Estas son las marcas españolas de belleza que obsesionan a las mujeres chinas
El gigante asiático está obligando a doblar turnos en las cadenas de producción españolas. En 2017 el sector de belleza español se posicionó en el top 10 como el proveedor más importante del país.
El comercio electrónico transfronterizo (cross border e-commerce) pone las cosas más fáciles. El registro de productos cosméticos para comercializar en China en el canal farmacia y otros establecimientos puede demorarse hasta un año; por el contrario, para la venta online la puesta en escena es inmediata. Sin embargo, los grandes distribuidores chinos como Megacombine o Tmall Global (perteneciente a Alibaba) no quieren correr riesgos y para llegar a sus páginas hay que hacerse desear previamente.
Así nos lo explica Adolfo Remartínez, fundador de Nuggela & Sulé, la marca de tratamientos capilares que está rompiendo esquemas. “El primer contacto con Megacombine tuvo lugar durante la feria internacional Cosmoprof Worlwide de Bologna. Nos dijeron que era la línea más sorprendente que habían visto y unos días después nos pedían la distribución en China en exclusiva”.
¿Un cuento de hadas con final feliz? La historia continúa. Desde septiembre, cuando se enviaron las primera unidades, se han tenido que realizar tres exportaciones más que han roto cualquier previsión de ventas. ¿El próximo paso? Corea del Sur, Tailandia, Taiwan y Japón.
No es la única firma española desbordada por las demandas orientales. La fundadora de Sepai y APoEM, Paola Gugliotta reconoce que en la fábrica de Barcelona no dan a basto: “No podíamos imaginar que la demanda del fluido de protección solar y urbana City Shield por parte de China en el último mes fuera a ser tan grande”. El de Sepai es un buen ejemplo del devenir del mercado de belleza. Según Stanpa, los productos que más se exportan son los de cuidado de la piel. En este caso, la tasa de crecimiento supera el 600%.
Estados Unidos, América de Sur y Europa dejan de ser el objeto de deseo de la expansión internacional. China es el caramelito de la cosmética con un mercado potencial de 570 millones de consumidores activos. Como señala el doctor Serrano, fundador y presidente de Sesderma, “es el mayor mercado del mundo, penetrar en él es complicado, pero si se consigue las oportunidades son infinitas. En solo diez meses hemos vendido 8 millones de euros, el 12% de nuestras exportaciones, y nos hemos situado como el primer laboratorio de dermocosmética español en Tmal”, añade Serrano. ¿Su best-seller? La leche corporal Atopises.
¿Es dermocosmética la palabra mágica para llamar a la puerta de Asia? Podría ser, entre las firmas de que Stanpa menciona en su comunicado figuran también Isdin, Martiderm, Endocare, Sensilis o Singuladerm.
Cuando el farmacéutico José Martí Tor fundó Martiderm en el año 1952 para formular, bajo prescripción médica, sus cuidados dermocosméticos personalizados no podía imaginar que las ampollas de proteoglicanos de la forman llegarían a cifras de venta de 4.390.830 unidades en los últimos 12 meses y ya están presentes en más de 30 países.
Mujeres emprendedoras y visionarias también hay en el universo de la dermocosmética. Fridda Dorsch supo ver hace ya 35 años que el futuro estaba en los activos vegetales y como nos explica hoy su hija Coral Márquez Dorsch, directora general de la firma, “se trata de una empresa 100% familiar y 100% española que, desde San Agustín de Guadalix sirve pedidos a mercados tan exigentes como Alemania, Estados Unidos, China, Italia o Suiza. El producto más vendido es el champú Go Organic.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.