Bisturí en masculino

A todos nos gustaría saber si Brad Pitt y David Beckham han pasado por el quirófano, pero creo que solo se han hecho tratamientos con láser y peelings químicos para que su piel luzca tersa y joven», cuenta el doctor Anthony Youn, conocido como el cirujano de los famosos, que ha desvelado que Simon Cowell, jurado de Britain’s Got Talent –el programa que descubrió a Susan Boyle–, y Patrick Dempsey recurren al bótox.

Estados Unidos es el primer país en intervenciones estéticas. Pero de las 13,1 millones de operaciones que se realizaron en 2010, solo un 9% es patrimonio de los hombres, según el último estudio de la American Society of Plastic Surgeons. Pero si en el rostro guardan su tarjeta de presentación –60.000 operaciones de rinoplastia en 2010–, un poco más abajo, en el abdomen, está su talón de Aquiles. Casi 24.000 estadounidenses optaron por la liposucción en esta zona. Y más de 18.000 se extirparon las glándulas mamarias para mejorar el aspecto de sus pectorales, una de las últimas tendencias en cirugía plástica.

Jesús Benito Ruiz, cirujano plástico de la Clínica Tres Torres y director médico de Antiaging Group Barcelona, apunta una ventaja para ellos: «La recuperación es más rápida al tratarse de zonas más localizadas. Además, la piel del hombre se retrae mejor porque concentran sus operaciones entre los 30 y los 40 años, mientras que las mujeres comienzan a los 20 y alargan las intervenciones hasta los 60». ¿El último tratamiento que hace furor en el mundo masculino? «El lipoláser, un procedimiento que funde el tejido adiposo antes de extraerlo», explica el cirujano. Si además de acabar con la barriga se quiere mejorar la musculatura de la zona, Benito Ruiz apunta al etching, una técnica que, mediante la liposucción, crea la sensación de abdominales.

En España se realizaron 105.000 operaciones de estética en 2009, según el último informe de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre). En términos absolutos, nuestro país ocupa el puesto 12 del ranking mundial. Los españoles también empiezan por la cara, un 57% se hizo algún retoque en el rostro, y su primera preocupación son los ojos. Los hombres saben que con las blefaroplastias se corrigen las bolsas, «signo de cansancio, falta de salud y vejez», según explica el doctor Javier de Benito, cirujano del Instituto de Benito del USP Dexeus. «Esta intervención es cada vez menos invasiva; el 99% de las cicatrices se hacen por dentro del párpado», apostilla Benito Ruiz.

A estas mejoras se unen los tratamientos que no requieren cirugía. Una alternativa que en Estados Unidos bate las cifras del quirófano: 11,6 millones de intervenciones no invasivas en 2010. «La mayoría de mis pacientes son ejecutivos con poco tiempo», perfila el doctor Gerald Imber, uno de los cirujanos plásticos más demandados de Manhattan, cuya cartera de pacientes masculinos supone un 35% del total, con lo que supera la media nacional norteamericana, que se sitúa entre el 11% y el 14%. En España es un 12%.