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¿El peor uniforme de la historia?

La polémica por el desnudo simulado de la equipación del equipo ciclista femenino de Bogotá reabre el debate sobre la hipersexualización femenina en el deporte.

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El diseño de la equipación deportiva femenina en el ciclismo no suele ser un tema que acapare demasiado la atención mediática. Relevadas a un segundísimo plano, sus presentaciones ni suelen aglutinar a centenares de periodistas expectantes, ni se dan colaboraciones sonadas con diseñadores de éxito.  Aquí no esperen a un Yohji Yamamoto rodeado de féminas y acaparando flashes. Aquí la visibilidad queda reducida a blogs especializados o a entrevistas en medios generalistas enfocadas en campeonas españolas (como Leire Olaberria) que aspiran al medallero olímpico.

Desde hace unas horas, un uniforme femenino ha explosionado en Internet. La equipación del equipo ciclista femenino del IDRD de Bogotá presentada para el Giro de la Toscana en Italia (y diseñada por una de las integrantes del equipo, Angie Tatiana Rojas) ha arrancado una oleada de indignación entre la población. ¿El motivo? Su diseño simula que las ciclistas van desnudas, con el torso y el pubis al aire. La equipación ya se ha ganado el título de vagina-rific y muchos usuarios han reclamado que se retire. Aunque desde la liga colombiana aseguran que el uniforme "fue creado sin malicia, sin intención alguna de insinuar ni mucho menos utilizar a la mujer para promocionarla", el presidente de la UCI (Unión de Ciclistas Internacional), el británico Brian Cookson, ha calificado a este diseño de "inaceptable bajo cualquier estándar de decencia" y hasta el director de IDRD, Aldo Cadena, ha dado la cara en los medios de comunicación aclarando que la responsabilidad de esta atrocidad  no es del Instituto Distrital de Reacreación y Deporte, y que toda la responsabilidad debe recaer en la Federación Colombiana de Ciclismo, que sí tiene patrocinio del IDRD. "No aprobamos el diseño de este traje", ha puntualizado frente a los medios.

Para la presidenta de la comisión de féminas de la Real Federación Española de Ciclismo, Cristina San Emeterio, el uniforme "no es acertado" y destaca que si el diseñador buscaba hacer un uniforme femenino, "hay múltiples opciones" que no tienen que pasar una opción "que insinúa o causa un efecto óptico poco agradable tanto para las que lo visten como para el público". San Emeterio recuerda que Cipollini ya luce modelos que lo convierten "en el ciclista más extravagente del pelotón, pero en ningún momento ha tendio que jugar con connotaciones sexistas para despertar ese interés".  Por ello, lamenta que el diseño haya conseguido que "el ciclismo femenino esté en boca de todos durante un día entero" a base de "exponer a las ciclistas a este tipo de comentarios".

La estrategia publicitaria de sexualizar al límite la vestimenta de estas jóvenes ciclistas (la equipación masculina del equipo no simula desnudo alguno) ha conseguido su objetivo: conseguir la ansiada visibilidad mediática. ¿A qué precio? El presidente del IDRD ha destacado que espera que todo este incidente "no mine la moral de las deportistas" después de que las bromas sobre el polémico maillot sean el foco de distracción de los internautas. (El equipo, por cierto, pasará por Ponferrada en el Mundial de Ciclismo el último fin de semana de septiembre).

La sexualización del deporte femenino, a debate

El uniforme de las ciclistas colombianas abre un nuevo episodio en ese extenso tomo dedicado a la erótica de la vestimenta deportiva femenina. Esa que el presidente la FIFA en 2004, Joseph Blatter, defendió como necesaria. Blatter dijo que sería buena idea que las jugadoras llevasen prendas más femeninas, como las practicantes de voleibol (los hombres no, solo ellas). “Las jugadoras son guapas, si se me permite decirlo, y tienen reglamentos diferentes a los de los hombres, como jugar con balones más ligeros” y añadió que: “Podrían, por ejemplo, utilizar pantalones más ceñidos”.

Hace unas semanas, las jugadoras del balonmano playa se rebelaron bajo el hashtag #PonteeltopTU para mostrar su rechazo a la decisión de la nueva normativa europea que las obliga a jugar en top y en braguitas (y no en camiseta de manga corta y pantalón, como hacían hasta ahora). No son las primeras. En 2011, la Federacion Internacional de Baloncesto (FIBA) exigió que el uniforme femenino fuese más corto y estrecho y enseñase más pierna y abdomen.

Foto de Instagram de Progreso Balonmano acompañada del siguiente comentario: Da igual con qué juguemos, es un deporte no un desfile de modelos. Nosotras jugamos, nosotras decidimos… #ponteeltopTU

Instagram

Para reflexionar también está uno de los trabajos premiados en el último World Press Photo, la serie de de fotografías Alyssa Schukar en su reportaje A lingerie league of their own. Una serie de retratos intimistas de las jugadoras de fútbol americano que compiten en bragas, sujetador (y liguero) y que se maquillan y peinan para salir al campo de juego. Todas compiten en la Legends Football League, una competición que nació como espéctaculo en las pausas de la Superbowl y ahora cuenta con su propia liga. 

Y si el equipo ciclista colombiano buscaba notoriedad con su maillot, los hay que buscan rentabilidad económica aprovechando su diseño de alto voltaje erótico. En 2011, Zara Dampney y Shauna Mullin firmaron un contrato para llevar en la parte trasera de la braga de sus biquinis un código Qr. Al ser fotografiado con un smartphone, remitía a una web de apuestas online.

¿Importa más la imagen de un 'look deportivo femenino' que evaluar sus habilidades atléticas?

Aunque existen excepciones como los sugerentes bañadores de los jugadores de waterpolo de Singapur en los juegos asiáticos de Cantón 2010, los múltiples ejemplos de los últimos años demuestran que para ellas, en algunos casos, vale más su sex appeal que sus habilidades atléticas. Tal y como recuerda la presidenta de la comisión de féminas de la federación de ciclismo, "es una lástima que tenga que hablarse de la mujer y el deporte relacionándolo con debates sexistas. Es entrenamiento tras entrenamiento o competición tras competición cuando estas deportistas hacen más grande nuestro deporte. Ellas suman medallas y éxitos al medallero español en cada competición. Esto es sobre lo que se debería informar en las noticias de mujer y deporte".

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