz que esté por ejemplo por Stories hablando o comunicándome con ellos directamente. No me siento cómoda. Dejo que me descubran en la tele, en el cine, en entrevistas…
Aún no has cumplido los 20 años y ya has llegado hasta aquí. ¿Dónde te gustaría estar dentro de 10 años?
Tengo muchas cosas en la cabeza. Por ejemplo: si no hubiera sido actriz me hubiera gustado hacer algo relacionado con la criminología, así que me encantaría representar ese papel. Me encantaría hacer acción, dramas o comedias. ¡Todo! Probarlo todo porque ahí está la magia del actor: en el poder meterte en una película de amor y que todo sea perfecto, luego en un drama…
¿Te plantearías probar otros roles?
Sí, me gustaría mucho poder escribir un guion de algo que me toque personalmente. No creo que pueda ser directora, pero sí escribir y poder representar lo que yo he escrito. Aunque creo que todavía es pronto para eso.
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