Amanda Seyfried presionada para desnudarse a los 19 años o por qué es importante la figura del coordinador de intimidad
La intérprete de ‘Mamma Mia’ ha confesado que se sometió a las presiones por “conservar su trabajo” y que le hubiera gustado contar con el asesoramiento de un coordinador de intimidad en los inicios de su carrera.
Pese a que actualmente la mayoría de series y películas cuentan con un coordinador de intimidad, es decir, una persona encargada de supervisar las escenas de desnudos y sexo en los rodajes para garantizar la seguridad física y emocional de los actores, esta figura es relativamente nueva. Hubo un tiempo en el que las actrices estaban desprotegidas ante los posibles abusos por parte de productores, directores y miembros del equipo técnico, y accedían a realizar ciertas escenas por presión o por miedo a perder su trabajo, en muchas ocasiones, sin estar bien informadas sobre lo que se requería de ellas.
Han pasado más de dos décadas desde que Amanda Seyfried se inició en el mundo de la interpretación. Y aunque la actriz nominada al Emmy por su papel en la serie The Dropout reconoce que salió «bastante ilesa» de sus comienzos en la industria, ha confesado que se tuvo que enfrentar a situaciones incómodas y que le hubiera gustado que la figura del coordinador de intimidad hubiera estado presente en los rodajes al inicio de su carrera. «Con 19 años, ir por ahí sin ropa interior, ¿estás bromeando? ¿Cómo dejé que eso sucediera?», ha manifestado la intérprete en una entrevista para la revista Porter. «Ya sé por qué: tenía 19 años y no quería molestar a nadie, y quería conservar mi trabajo. Es por eso».
Testimonios como el de Seyfried han sido habituales entre las actrices de Hollywood que, durante décadas, han visto como su seguridad y consentimiento han sido ultrajados sin ningún pudor. Es precisamente gracias a las que alzaron la voz y a la aparición de movimientos como el #MeToo que los rodajes empezaron a incluir esta nueva figura en el equipo que se encarga de velar por el bienestar físico y emocional de los intérpretes en los momentos de grabación más comprometidos. Pero la labor de estos profesionales va más allá de pactar cuánto cubre una sábana o cuánta carne se enseña. Su trabajo empieza mucho antes de comenzar los rodajes, cuando se envía el guion a los actores y empieza la negociación sobre cómo va a abordarse cada una de las escenas de sexo que aparecen en la producción. Un proceso en el que pueden llegar a intervenir los abogados de cada parte, los representantes, los productores, el director y los propios intérpretes.
«Para que los actores puedan dar su total consentimiento a una escena deben estar completamente informados sobre qué se espera de ellos. Hace años no era raro que los directores les pidieran que improvisaran mientras la cámara estaba rodando, pero este tipo de situaciones son peligrosas y pueden llevar a una situación de acoso sexual», manifestaba Amanda Blumenthal, coordinadora de intimidad de HBO, a S Moda en este artículo.
Precisamente HBO es una de las cadenas pioneras en incluir esta figura en el equipo de rodaje. La implementó por primera vez de manera provisional a petición de la actriz Emily Meade durante la grabación de la serie The Deuce (2017), donde interpretaba a una prostituta convertida en estrella del porno. Meade se preguntó por qué no existía un equipo de especialistas que supervisara las escenas íntimas, similar al que hay en las escenas de acción. La prueba fue un éxito y la cadena decidió extender esta figura a todas sus producciones.
La visibilidad de los abusos y las situaciones incómodas sufridas por las actrices de Hollywood durante los últimos años han hecho que se antoje imprescindible este nuevo puesto. «Lo que más me dicen es que no pueden creerse que el trabajo de coordinador de intimidad no haya sido creado antes», comentaba la experta. Un puesto que impide las situaciones violentas a las que numerosas actrices como Seyfried se han visto sometidas en algún momento de su carrera.
Al ser un figura tan nueva en la industria, algunos intérpretes más jóvenes solo conocen esta forma de trabajar, mientras que a los más veteranos les resulta novedoso. Y aunque, en general, ha sido acogida como algo positivo y necesario por la mayoría, otros como Sean Bean discrepan con la decisión de incluir a este profesional en los rodajes. El intérprete de Juego de Tronos y El señor de los anillos criticaba en una reciente entrevista para el medio británico The Times el papel de los coordinadores de intimidad y opinaba que «estropean la espontaneidad». «Creo que la forma natural en que se comportan los amantes se arruinaría si alguien la redujera a un ejercicio técnico», agregó. Cuando el entrevistador señaló que estos profesionales pueden ayudar a proteger a los actores, Bean reafirmó su argumento haciendo referencia a la actriz Lena Hall y a la comodidad de ambos en la escena subida de tono que compartieron en la serie Snowpiercer, ante lo que la intérprete no tardó en reaccionar a través de su cuenta de Twitter. «Si me siento cómoda con mi compañero de escena y con los demás en la sala, no necesitaré un coordinador de intimidad. Pero si hay alguna parte de mí que se siente rara, asqueada, sobreexpuesta, etc., desafiaré la necesidad de la escena o querré un coordinador de intimidad», apuntó. «Son una adición bienvenida al set y creo que también podrían ayudar con el trauma experimentado en otras escenas. A veces los necesitas, a veces no, pero cada persona, escena y experiencia es diferente», concluyó.
Por su parte, la actriz Rachel Zegler ha recalcado la importancia de estos profesionales y ha aprovechado para hablar de su experiencia con esta nueva figura en el rodaje de West Side Story, donde compartió escenas eróticas con el actor Ansel Elgort cuando ella apenas tenía 17 años y él 25. «Los coordinadores de intimidad establecen un ambiente de seguridad para los actores. Estuve extremadamente agradecida por el que teníamos. Ayudaron a una recién llegada como yo y educaron a los que me rodeaban que tenían años de experiencia. La espontaneidad en escenas íntimas puede hacerte sentir insegura».
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