Fiebre por la cosmética coreana
La locura por las BB Creams y otros productos de Corea del Sur comenzó con las geeks del maquillaje, que las compraban on line. Las grandes marcas occidentales ya se han rendido.
Ahora que habíamos aprendido para qué sirven la prebase, el sérum o la bruma fijadora, triunfa (y se agradece) un cosmético todo en uno. Las B. B. Creams llegan directamente de Asia, aunque su origen es alemán. La dermatóloga Christine Schrammek formuló la primera Blemish Balm (en español se traduciría como bálsamo de las imperfecciones) en los años 50. Su principal público eran las pacientes cuyos rostros habían pasado por tratamientos abrasivos como los peelings. El bálsamo no solo suavizaba, regeneraba y protegía la piel, sino que hacía desaparecer las rojeces. Una revolución dermatológica que, a pesar de estar a la venta en Europa desde entonces, no fue descubierta por el público general hasta mucho después.
La actual fiebre por las B. B. comenzó en Corea del Sur. Allí, la industria cosmética retomó el concepto del bálsamo multiusos que había creado Schrammeck y lo amplificó. Además de unificar el tono, las formularon con ingredientes antiedad, antiacné o antimanchas, por ejemplo. Otra de las claves del éxito fue el precio. Los productos no solo cubrían muchas necesidades, sino que se convirtieron en superventas de las marcas low-cost en un mercado en el que la cosmética es eficiente y presume de precios populares. Eso sí, siempre hubo excepciones. El principal factor para darlas a conocer a lo largo y ancho de Asia fueron los famosos (en el momento en que se comenzaron a vender en Japón su eslogan era: «el secreto de las actrices coreanas», cuya piel de porcelana causaba envidia en todo el continente).
Pronto pasaron de los personajes de las series a artistas reales de promoción, sin que importara el género. El actor y cantante Rain, famoso en todo Asia, se convirtió en imagen de Rain Cosmetics (de la casa Nature Republic) y Skin Food tampoco se anduvo con remilgos al anunciar a bombo y platillo que su B. B. era una de las favoritas de la casa real tailandesa. Mientras, las apariciones en las series televisivas desataban el furor en los consumidores. «Conocí los cosméticos coreanos a través de las series del país. Siempre me había llamado la atención el maquillaje perfecto y natural que llevaban, sobre todo el acabado mate», cuenta Carla Castells, estudiante valenciana de posgrado sobre Asia Oriental.
Turismo cosmético
«Durante un viaje a Corea el año pasado estuve de tiendas de potingues. Ya conocía todas las marcas de memoria, porque cada vez que aparecía una nueva en los créditos de alguna serie corría a buscarla en Internet», apunta Castells. No ha sido la única. En Corea ya se habla de un turismo cosmético que ha hecho que en las principales áreas comerciales de Seúl el coreano sea un idioma secundario, en detrimento del japonés o chino. Las B. B. creams, por cierto, son responsables del 13% de las ventas del sector cosmético mass market del país.
Parte del creciente éxito que se prevé en occidente para las B.B. creams, también tiene que ver con el videoblogging. Algunas de las videoblogueras de belleza más famosas son de origen asiático, como Michelle Phan (aquí, hablando de B. B. creams, con más de 1,6 millones de visitas) fichada por Lancôme o DivaMakeupQueen, que ha logrado más de 16.000 visitas en un solo vídeo probando el bálsamo perfeccionador. Su palabra se difunde como la espuma entre todas las mujeres deseosas de probar algo nuevo. Y efectivo.
Marcas como Etude house, Missha, Skin Food, The Face Shop o Baviphat hacen las delicias de jóvenes asiáticas, pero también fuera, donde muchas consumidoras se han vuelto auténticas expertas en la compra en Internet de este tipo de productos (hasta el punto de ser capaces de identificar falsificaciones).
Hace ya un tiempo que PinkD decidió abrir BB Girls, un foro en español dedicado a las marcas coreanas de maquillaje. «Conocí el sector gracias al foro de belleza de Vogue (el tema de las B.B. Creams en la web de la revista tiene ahora 6.000 mensajes y 80.000 visitas). Estaba recién abierto y comentaban las indicaciones de estas cremas», comenta. «Me pareció una buena idea crear un foro específico en español para tener toda la información organizada. Lo lanzamos en mayo de 2010», añade. Las visitas llegan buscando información sobre firmas populares en Corea, como BRTC o ElishaCoy.
¿Se ha notado incremento de afluencia desde que en mayo se lanzase la primera B. B. Cream en España?, «Por supuesto, nos ha dado un empujoncito. Hay quien ha comenzado a buscar más información desde entonces. Porque ha aparecido en todos los blogs de belleza», dice PinkD. Preguntar a PinkD sobre las B. B. arroja más dudas que respuestas. «Es un producto súper completo. En el mismo envase podemos encontrar por ejemplo protección solar, antiarrugas, hidratación, antimanchas y cobertura para las imperfecciones de la piel. Hay muchísimos tipos de cremas, y cada una con unas indicciones diferentes; para controlar la piel grasa, para iluminarla, para tratar el acné…». «En el foro ayudamos a resolver las dudas, orientando sobre los productos que más se adapten a las necesidades de cada persona», explica.
Unas mujeres coreanas se acercan a uno de los expositores de la Exoposición Internacional de Cosméticos de Seul.
Getty Images
La llegada a las perfumerías
Comprendido y comprobado el éxito en oriente, las grandes firmas no han dudado en intentar trasladarlo a occidente. En España Garnier fue la primera en lanzar al gran mercado un «bálsamo perfeccionador» el pasado mayo (con hasta cinco propiedades: unificar, iluminar, corregir, hidratar y proteger la piel), pensado especialmente para pieles caucásicas y por un precio muy asequible: 12,95 euros.
En septiembre UNE Beauty se estrenó con su BB Cream Intuitive Touch (solo en centros El Corte Inglés, a un precio de 20,90 euros), tiene textura crema-polvo y sus ingredientes son de origen 100% natural. Ya la han convertido en uno de los pilares de su campaña de invierno. Neovadiol Luminosidad es el nombre que Vichy ha puesto a su primera B. B. cream, formulada especialmente para pieles maduras (28 euros, de venta en farmacias). Erborian, pionera en el mercado español -lanzó una BBCream en 2009-, también vende en farmacias y parafarmacias un bálsamo con ginseng (45 euros).
En el suma y sigue de lanzamientos hay uno que llama poderosamente la atención: Skin 79, una de las firmas coreanas más famosas, ha abierto su primera tienda en Europa, más concretamente en Madrid.
¿Se palpa en la calle la misma emoción que en estos foros especializados? Carla Castells opina que sí: «Calcular el éxito es difícil, pero sí que va más allá de la gente a la que le interesa Asia. En Twitter sigo a mucha gente de diferentes países. Amigas de Filipinas que viven en los Emiratos las usan, pero geeks de Apple en Madrid que nunca han tenido ningún interés en Corea también». PinkD también da una respuesta similar: «Los pioneros en conocer han sido los aficionados a la cultura asiática, pero considero que ahora es algo más generalizado. Puedes oír hablar de ellas en el metro, en la peluquería o un blog».
Y esto no ha hecho más que empezar. PinkD sugiere como posibles sucesores de las B. B. Creams a «los sleeping pack (mascarillas faciales que se aplican a la hora de dormir y se aclaran por la mañana) o packs de sérums como el New Turn Therapy donde hay concentrados de vitamina c, colágeno y aminoácidos». Pero todo es posible: desde la crema antiojeras cuyo diseño kawaii ilustra a un oso panda, a los tintes de rubor para la cara o las brumas tonificantes.
Quien quiera investigar más allá de la incipiente oferta comercial española, puede atreverse a comprar on-line estos productos exóticos. Pero siempre comprobando las credenciales de los vendedores. En ocasiones las propias marcas y tiendas hacen envíos internacionales (Cosme o Sasa entre las más frecuentadas), pero cuando no es así hay que atinar con el vendedor de eBay más fiable (dos buenos ejemplos podrían ser BelloGirl o BBCreamWorld). Otro truco: en muchos casos es posible investigar la experiencia previa de otras personas.
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