Alemanas… ¿motor en estilo?
Más allá del dictado económico, las germanas imponen desde su situación privilegiada su manera de ver la moda, entre underground y pija. Estas son sus referentes.
Cuando el pasado mes de febrero el presidente Christian Wulff presentó la dimisión por culpa de un escándalo de corrupción, el país lamentó que con su salida se llevara a su mujer. Desde que llegaron al cargo en 2010, muchos fueron los que vieron en Bettina Wulff la versión germana de Michelle Obama. Una mujer carismática, enamorada de los focos, capaz de combinar estilismos impecables con un tatuaje en el brazo. Bettina no ha sido la única en el motor de Europa obligada a apartarse de la vida pública por problemas económicos. La top Nadja Auermann fue acusada de evasión fiscal en 2011, aunque su imagen, de momento, sigue intacta.
¿Se está quedando el país sin modelos a seguir? Ni mucho menos. Paraíso de la música electrónica, la escena nocturna alemana goza de musas como Ellen Allien. Diseñadora y dj, sus colecciones de ropa y su música transmiten frenesí y melancolía. Más sofisticada es la diva del soul Joy Denalane. Tras posar en la portada de la revista Brigitte vestida por los talentos de la moda germana, ha estrenado con Maureen –su nuevo disco– un look a lo Diana Ross. Un cambio radical desde la última Berlin Fashion Week, donde acudió para ver las propuestas de Dorothee Schumacher, la diseñadora que se ha colado en los armarios de celebridades como Jessica Alba, Gwyneth Paltrow y Sarah Jessica Parker.
La alfombra roja de la Berlinale es el otro pulsómetro de estilo en Alemania. Allí, la actriz Christiane Paul se coronó como una de las mejor vestidas con un traje negro de Alessandra Rich. La reina de la comedia juvenil Nora Tschirner ha preferido dejar los estilismos arriesgados para la portada de Qvest, donde apareció rodeada de lo mejor del underground de Berlín.
La actriz Nora Tschirner.
Con ellas se codean socialites como la condesa Tamara von Nayhauss, que lo mismo presenta un programa que acude a enlaces reales; Lilly Becker, mujer del tenista Boris Becker; o la boxeadora Regina Halmich.
Claro, que el referente en Alemania es sin duda Angelica Blechschmidt, directora de Vogue Alemania durante más de 20 años. Su pelo negro salpicado de mechones blancos se ha convertido en marca de la casa. Aunque dejó la revista para vivir retirada en un castillo en Potsdam en 2003, lo cierto es que cualquier evento de la moda que no cuente con ella entre sus invitados está destinado al fracaso. ¿El motivo? Su frase estrella: «No conoceré la palabra aburrimiento en esta vida».
Alexandra Kiesel, protegida de Marc Jacobs, con quien hizo su última colección
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