¿El futuro de la reproducción ya está aquí?

Pasito a pasito. Así avanza la ciencia, y, aunque este ritmo exaspera a las personas con problemas de fertilidad, debemos aceptar que desde que se vislumbra un adelanto en reproducción asistida hasta que se convierte en rutina clínica pueden transcurrir años. Paciencia y cautela son los aliados ante las hazañas en este campo.

Dos de estos hitos se han conocido en las últimas semanas. El primero llega desde la Universidad de Gotemburgo (Suecia), donde el equipo de Mats Brännström ha logrado trasplantar por primera vez y con éxito un útero de madre a hija en dos mujeres; una de ellas había nacido sin él y a la otra se lo habían extirpado. Antes de las operaciones se congelaron los embriones de las mujeres a las que se había sometido a una fecundación in vitro. Dentro de un año, el equipo de médicos prevé implantarles ambos embriones.

El 15% de las mujeres son estériles, y entre el 0,5% y el 1% se debe a problemas en el útero, según datos de la misma universidad sueca. «Este órgano no tiene edad. Una mujer en la menopausia puede donar. Pero recordemos que solo se ha conseguido trasplantar un útero que sobreviviera en el cuerpo. La prueba de oro será lograr que, con el tratamiento hormonal adecuado, aparezca la menstruación y se pueda llevar adelante un embarazo», señala el doctor Pedro Barri, director de Salud de la Mujer Dexeus.

Cabe preguntarse por qué en un mundo donde se realizan trasplantes de hígado, corazón, piernas y hasta de rostro completo se ha demorado tanto el de útero. La dificultad radica en reconectar sus largos vasos sanguíneos y en conseguir que sean capaces de soportar la gestación. De hecho, hace un decenio, un grupo de cirujanos saudíes realizó una operación similar, pero tres meses después llegaron las complicaciones: se tuvo que extirpar el órgano por problemas de vascularización. Desde entonces, ningún otro equipo había logrado con éxito un trasplante de este tipo. 

«Soy partidario de probar todas las vías. En el IVI trabajamos en el trasplante de útero; queremos resolver problemas de fertilidad desde todos los frentes. No obstante, no estoy seguro de que sea la solución ideal; la gestación sería de alto riesgo; no sabemos cómo van a reaccionar las venas y las arterias», explica Juan Antonio García Velasco, director del instituto. ¿Podría ser el transplante una alternativa del vientre de alquiler? «A medio plazo, sí», vaticina Barri. Pero no todos están de acuerdo. «Todo trasplante conlleva medicación inmunosupresora de por vida, y estos fármacos tienen efectos secundarios. En mi opinión, merece la pena cuando se trata de un hígado o de un corazón, ya que se salvan vidas», opina García Velasco.

Otro avance es la creación de óvulos. El doctor Mitinori Saitou, de la Universidad de Kyoto, ha logrado desarrollar en ratones unas masas celulares que se comportan como óvulos a partir de células de la piel. «Shinya Yamanaka puso la primera piedra en 2007. Este japonés demostró que se puede devolver a cualquier célula del cuerpo al estado embrionario y lograr que se convierta en neurona, piel, hueso, músculo… e, incluso, óvulo». Las implicaciones son esperanzadoras: si se logran crear óvulos a partir de cualquier célula, acabaremos con la infertilidad. Pero, por el momento, se trata de una quimera. «En la investigación se ha visto que las crías nacidas de estos óvulos tienen un alto porcentaje de anomalías e incluso muerte. Todavía no se ha perfeccionado la técnica en el laboratorio», sentencia Barri. García Olmo coincide: «Se acabará por conseguir en humanos, pero aún estamos en pañales».