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Espera, cariño, que me tengo que imantar las uñas

Varias firmas cosméticas han decidido añadir magnetismo a sus lacas. Literalmente.

Magnetic Polish Nails Inc

Tras la moda crack en las uñas, este otoño ha sido el del boom de la conexión magnética.Varias firmas cosméticas han decidido añadir un imán a la parte exterior de sus lacas de uñas. En la composición de la pintura han incorporado partículas metálicas que se mueven al acercar el imán y, así lograr un acabado brillante e intermitente.

El origen se remite mucho atrás. De hecho fue Lancôme, todavía bajo la tutela de Gucci Westman, quien lanzó en su colección Mystery Game de otoño de 2007 una laca granate llamada «Le Magnetique». El frasco incorporaba un imán cuadrado y en los consejos de aplicación decía: «El Vernis Design Étoile se aplica como cualquier esmalte con pincel y luego se acerca la uña recién pintada a la superficie del imán para obtener, ¡oh sorpresa! el dibujo de una estrella. ¿El secreto? Una fórmula rica en pigmentos magnéticos que cambian de orientación y de color al acercarse al imán». Se sabe que en Reino Unido lanzaron una versión azul al año siguiente, pero desde la firma nos insisten en que siempre se vio esa laca como una edición limitada y no planean volver a editar algo similar. Quizá tengan que cambiar de idea en un futuro no muy lejano. Hace un par de años L’Oreal también lanzó la inencontrable Star Magnet Nailpolish, que conseguía sobreimprimir una estrella en la manicura del mismo modo.

Sea como fuere, cuatro años después volvemos a recordarla al hablar de cómo la técnica que avanzaba se ha convertido en la última golosina del paraíso de las lacas de uñas (ya de por sí alzadas a categoría de accesorio estelar).

De momento en Europa lleva la delantera Essence. Según nos confirman desde su departamento de prensa, se lanzó «Nail Art Magnetics al estudiar dos tendencias que vimos en el mercado: ‘metallic colours’ y ‘do it yourself'». Lo mismo ocurre con otros sectores, como la comida (crea tu propio plato) o la moda (customiza tu camiseta). Así que… ¿por qué no en las uñas? La venta comenzó a finales de 2010 con la edición limitada Metallics (cada laca costaba 2,29 euros), con la que se podía adquirir un imán (1,99 euros), acercarlo a las uñas una vez pintadas y «¡observarás cómo se mueven las partículas de color! Podrás crear diseños completamente innovadores, emocionantes y por supuesto únicos». Visto el éxito se lanzó Nail Art Magnetics en primavera. Más colores con partículas metálicas para poder seguir jugando al DIY. En ningún caso los precios superan los 3 euros.

Layla Cosmetics, una firma italiana de productos profesionales, fue la siguiente en rendirse al magnetismo con «Magneffect» (11,90 euros cada frasco). Su product manager, Babila Spagnolo, confirma el buen momento del fenómeno: «Lanzamos el producto en junio de 2011 (los primeros en Italia). Los pedidos aumentaban día a día y tuvimos que suspender nuestras vacaciones de verano, para seguir manufacturando. Vendimos 1.200.000 frascos solo en Italia y hemos abierto 900 puntos de venta en América y 800 en Canadá. Australia fue el siguiente, en septiembre con 250 puntos más. Eso sin contar con los otros países en los que trabajamos». Finaliza su e-mail diciéndo: «Podemos confirmar que es un éxito a nivel mundial».

Hay más: para la londinense Nails Inc, su «magnetic polish» es una de las apuestas fuertes de la temporada. Viene en tres colores, un verde y dos grises. Boots también ha lanzado una pequeña colección de cuatro colores. La marca profesional estadounidense LCN es otra alternativa: dispone de una gama más amplia. Su precio no alcanza los 10 dólares, pero hay que comprar los imanes por separado, que proporcionan distintos efectos.

Lo que es curioso es que esta corriente estética tiene la intención de alumbrar otra mayor relacionada con la polaridad de los ingredientes en la cosmética. En la web de cult beauty apuntan que «las fibras magnéticas se están comenzando a usar en productos capilares voluminizadores«. Quizá sea algo todavía muy incipiente, ya que los departamentos técnicos y científicos de Kérastase (una de las firmas líderes en tratamientos profesionales para el cabello) en España insisten en que «es la primera vez que oimos hablar de cosmética magnética». La Magnetic Skin Therapy de la firma húngara iLike tampoco parece todavía una propuesta de lo más conocido. Se trata de una mascarilla que contiene ferrita y «combina terapia magnética y hierbas para llevar oxígeno y nutrientes a la piel».

A la izquierda, una vieja edición limitadísima de Lancôme. A la derecha, la más popular de Essence.

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