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La increíble transformación de Charlize Theron en Megyn Kelly, la presentadora que se enfentó a Trump

Megyn Kelly es una figura controvertida dentro de la televisión estadounidense: aunque se define como independiente, siempre ha trabajado en medios afines a los republicanos… desde los que sirve como azote para aquellos que degradan a las mujeres (incluido Trump).

Charlize Theron ha transformado su rostro para ser Megyn Kelly.
Charlize Theron ha transformado su rostro para ser Megyn Kelly.

Una mujer joven visiblemente nerviosa y con los ojos empañados camina en dirección a un ascensor mientras recibe las miradas reprobatorias y curiosas de sus compañeros de oficina. Una vez dentro del ascensor, otra mujer más madura, con dureza en el gesto, entra antes de que se cierren las puertas. Esta se sorprende cuando ve que la jovencita se dirige a la segunda planta. Las dos mujeres cruzan miradas, a estas alturas indescifrables: ¿son miradas de apoyo, de comprensión o todo lo contrario? No tenemos tiempo para averiguarlo: una tercera mujer entra en el ascensor, segura y sonriente. Su gesto se tuerce cuando ve que las otras mujeres también se dirigen a la segunda planta. «Hace calor aquí», comenta para romper el hielo. Nadie responde. El ascensor llega a su destino: la chica asustada y la última en entrar al ascensor bajan. La mujer con gesto duro se queda dentro, observando. Sabemos que se encuentran en la cadena de televisión estadounidense Fox News. «Lo que empezó como un susurro, terminará como una bomba». Fundido a negro. En letras blancas podemos leer ‘El escándalo’.

Las tres mujeres son, por orden de aparición, Margot Robbie, una irreconocible Charlize Theron y Nicole Kidman. Y lo que acabamos de presenciar es el trailer de Bombshell (El escándalo): una firme candidata a la próxima temporada de premios cuyo estreno está previsto para el 20 de diciembre en Estados Unidos. La película es otra muestra de cómo el movimiento #MeToo ha llegado a las pantallas, ya sea a través de las series, películas o documentales centrados en una historia concreta –como el próximo documental Intocable, centrado en Harvey Weinstein– o de manera más abstracta tratando los abusos sexuales y de poder –como pudimos ver en series como Girls o Queridos blancos–. Y, en particular, sobre cómo la figura de Roger Ailes,  fundador, presidente y director ejecutivo de Fox News, aliado del poder republicano en Estados Unidos, que dimitió en 2016 tras una serie de acusaciones sobre acoso sexual y falleció un año más tarde, sigue despertando el interés de productoras y espectadores.

Lo curioso de esta revisión de los hechos es que Ailes no es el centro de la historia –ni siquiera aparece en el trailer–, sino tres mujeres dispuestas a decir basta y acabar con él. De ellas, llama poderosamente la atención a la que da vida Charlize Theron, no solo por la increíble transformación que muestra a la actriz casi irreconocible para el espectador desatento, sino por las luces y las sombras del personaje al que interpreta: la presentadora de televisión estadounidense Megyn Kelly.

Megyn Kelly: la mujer que se enfrentó a Trump pero defendió el black face

Charlize Theron caracterizada como Megyn Kelly.
Charlize Theron caracterizada como Megyn Kelly.

Megyn Kelly fue la presentadora estrella de Fox News y, después del escándalo, abandonó la cadena para presentar su programa matinal, Megyn Kelly Today, en NBC. Kelly es uno de los rostros favoritos de los televidentes conservadores por diversos motivos, uno de los cuales es el que The New York Times acuñó como ‘momento Megyn’: «ese momento en que un invitado de la Fox defiende una línea argumental que parece perfectamente alineada con la visión del mundo de la cadena de televisión y, de pronto, la periodista califica parte de ese argumento como una tontería y quizás, incluso, lo vuelve en su contra. Uno nunca sabe cuándo, cómo, o si va a suceder ese momento Megyn (…), pero siempre hay que estar preparado».

Durante la campaña por la presidencia que terminaría con el triunfo de Donald Trump en 2016, Kelly fue a por el actual presidente de Estados Unidos: “Usted califica a las mujeres que no le gustan como cerdas gordas, perras desaliñadas y animales asquerosos. A una concursante de su reality show le dijo que le encantaría verla de rodillas. ¿Cree usted que este es el temperamento adecuado para un candidato a la presidencia de EE UU?”, preguntó en una ocasión. Trump dijo de ella que le parecía «poco profesional» e insinuó que sus preguntas fueron duras porque Kelly debía estar con el periodo.

Tras difundirse la grabación de 2005 en la que Trump decía que a las mujeres había que «agarrarlas por sus genitales», Kelly decidió que aquello no cayera en el olvido y le destapó como misógino. Fue concretamente al preguntarle al asesor de Trump y exmiembro del Congreso Newt Gingrich sobre el pasado de acosador del presidente. Gingrich le espetó: «Usted está fascinada con el sexo y no le interesan las políticas públicas». La periodista respondió: «No me fascina el sexo. Pero sí me fascina la protección a las mujeres y comprender qué es lo que me espera en la Casa Blanca».

Pero ser el azote de los republicanos en los medios republicanos también le ha supuesto ser el centro de varias polémicas, una de las cuales terminaría con la cancelación del show por el que la periodista se había mudado a la cadena NBC por 23 millones de dólares anuales: en un momento del matinal, Kelly le quitó hierro al black face. “¿Qué es racista?”, preguntó la presentadora, “porque, para decir la verdad, uno se mete en problemas si es una persona blanca que se pinta de negro en Halloween o si es una persona negra que se maquilla de blanco». La presentadora fue despedida de la cadena.

Pese a no seguir trabajando para NBC, la presentadora sigue cobrando su salario debido al contrato de tres años que tenía con la cadena.

Megyn Kelly y su papel en el #MeToo

«Había un patrón en su comportamiento. Me llamaban a la oficina de Roger, él cerraba la puerta, y durante las siguientes dos horas, se involucraba en una especie de juego del gato y el ratón conmigo, virando entre comentarios inapropiados cargados de connotaciones sexuales (por ejemplo, sobre los ‘sujetadores muy sexys’ que seguro que tenía y cómo le gustaría verme en ellos) y consejos profesionales legítimos», relató la periodista en sus memorias Settle for More, cuando jamás había hablado públicamente de lo sucedido.

En sus memorias, relataba cómo Ailes le prometía avances en su carrera a cambio de favores sexuales. Fue en el año 2006, cuando Megyn Kelly todavía no era la importante figura que llegó a ser, cuando Ailes, aprovechando su posición de poder, intentó besarla. Cuando ella se retiró, él preguntó «¿Cuándo decías que se terminaba tu contrato?» e intentó besarla dos veces más.

En 2016, Gretchen Carlson –interpretada por Nicole Kidman– presentó una demanda contra Ailes. La periodista, un rostro conocido (y muy querido) en la cadena Fox News, llevaba un año grabando sus conversaciones con Ailes en las que él le hacía insinuaciones sexuales y la acosaba constantemente. En una ocasión, el magnate de los medios le llegó a decir «si tú y yo hubiéramos tenido relaciones sexuales a ti te habría ido mejor y a mí también». Carlson acababa de ser despedida de la cadena, según su demanda, por rechazar todas las insinuaciones sexuales de Ailes. A esta demanda se acabarían uniendo varias mujeres, entre las que se encontraba Kelly, que habló directamente con el consejo de Fox.

La suma de todas estas voces provocó que Rupert Murdoch obligase a Roger Ailes a dimitir. Quizás la mirada del personaje de Theron al personaje de Robbie quiere decir exactamente eso: «Sé por lo que estás pasando» o «a mí también» o «todavía no estoy preparada, pero en algún momento hablaré». Y cuando todas hablaron, el hombre por fin cayó.

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