_
_
_
_

El creador de Snapchat, el milmillonario que liga con supermodelos y triunfa en la moda

Evan Spiegel, el más precoz y controvertido de la lista ‘Forbes’, se convierte en portada de la revista ‘Uomo’ de ‘Vogue’ Italia.

cover evan spiegel snapchat
Cordon Press

Russ Hanneman conduce un McLaren naranja con puertas deslizantes, está obsesionado con pertenecer al club 'de las tres comas' (el de los milmillonarios) y solo come solomillos de 800 dólares. Russ Hanneman se hizo rico cuando, como no deja de repetir, "puso la radio en internet" y entona bromas racistas sobre Al Qaeda cuando conoce a un indio porque así "se rompe el hielo". Russ Hanneman es un personaje de ficción (interpretado con maestría por Chris Diamantopoulus) y fue la estrella indiscutible de la segunda temporada de Silicon Valley, la serie de la HBO que disecciona con humor qué se cuece en la meca de la tecnología. Aunque claramente estaba inspirado en Mark Cuban, Internet se lo pasó en grande tratando de dilucidar en qué SF douchebag (gilipollas de San Francisco) estaba basado su personaje. ¿Sería Sean Parker, el fundador de Napster y accionista de Spotify que convirtió en su boda en acontecimiento cosplay con 364 invitados vestidos como en El Señor de los Anillos? ¿Sería Chris Sacca, inversor de Twitter, Uber, Instagram o Kickstarter, adicto a las camisas de dudoso gusto y a insertar la palabra 'jodido' sin cesar en cada una de sus apariciones públicas? ¿O Tom Anderson, cofundador de Myspace, que ahora se pasa la vida restregando lo asquerosamente maravillosa que es su existencia? La crítica llegó a la conclusión que Russ Hanneman es uno y todos a la vez. Lo peor de la élite techie junta. Esa que, lejos de emanar un espíritu geek y de transformación social, está formada por cachorros que dilapidan su fortuna sin ambages, ligan con supermodelos y aspiran a quitarse el sambenito de 'raro' y 'nuevo rico' al fraternizar con estrellas y otros referentes de lo cool.

En esa liga juega ahora Evan Spiegel, el fundador de Snapchat,  el 'niño bonito' de Silicon Valley y milmillonario más precoz de la lista Forbes que, a sus 25 años, es el nuevo referente de estilo en la moda. Así lo ha dictaminado L'Uomo Vogue, que lo ha colocado en su última portada y le dedica un laudatorio (y poco conflictivo) artículo en el que lo comparan con Bill Gates y Mark Zuckerberg por haber construido un imperio que "ha cambiado las reglas del juego de la tecnología".

 

Evan Spiegel co-founder and CEO of #snapchat on the cover of L'Uomo Vogue #october issue. Photo by @francescocarrozzini styling by @rushkabergman #francescocarrozzini #rushkabergman #connectingminds #evanspiegel #luomovogue

Una foto publicada por Vogue Italia (@vogueitalia) el

El texto recuerda los 100 millones de usuarios activos que tiene su aplicación (tasada en 19.000 millones de dólares), traza paralelismos con los creadores de Facebook y Microsoft (Si Zuckerberg y Gates dejaron Harvard, él abandonó sus estudios en Stanford) y, como reside en Malibú y tiene sus oficinas en Venice, enarbola su lado "geek de la Costa Oeste que lo distingue de los del Norte (San Francisco)". Esto es: ser un fanático de los coches de lujo (conduce un Ferrari 458 Spider), comer en Gjusta con su novia Miranda Kerr (sale con la supermodelo después de haber estado relacionado con Taylor Swift) y huir de los papparazzi mientras acude a un concierto de Kanye West. A grandes rasgos, esto es lo que se descubre de un perfil bastante pobre en el que se recuerda que Snapchat graba vídeos en vertical y que su empresa ha conseguido alianzas con la CNN, Buzzfeed o Vice. Lo más jugoso, y el consiguiente cachondeo virtual, ha llegado con las fotos que lo acompañan: Spiegel abrazando a un cachorrito con un abrigo de Dsquared2, mirando pensativo al suelo en modo nihilista con total look de Burberry Prosum o semiagarrando su paquete tumbado en un sofá y con traje de terciopelo de Bottega Veneta.

El perfil de la revista olvida alguno de los puntos más destacados de su currículo. Spiegel no es, ni mucho menos, el paradigma del self made man. Tal y como desveló un interesantísimo perfil del LA Weekly, proviene de las privilegiadas Pacific Palisades, donde se crió en el seno de una acomodada familia de abogados de la Ivy League. Vivió en una casa valorada en dos millones de dólares, sus padres tenían una colección de Lexus y Cadillacs y viajaba con frecuencia a las Bahamas, Maui y por toda Europa.  Entró en la facultad paterna y allí consiguió asegurarse una red de networking de lo más provechosa: contactó con Eric Schmidt (Google) y Scott Cook (Intuit), que le consiguió un trabajo en la compañía de software mientras estudiaba.

Miranda Kerr y su novio saliendo de cenar en Santa Monica
DCAP (DCAP/AKM-GSI / Cordon Press)

Con Miranda Kerr, su actual pareja, el mes pasado.

Cordon Press

Sí, a Spiegel se le podría llamar 'el otro' Mark Zuckerberg. También dejó la universidad como el creador de Facebook, pero también fue demandado por un amigo y compañero de facultad (Frank Reginal 'Reggie' Brown IV) por la concepción de Snapchat. Inicialmente, la aplicación se ideó en medio de una conversación entre Spiegel, Frank Reginal Brown y Bobby Murphy, hermanos de fraternidad, que debatían sobre el sexting y cómo enviarse fotos que desapareciesen rápido. El lanzamiento de la app llegó con una demanda de Brown después de que fuese despedido del equipo fundador. Quería el 20% de la compañía pero poco más se sabe porque se llegó a un acuerdo secreto que se cerró en septiembre de 2014. Y poco más tiene que ver con el inventor de Facebook. Si Zuckerberg, que intentó comprar en vano Snapchat, tiene como uniforme una simple camiseta gris de algodón, a Spiegel le va más el lujo. Hace unos días los dos coincidieron en unas charlas de Vanity Fair y la prensa destacó que el creador de Snapchat optó por una sudadera de Acne Studios, valorada en unos 250 euros frente al sencillo modelo de Zuckerberg.

A la edidición masculina de Vogue también se le olvidó mencionar otro de los episodios más conflictivos de su carrera: cuando en mayo de 2014 el blog ValleyWag publicó una serie de emails de Spiegel en su época de estudiante sexualmente explícitos, homófobos y misóginos (algunos hablaban sobre orinar sobre chicas o conseguir que que al menos "seis tías os chupen las pollas", entre otros apuntes). El escándalo alcanzó a Spiegel con 23 años y escribió un mail al Bussines Insider en el que afirmaba "sentirse mortificado y avergonzado porque los mails idiotas durante mis años de fraternidad se hayan hecho públicos. No tengo excusa […] Estos mails no reflejan quién soy hoy en día y mi visión sobre la mujer". Ahora, erigido arquetipo del emprendedor triunfante con estilo, prefiere abrazar a cachorritos para Vogue y convertirse en el Kanye West de los techies.

Vanity Fair New Establishment Summit - Day 1
Michael Kovac (Getty Images for Vanity Fair)

Spiegel, con sudadera de Acne Studios en una reciente charla.

Getty

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_