Sí, los perfumes caducan y esto es lo que puedes hacer para que duren más
Ni su aroma ni su olor duran eternamente. Así que no los guardes solo para las ocasiones especiales y aprende a conservarlos para alargar su vida útil.
Los investigadores Richard Axel y Linda Buck (Premio Nobel de Medicina 2004) aseguran que “el ser humano es capaz de reconocer y memorizar 10.000 aromas distintos. La vista, sin embargo, solo puede diferenciar 200 colores”. El olfato es el sentido más primario y también uno de los más poderosos. Cuando se huele un aroma esta información se traslada a partes del cerebro que participan en la memoria y en cómo experimentamos las emociones. El olfato tiene, además, la capacidad de tocar la fibra del recuerdo, lo que lo convierte en el sentido más asociado a la memoria. Por eso a través de un olor particular podemos revivir intensamente un momento del pasado. Amparada por el carrusel de la nostalgia, cada año la industria lanza una media de 200 fragancias anuales al mercado. No nos conformamos con tener una sola y las cifras dan la razón: la industria perfumera en España es la número 13 del mundo. Las previsiones de Nielsen hablan de superar los 7.500 millones de euros.
Cada española gasta al año una media de 154 euros en la compra de cosméticos, perfumes incluidos, pero eso no quiere decir que este hábito sea sinónimo de renovación. ¿Qué significa? Pues que solemos acumular frascos de perfume y no podemos perder de vista que aunque tengan alcohol en su fórmula, a diferencia del buen vino, no ganan con los años. Esto conlleva que el paso del tiempo sí puede alterar sus componentes y transformar su aroma. ¿Cuánto tiempo lleva este proceso? No hay normas. “La vida recomendada de un perfume para nuestros productos aparece en los pictogramas del envase exterior y suele ser como una crema. Es decir, una vez hecho el primer espray, suele ser de 24 meses. Si está sin abrir puede durar años siempre y cuando se conserve en condiciones apropiadas”, afirma Odile González-Colaco, fragrance specialist de Atelier Cologne. Sin embargo, otros factores pueden afectar la vida útil. “Debido a sus ingredientes, hay marcas que tienen una vida más largas que otras debido a sus ingredientes, con lo cual, no se puede generalizar. Asimismo, hay perfumes que pueden durar más de diez años y, en cambio otros, una vez abiertos se oxidan mucho antes”, matiza Alicia Fernández Pascual, al frente de Nadia Perfumerías, una firma que abrió sus puertas en pleno corazón del barrio de Salamanca en 1953 para ofrecer una selección de tesoros olfativos.
Los perfumes, como los cosméticos, están sujetos a procesos de deterioro: “No se caducan, se estropean”, asegura Fernández Pascual, y su duración dependerá de ciertas condiciones que se deben tener en cuenta, como el espacio de almacenamiento, ya que los componentes pueden llegar a ser muy sensibles a las condiciones ambientales. “Para que el perfume dure más hay que conservarlo en su caja original”, recomienda la especialista. La luz natural y artificial puede cambiar el olor a medida que acelera la ruptura de los enlaces químicos que mantienen unida la fragancia. Y las fluctuaciones frecuentes de temperatura y humedad también tienen efectos similares, ya que estas hacen que los componentes volátiles reaccionen y cambien la composición química de la fragancia. “Siguiendo unas buenas pautas para su conservación, como evitar la luz solar y no guardar los perfumes en el cuarto de baño, la habitación sometida a mayores cambios de temperatura, podemos contribuir a que el aroma dure más”, explica González-Colaco.
El olor cambia
Una de las mejores maneras en saber si nuestro perfume sirve es olerlo, ya que cuando ya no es útil, tendrá un olor diferente de lo habitual. “En algunos casos aparecen sedimentos y también cambia el color original”, dice Fernández Pascual sobre su tono, que puede adquirir una apariencia más oscura y opaca. Según la dueña de Nadia Perfumería, los perfumes de la familia oriental y los amaderados duran más que los cítricos y florales. También sostiene que, por regla general, aquellos con colores oscuros (con inciensos, pachuli y ámbar) duran más que los de tonalidades claras (cítricos o florales). Porque ya lo dijo Patrick Süskind: el perfume vive en el tiempo; tiene su juventud, su madurez y su vejez. Nuestro consejo: no los guardes solo para las ocasiones especiales.
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