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Dior, Chanel y otros nombres inesperados que los estadounidenses están poniendo a sus hijos

A la hora de decidir cómo bautizar a los retoños influyen los nombres de las estrellas de Hollywood o los de los personajes de ficción favoritos. También, cada vez más, las marcas de moda más buscadas.

Nombres inesperados para bebés

Como no podía ser de otra manera, los nombres para bebé también siguen tendencias. En ocasiones es fácil trazar de dónde vienen, como cuando en 2018 Meghan se convirtió en uno de los que más crecían entre las niñas, tras el enlace de Meghan Markle con el príncipe Enrique de Inglaterra. Pero en otras es difícil intuir de dónde procede la moda.

Las celebridades y los ingenios con los que estas bautizan a sus hijos son una fuente constante de inspiración para los padres que buscan apelativo. Saint, por ejemplo, se encumbró con el título de nombre al alza hace cuatro años, tras el nacimiento del segundo hijo de Kim Kardashian y Kanye West. Los más populares son un firme reflejo de la sociedad en la que surgen y quizá por ello también influyen personajes de libros, de películas o, más recientemente, de series (inolvidables esas 169 Daenerys que hay en España actualmente). La música es otro pozo en el que inspirarse: Rosalía ha sido el quinto nombre que más ha crecido entre las bebés de Estados Unidos en el último año. Una tónica similar en España explica que, tras 40 años de dictadura del nacionalcatolicismo, María del Carmen sea el nombre más común entre mujeres y, María, un primer o segundo nombre para cientos de miles más.

Saint West, el segundo hijo de Kim Kardashian y Kanye West, ha desatado el furor por el nombre de Saint.
Saint West, el segundo hijo de Kim Kardashian y Kanye West, ha desatado el furor por el nombre de Saint.getty images

En el ensayo Brandy, You’re a Fine Name: Popular Music and the Naming of Infant Girls, Michelle Napierski-Prancl analiza la correlación entre las canciones más escuchadas en la segunda mitad del pasado siglo y los nombres de niñas. El aumento de las Joannas en Estados Unidos coincidió en el tiempo con la canción Joanna de Kool & the Gang y lo mismo sucedió con las Rosannas, tras la canción de Toto. “Los nombres Candida, Windy o Ariel eran poco usuales entre bebés. Pero cuando se convirtieron en éxitos tarareables en los años sesenta y setenta, de repente debutaron entre las listas de los más usados”.

Lo último entre los padres estadounidenses es recurrir a marcas de moda de lujo para bautizar a sus retoños. El nombre de Dior lleva ganando posiciones en el ranking desde hace cuatro años. En el último listado, publicado por Social Security Administration este mes, se ha convertido en el séptimo que más rápidamente ha crecido, tanto entre niños (ha pasado del puesto 1.302 al 628) como entre niñas (en el que ha ascendido 108 posiciones). Además del apellido del creador del New Look, puede haber dado un empujón el futbolista, actor e hijo de Sean Combs, Justin Dior Combs, con 1,7 millones de seguidores en Insatagram. Pero Dior no es el único nombre fashionista que triunfa en el país.

En la lista de apelativos que se han puesto de moda este año se encuentran otras marcas muy conocidas. Para ellos, Armani se coloca en el puesto 361 (y creciendo), mientras que para ellas también avanza posiciones Chanel (pasa del puesto 781 al 714). Además, pudiendo ser por hacer honor a las marcas o no, crecen las Zaras (del puesto 238 al 215) y las Celines (del 781 al 714), así como los Kenzos (del 725 al 544) o Valentinos, que ascienden ocho posiciones. Toda una declaración de intenciones de padres que buscan nombres que hablen de estatus y poder.

El fenómeno no es un invento exclusivamente norteamericano, ni tampoco nuevo: en los años veinte triunfaron los Royce, por la marca de coches Rolls-Royce. En España en 2020, según el Instituto Nacional de Estadística, había 50 mujeres llamadas Dior, 136 Chaneles y 23 Sephoras. ¿Serán estas últimas hijas de unos padres fanáticos de la célebre perfumería? En realidad el nombre tiene orígenes hebreos y significa pájaro, así que es complicado saber por qué fueron bautizadas así esas 23 personas. ¿Qué fue primero, el ave o la tienda? La cadena aterrizó en Madrid en 1998 y la media de edad de las niñas Sephoras españolas es de 14,6 años, así que bien podría ser un homenaje. Si usted se cruza con una Chanel, es muy posible que también sea joven, 97 tienen menos de 10 años.

Volviendo al país de las rayas y las estrellas, el patriotismo y la religión han marcado muchas tendencias en sus 246 años de historia. En un artículo de 1941 en The New England Quarterly, Arthur M. Schlesinger apuntaba que los primeros pioneros en llegar a aquellas tierras solían tirar de nombres bíblicos como Samuel, pero que pronto cambiaron a atributos morales como Faith (fe) o Mercy (misericordia). Tras la Guerra de Independencia empezaron a proliferar los líderes de la revolución y en los años ochenta del pasado siglo se puso de moda Reagan, en honor a su presidente. En cuanto al invento de bautizar al igual que el famoso de turno, Schlesinger señalaba que ya en 1771 las celebridades de la entonces colonia marcaban el ritmo de la misma manera que hoy lo hace Kim Kardashian.

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