Te comes el 80% de tu pintalabios: ¿deberías preocuparte?
Hasta en kilos cifran algunos estudios el consumo accidental de pintalabios por parte de sus usuarias a lo largo de su vida. Sus ingredientes resultan indispensables para que no supongan un problema.
Del último informe de consumo de cosmética en España de Stanpa, se desprende que el uso del pintalabios es una tendencia al alza. En un año, su valor creció en un 7,4% y las unidades vendidas en un 13,5%. Se entiende que los labiales son los que han empujado el sector, con cifras muy por encima de la media de incremento de la categoría de cosmética de color, que se situó en 3,2% y 6%, respectivamente.
No son estos los únicos porcentajes en los que las barras para los labios despuntan: también en la cantidad de producto que ingerimos. «Hay estudios que afirman que se sitúa cerca del 80%», afirma la doctora Esther Querub, de la Clínica Querub de Madrid y colaboradora de Nutribiótica. Algunos, incluso, apuntan a hasta cuatro kilos de ingesta a lo largo de la vida en usuarias habituales del producto. «Pero como usuaria, además de como médica estética, considero que la cantidad varía según la forma de comer o hablar que tenga cada mujer». Si nunca lo habías oído, no te preocupes, la doctora lo normaliza. «Considero que se trata de una cuestión que la gente no se plantea demasiado cuando utiliza cosméticos en su vida diaria».
Con estos datos sobre la mesa, podrían saltar las alarmas. Pero no tiene por qué, al menos ahora. «Hubo un tiempo en el que la presencia de plomo, un metal pesado, en algunos labiales sí que llamó la atención de la comunidad médica, pero a día de hoy es verdad que la cosmética tiende a ser más respetuosa, buscando alternativas a los compuestos químicos», cuenta Querub. Los ingredientes que suelen componer estos productos: ceras, aceites, emolientes, pigmentos. «Además de aromas, también suelen estar compuestos por manteca de karité, lecitinas y siliconas, que mejoran su adherencia a los labios y les proporcionan más hidratación», explica Querub.
Las marcas confirman estas formulaciones. Desde el Departamento Científico de Nyx, aclaran que Liquid Suede (7,90 €), entre otros productos, contiene extracto de aceite de aguacate y cera de carnauba que procede de las hojas de palma. Ramez Labib, Executive Director of Product Safety & Global Regulatory Operations de Avon, señala además que los pigmentos deben estar aprobados. «En nuestro caso, todos los ingredientes presentes en nuestros labiales han pasado por un riguroso proceso de evaluación con el fin de garantizar que su empleo es seguro para nuestras consumidoras. Dicho proceso tiene en cuenta la posible absorción a través de las membranas mucosas, así como su ingestión accidental», defiende Labib. Silvia Pellissa, Directora Creativa y Trainer Manager de Nyx, asegura por su lado: «Los labiales en general suelen contener los mismos ingredientes, por supuesto según la formula y la marca varían. Son una serie de componentes que están destinados al uso en el labio, y no tienen ningún riesgo. Según la reglamentación europea, ningún cosmético se puede poner en el mercado sin haber pasado antes por tests de seguridad que permitan demostrar que son seguros para los consumidores en las condiciones de uso a las que está destinado ese cosmético».
Pese a esta seguridad, Querub recomienda que los labiales que se elijan contengan altas cantidades de componentes naturales. «Es necesario aumentar la concienciación por parte de la sociedad de la importancia de cuidar la piel y todos los microorganismos que la forman. Una manera de hacerlo es utilizando cosméticos naturales, que sean respetuosos con la dermis». Y es que la ingesta por la boca no es la única. «Obviamente, el pintalabios es lo que más se ingiere, por estar en contacto directo con la boca, pero es verdad que la absorción de otros cosméticos a través de la piel es importante». De hecho, mientras no hay demasiados estudios sobre el efecto de los cosméticos en el sistema digestivo, sí que existen para la piel. «La cosmética puede afectar de alguna manera a la dermobiota, es decir, a la microbiota de la piel, que es tan importante como la intestinal».
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