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Diva en apuros busca costurero

Cher se retira ‘Vestida para matar’, nombre de su última gira, y guiño a Bob Mackie, el diseñador que renunció a crear su vestuario nueve días antes del primer concierto.

Cher

En la madrugada del martes 13 de marzo Cher escribía en Twitter. «Tengo que decírtelo, estoy llorando». ¿Quién le provocó este estado? La respuesta la dio ella misma. «El hombre que ha firmado todos mis looks desde 1972 ha decidido que no podría estar en mi última gira». Este caballero es Bob Mackie, el creador que en septiembre se comprometió a vestirla en su tour Dressed to Kill. Tres días más tarde, Mackie, de 73 años, estallaba ante estos tuits y los ataques de los fans de la artista. «Nadie querría diseñar esas prendas más que yo. Estoy harto. Tenía demasiados compromisos profesionales y poco tiempo para dedicarle la atención que se merecía este maravilloso proyecto». Lógicamente, la cantante y actriz, de 67, le replicó: «Tantas obligaciones que ni tan siquiera pudiste hacer uno».

El afortunado en coger el testigo, o dedal, y hacer en tiempo récord el vestuario ha sido Hugh Durant, quien ya se había encargado del de los coristas de la diva en su penúltima gira, Living Proof: The Farewell Tour (la más larga de la historia, de 2002 a 2005, con 350 actuaciones y 600 millones de dólares recaudados).

D.R.

Durant se ha inspirado en los estilismos más famosos de la artista, todos de Mackie, para crear el armario escénico que recorre la historia musical de la mujer que, en 1988, le arrebató el Oscar a Meryl Streep por su papel en Hechizo de luna. Estos looks se vieron en su primer concierto, el 22 de marzo, y no defraudaron. La artista reapareció con un body negro, como diosa cherokee y con sus clásicos trajes de reina mongola o Cleopatra disco. La revista Forbes, atendiendo a las ventas y los precios que están alcanzando las entradas, que ya superan los 400 euros (cuando solo ha celebrado siete de los 49 conciertos firmados, ninguno por ahora en Europa) dudan que este sea su último tour y hablan de las negociaciones que mantiene con The Coliseum y Caesars Palace, en Las Vegas, para actuar dos años en ellos.

Escándalo de plumas. Este altercado ha mantenido en vilo a sus fans, que lo han bautizado comoCher-gate. Más cuando, tras la ruptura, han aparecido en la web de subastas Antiquedresses.com una decena de los vestidos más famosos que Mackie le hizo, como el de lentejuelas champán que llevó a los Globos de Oro de 1983, cuando estuvo nominada como actriz por Silkwood, o el que lució en los mismos premios 27 años después, también nominada por la canción You Haven’t Seen The Last of Me, del filme Burlesque. Ambos vendidos por 25.000 dólares. Así es como una diva cierra una etapa y hace hueco en el armario.

D.R.

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