«Las actrices y modelos no son de otro planeta: tienen ojeras y granos»
La prestigiosa maquilladora Charlotte Tilbury presenta en España su línea de maquillaje con una fiesta de lo más instagrameable.
Charlotte Tilbury es la estrella del rock de la industria cosmética. Y como tal, entró ayer en el Club Alma de Madrid ataviada con un vestido rojo de lentejuelas y su melena pelirroja al viento cual Jessica Rabbit. Desde que lanzara su línea de maquillaje y tratamiento homónima en 2013 en Selfridges, en Londres, se convirtió en un bestseller. Ahora está presente en 67 países, entre ellos, España donde acaba de aterrizar de la mano de Sephora.
Pero Roma no se hizo en un día: “Llevo 27 años maquillando. He trabajado con muchas celebridades y modelos. He hecho unos 40 desfiles de moda anuales, muchas portadas de cabeceras de moda internacionales, casi todas las alfombras rojas del mundo… “. Así es: no hay famosa que no se haya entregado a su sabiduría estética. Maquilló a Amal Clooney en su boda y también para el enlace real del Príncipe Harry y Meghan Markle; esta última es reconocida fan de uno de los labiales nude mate de la profesional; Kate Moss es su amiga íntima y no hay evento en el que la top prescinda de su maestría. Y así un largo etcétera que, altruistamente, han cedido sus nombres a su colección de labiales Hot Lips. Conclusión: una puede ponerse un Super Cindy, un Kidman´s Kiss, el Secret Salma o el Miranda May, como el que no quiere la cosa.
“La gente de la calle me pedía continuamente el look que había hecho para una u otra portada o actriz. Y no podía dárselo porque en realidad yo me pasaba la vida mezclando colores para un rostro en particular. Entonces vi la oportunidad de negocio, un hueco en el mercado y lancé una marca con productos profesionales, con kits que llevan instrucciones de uso para conseguir determinados looks”, cuenta Tilbury, cuyo mantra es “dale a una mujer el maquillaje adecuado y podrá conquistar el mundo”. Trabajó 15 años en la sombra para conseguirlo, haciendo de alquimista y colaborando con laboratorios de todo el mundo. Y así nació su colección.
“Las actrices y las modelos no vienen de otro planeta, tienen ojeras, granos, están cansadas… Son humanas. Llegan a mis manos agotadas, y cuando las maquillo cambian, se ponen rectas, se sienten más orgullosas y seguras, es increíble ver cómo se transforman. Ver el poder del maquillaje me hace mucha ilusión. Da felicidad”, cuenta a S Moda. La crema más aclamada por las celebridades es Magic Cream que, como su nombre indica, parece hacer milagros. Charlotte mezclaba los ingredientes (aceite de camelia, rosa mosqueta…) y la usaba en los backstages y sesiones de fotos. Hasta que decidió comercializarla porque todas la querían. Y hoy es el must de la casa.
Otro de sus productos estrella es la Supermodel Body, un roll-on creado específicamente para dorar e iluminar los cuerpos y rostros de las modelos de Victoria´s Secret, a quienes también maquillará este año. Y ahora una puede extendérsela alegremente en el baño de casa creyéndose Heidi Klum.
Por si todo este éxito fuera poco, el nombre de Tilbury también está muy presente en las redes sociales: “Fui una de las primeras maquilladoras en usarlas, haciendo vídeos para YouTube”. A día de hoy acumula 640.337 suscripciones y casi 49 millones de visualizaciones. “Quise regalar mis secretos de belleza al mundo”, añade. Porque Charlotte, que se crio en la Ibiza hippie de los 70 (sus padres, Lance y Patsy, aún residen en la isla), siempre tiene mensajes de paz y amor que repartir: “Mi corazón está en España y por eso estoy muy contenta de presentar mi línea aquí”, afirmó ante sus invitados españoles.
Anoche, acompañada por el mítico relaciones públicas ibicenco Carlos Martorell, quien la conoce desde niña, y escoltada por toda su familia, bailó a ritmo de rumba, posó en su instagrameable set de estrellas y se columpió con Naty Abascal, saludó a una siempre serpenteante Miranda Makaroff (que momentos antes no paraba de moverse como una lagartija junto al Lipstick Lover donde regalaban labiales) y a una más recatada Tamara Falcó, y departió sobre tonalidades con la siempre colorida Agatha Ruiz de la Prada.
Una fiesta de toque kitsch donde las cámaras de los móviles no pararon de trabajar. Porque si algo quedó claro ayer fue que Tilbury, además de saber divertirse por todo lo alto, es una bussinesswoman con todas las letras.
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